El Deber logo
29 de mayo de 2018, 4:00 AM
29 de mayo de 2018, 4:00 AM

Hace unos días comprobé nuevamente que existe otra movida cultural cruceña, que está lejos de los recintos oficiales, los centros culturales y el ‘establishment’ rancio y conservador de algunos grupos. Resulta que Paul Archer, un joven y talentoso escritor, que conocí en uno de los talleres de escritura creativa que dirijo desde hace varios años, me invitó a tomar un café; después de conversar un poco me pidió que lo acompañara en la presentación de su nuevo libro de cuentos titulado Simulaciones, acepté con mucho gusto, como siempre lo hago incluso con gente que no conozco. 

Hasta ahí, todo bien, hasta que me dijo la fecha: 30 de mayo; inmediatamente recordé que era el día de inauguración de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, le dije que me parecía un error hacerlo el mismo día. Paul, es sabio y lo demuestra en sus comentarios en el Facebook, me respondió desplegando una amplia sonrisa que a los de su generación no les interesa ese tipo de actos oficiales. Lo pensé un poco y le di la razón, pues este año he sido testigo de encuentros, lecturas de poesía y exposiciones en lugares que nada tienen que ver con los oficiales, los jóvenes están tomando el cielo por asalto y se adueñan de boliches, mientras los de mi generación seguimos aferrados a las aburridas presentaciones de libros, los festivales entre cuatro paredes y lecturas de poesía a los que asisten los mismos de siempre. No estamos creando nuevos públicos, los jóvenes si lo están haciendo; así que este año no asistiré a la inauguración de la FIL y me iré a compartir con jóvenes que están escribiendo una nueva literatura; alternativa como lo señala mi hija Carmen Lucía, la poeta de Fiesta equivocada. El desafío es estar a la altura de esta generación.

Ahora hablemos un poco del libro de Paul, cuyo título Simulaciones se presta al espectáculo al que nos obliga la farándula social. El autor de El juego de Ender, Orson Scott Card en su libro Cómo escribir ciencia ficción y fantasía, aclara que “La ciencia ficción trata sobre lo que podría ser y no es, mientras la fantasía trata sobre lo que no podría ser”, sin embargo Paul Archer parece transgredir esta regla en su libro, haciendo que en los cuentos que lo conforman entrecrucen estas categorías literarias, de tal manera que la fusión da como resultado narraciones bien construidas que dejan al lector satisfecho. En Bolivia no es común esta narrativa y Paul se convertirá, con este libro, en un clásico de este género, estoy seguro de ello.

Tags