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Esperando con optimismo el 2018

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30 de diciembre de 2017, 21:22 PM
30 de diciembre de 2017, 21:22 PM

Al concluir un año complicado en lo político y económico para el país, es bueno hacer una pausa, dejar a un lado lo malo y empezar a ver las razones por las que Bolivia debe comenzar el 2018 con fe, esperanza y optimismo.


2017 es una gestión que puede ser vista como un punto de inflexión en el proceso democrático, pero que a la vez muestra un despertar de la ciudadanía joven que abre nuevas posibilidades para construir un futuro diferente.


El año también se va con buenas y malas noticias para la economía del país. En lo negativo, en 2017 se ha registrado el crecimiento más bajo de la última década y eso ha provocado despidos y disminución de ingresos para muchos asalariados en el país. En lo positivo, hubo un buen comportamiento del sector agroindustrial y, por fin, se levantó el veto a las exportaciones de productos no tradicionales, lo que implica un potencial importante para la generación de riqueza y de fuentes laborales para miles de bolivianos.


Estamos a horas nada más de empezar una gestión que no se plantea sencilla, pero que, por ello mismo, abre una gran oportunidad y esperanza de cordura y de retorno al camino de la legalidad y del Estado de derecho en el país. 


Lejos del ruidoso escenario político nacional, en 2017 hubo buenas noticias en muchos ámbitos que enriquecen la vida misma. Por ejemplo, un médico boliviano, que trabaja silenciosamente en la clínica Fides de El Alto, logró liderar el primer trasplante de médula en Bolivia. A través de una carta a la ministra de Salud, que se hizo viral en las redes sociales, el mundo supo que en los hospitales hay mucha gente que trabaja ad honorem y que da todo de sí para aliviar el dolor de sus pacientes.


Muchos jóvenes bolivianos lograron ser parte de los clubes de ciencia, que se reunirán nuevamente en enero de 2018 para innovar y desarrollar sus sueños. Por primera vez, estudiantes colegiales de Chuquisaca clasificaron al Mundial de Robótica y una boliviana fue invitada a formar un equipo de bolivianos para construir un auto lunar durante 2018.


En lo económico, 2017 se acaba sin un acuerdo de pacto fiscal y con más necesidades de servicios. Existe la esperanza de que con el alza del precio del petróleo puedan subir los ingresos para los gobiernos subnacionales. También hay una luz de optimismo respecto a la dinamización de oportunidades que puede significar la liberación de exportaciones.


En suma, Bolivia comienza el 2018 con un abanico de oportunidades, con un compromiso ciudadano renovado por mejorar las condiciones de vida de los bolivianos y con la posibilidad abierta de reconstruir las instituciones y de fortalecer la democracia. Lo que se espera es que los gobernantes sepan leer estas señales del pueblo y puedan reencaminar la senda de la gestión.
Bolivia merece el mayor esfuerzo individual y colectivo para tener mejores días.