OpiniónEDITORIAL

La demanda boliviana en su fase final

El Deber logo
25 de marzo de 2018, 8:00 AM
25 de marzo de 2018, 8:00 AM

El 19 y 20 de marzo se iniciaron  los últimos alegatos orales entre Bolivia y Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Empezó la ronda nuestro país mediante las firmes expresiones del agente Eduardo Rodríguez Veltzé. Luego vino el turno de Chile los días 22 y 23. La última ronda  (réplicas y dúplicas) está programada para el lunes 26 de marzo, siendo el primer turno de Bolivia y el miércoles 28 ce-rrará Chile. 


Como es sabido, los alegatos forman parte del proce-dimiento establecido por la CIJ  con respecto a la demanda planteada por Bolivia para que ese Tribunal se expida en torno a la obligación que tiene Chile de negociar una salida soberana al Océano Pacífico en forma expedita y en plazo razonable. Toda la ciudadanía boliviana viene acompañando este crucial proceso, que podrá culminar más adelante -una vez producida la negociación de buena fe- con el retorno de Bolivia a la heredad marítima que tuvo hasta 1879 y le fue arrebatada. Ahora hay que mirar hacia adelante y pensar en función del futuro. Chile y Bolivia se necesitan mutuamente, comparten 900 kilómetros de frontera. Cabe esperar que los vínculos se incrementen con la futura negociación, donde no habrá ni ganador ni perdedor: ganancias y concesiones deberán ser mutuas. 


Luego de la introducción de Rodríguez Veltzé continuaron los abogados Monique Chemillier-Gendreau, Antonio Remiro Brotons, Amy Sander, Mathias Forteau, Payam Akhavan y Vaughan Lowe. Estos solventes juristas reseñaron varios ejemplos acerca de la obligación de negociar y de la jurisprudencia creada en la propia Corte, lo que reafirma la posición boliviana.

Asimismo, se detalló el conjunto de ofrecimientos chilenos del pasado. Los representantes del país vecino se atrincheraron en el Tratado de 1904, que en el actual proceso no se discute. También aceptaron -a regañadientes- que hubieron “promesas” pero  siempre eran “a cambio de algo” y, además, reiteraron que “nadie” los puede obligar a ceder territorio, que con Bolivia no hay cuestiones pendientes pero están dispuestos a dialogar acerca de su “aspiración”, etc. La misma “cantaleta” de siempre, sobre todo cuando Chile opta por no recordar sus propias promesas y ofrecimientos.


En fin, pasado el 28 de marzo la Corte se tomará un tiempo hasta emitir  sentencia.  Mientras, mantengamos la fe en nuestra noble causa. Cuando esta se solucione y -exitosa negociación mediante- podamos retornar al mar, se abrirá un  nuevo camino de integración en el Cono Sur, al mismo tiempo se cerrará -para siempre- un insólito caso que ya        lleva 139 años: el injusto enclaustramiento de Bolivia por la fuerza, caso único en el mundo.

Tags