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18 de febrero de 2018, 20:59 PM
18 de febrero de 2018, 20:59 PM

Ingresamos a la semana del paro cívico nacional en la que se exigirá otra vez al presidente que respete el referéndum del 21-F. En menos de dos meses Santa Cruz volverá a paralizar sus actividades este miércoles. Por los preparativos que se ven, su acatamiento parece que será contundente. Aunque este es un nuevo sacrificio, pretende repetirse el éxito del primer paro que ayudó a que el presidente retroceda y abrogue el cuestionado Código Penal. La principal consecuencia de las movilizaciones de los meses recientes ha sido el empoderamiento ciudadano. Los vecinos están dispuestos sin temor a hacer respetar sus derechos y el próximo objetivo es mucho más difícil. Hacer que Evo Morales desista de otra postulación es un reto complicado, pero los cívicos y las plataformas ciudadanas están igual de firmes que semanas atrás.

Si el paro es pacífico como el de enero, quedará demostrada otra vez la vocación democrática de los ciudadanos movilizados. Implica evitar excesos y no responder a las provocaciones de quienes buscan que la iniciativa cívica esté señalada de violenta. Se sabe que el Comité pro Santa Cruz está en campaña para que el paro transcurra sin incidentes. Para eso, es clave que el ciudadano evite la confrontación y exprese sus demandas pacíficamente el 21 de febrero.

El Gobierno adelantó que garantizará las movilizaciones de los ciudadanos que piden el respeto de los resultados del 21-F y las de los que proclamarán la candidatura de Evo Morales. Es lo deseable, si realmente las autoridades tienen vocación democrática y si velan por la seguridad y los derechos de los pobladores, sin excepciones. 

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