El ministerio de Justicia envió una comisión para esclarecer el caso. El fiscal departamental aguarda el informe de la autopsia. Los galenos piden una investigación seria. Habrá marcha de familiares y vecinos

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28 de diciembre de 2018, 4:00 AM
28 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Una comisión del Ministerio de Justicia, a la cabeza de la viceministra Stefanía Morales, llegó a Cobija para esclarecer la muerte de una joven madre y de su bebé recién nacido en un nosocomio de la capital pandina, ocurrida por supuesta negligencia médica. Mientras tanto, la Fiscalía departamental de Pando informó de que investigaciones preliminares indican que la criatura murió en el vientre de la madre y no después.

El fiscal departamental, Juan Carlos Cuéllar, descartó que la criatura haya muerto horas después de que su madre y que haya sido llevado a la morgue por error, como aseguran los familiares, quienes incluso aseguran haber escuchado el llanto del bebé.

Según Cuéllar, las imágenes que circulan por las redes sociales de una enfermera cargando al bebé supuestamente con vida no corresponden a la realidad. “En ningún momento el médico forense ha dado esa noticia (que el niño estaba vivo) o ha intervenido, si ustedes ven el video esa fue una conjetura de los familiares”.

La Fiscalía aguarda los resultados de las autopsias a la madre y al bebé. La denuncia que se impuso es por homicidio culposo e incumplimiento de deberes, y que serán los resultados de la investigación los que determinen si hay culpables.

Los familiares denuncian que la muerte de la mujer se produjo debido a que se le negó la atención médica, pese a que tenía dolores de parto y que recién en horas de la madrugada se procedió a intervenirla, con el trágico resultado de la muerte de la madre y de la criatura.

El presidente Evo Morales pidió ayer esclarecer el caso y aplicar sanciones ejemplares contra los responsables, si corresponde.

Erwin Escalante, director del hospital Roberto Galindo, dijo que la mujer murió por desprendimiento de placenta y complicaciones durante el parto. “Era una paciente de alto riesgo obstétrico, con tres casos de cesáreas, tenía problemas anteriores de pérdida de bebé (...). Entendemos la preocupación de la familia, pero no era una paciente sencilla, 23 años y con tres cesáreas, con periodos muy cortos de embarazo”, dijo y agregó que no hubo demora en atender a la paciente.

El galeno responsabilizó a la madre por no haber seguido las prescripciones médicas ni el protocolo posoperatorio. “La señora salió de la cesárea ya con complicaciones, no recibió las medicaciones, se desesperó y eso es comprensible (por la muerte del bebé). Se para, dice que siente calor, no toma la medicación y a partir de ahí se le viene una hemorragia que se pudo detener”.

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