Opinión

Acelerar las exportaciones

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3 de enero de 2018, 4:00 AM
3 de enero de 2018, 4:00 AM

El 2017 fue un año de recuperación para el comercio exterior boliviano, esa es la buena noticia. La nota poco halagüeña es que tuvimos un nuevo saldo deficitario: los dólares que ganamos por vender cerca de 800 productos al extranjero no alcanzaron para pagar los más de 5.000 productos que trajimos del exterior, así que los dólares que faltaron, algo así como 1.000 millones de dólares, tuvieron que salir de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central.

Que un país importe no es malo per se, todos los países comercian entre sí vendiendo y comprando según sus capacidades y necesidades. No se trata de satanizar las importaciones, especialmente cuando -como en Bolivia- más del 70% de las adquisiciones tienen que ver con bienes de capital y equipos de transporte que aumentan nuestro acervo de activos, así como insumos para producir bienes y servicios para el mercado interno y la exportación.

Ahora, si dentro del total de las importaciones existe una creciente presencia de bienes que el país produce y que incluso antes exportaba, hay que analizar el porqué de tal situación y adoptar políticas hacia una sustitución selectiva para ahorrar divisas, por una parte, y -por otra- para recuperar el mercado interno y crear empleo con la inversión que se dé en función de ello, como la gasolina y los aditivos importados que, Dios mediante, serán reemplazados el año 2018 con bioetanol boliviano -ojalá que luego se hiciera igual en el área de alimentos, maderas, textiles, calzados, etc.- porque si queremos mejores días para nuestros hijos, entonces debemos cuidar este sector clave, el externo.

Cuando la propensión a importar en un país se torna alta y las importaciones rebasan a las exportaciones -en primer término- y después crecen a un mayor ritmo que el de las ventas al exterior, la consecuencia natural es un déficit que, si se torna estructural, sin un gran mercado interno que pueda soportar un mayor crecimiento del PIB, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza e -incluso- afectar a la estabilidad económica futura.

Ante el indeseado hecho de haber registrado Bolivia en el 2017 un tercer saldo comercial deficitario consecutivo, que desde el 2015 mermó ya más de 3.000 millones de dólares a las RIN, el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Reinaldo Díaz, sentenció con claridad meridiana que “es el momento de acelerar las exportaciones”, una sabia recomendación que debieran escuchar los hacedores de las políticas públicas del país...

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