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Héroes y villanos

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13 de enero de 2018, 19:32 PM
13 de enero de 2018, 19:32 PM

En la capital ñuflense solo sobreviven dos héroes nacionales de la contienda bélica del Chaco (1932-1935). Ellos son el actual presidente de la Federación de Excombatientes (Fedexchaco), don Rodolfo Cornejo Álvarez, 102 años, oriundo de La Paz, soldado raso, que sobresalió como enfermero camillero y participó en la contraofensiva de Villa Montes y de Charagua. Vive junto a su hija sobre la avenida Cristo Rey, entre el segundo y tercer anillo. El segundo, es don Marcial Caballero Velasco, a punto de cumplir 105 años, beniano de nacimiento, domiciliado en la prolongación de la avenida Beni, zona norte. Actuó en el Batallón Tren, en el abastecimiento de pertrecho en línea de fuego. Lo acompaña una familia numerosa pero solidaria. Ambos reciben una dieta mensual de Bs 2.500 y un ‘bono anual al sobreviviente’ de Bs 2.500, que le otorga el Gobierno nacional. Aunque parezca increíble, sobrellevan con entereza y altivez el paso de los años y con frecuencia se los sorprende platicando animadamente en la sede de la federación, en la calle Bolívar, donde son objeto de primorosas atenciones por parte del personal de planta y principalmente de la enfermera Rosario Rivero Montero, que vigila celosamente su estado de salud.

El coronel de Ejército José Villarroel, coordinador y asesor jurídico de la Federación, que con espíritu humanista los viene apoyando desde hace más de diez años, lamenta, sin embargo, que el Gobierno Municipal y la CRE estén a punto de cortarles los servicios básicos, por falta de pago, gastos que por imperio de normas vigentes han corrido por cuenta de la Alcaldía. “No es la primera vez que nos anuncian estos cortes, sin el menor pudor y respeto a nuestra emblemática institución donde funciona un museo histórico modelo de la Guerra del Chaco, y habitan las últimas leyendas vivientes de ese holocausto”.

 El coordinador ponderó la cooperación permanente dispensada por Saguapac y Cotas, que afianzan sentimientos de solidaridad hacia una entidad que espeja valores, fe y esperanza.

“La mayor miseria humana es la ingratitud” (Horacio).