Drogas: ¿Bolivia, país de tránsito?

Nuestro maltratado país ¿es solo “país de tránsito” de drogas? Cualquier lector, medianamente instruido e informado, seguramente sonríe al leer o escuchar semejante afirmación. Lo cierto es (y la verdad permanece ahí, inmutable) que desde que se estableció el “comercio” de drogas ilegales en Sudamérica, Bolivia fue - y sigue siendo - muy a pesar de los inventores de “posverdades” (como si pudiera haber una verdad más allá de la verdad), productor de la materia prima para la elaboración de cocaína (hoja de coca), productor y fabricante de cocaína y ahora también refinador de pasta base en clorhidrato de cocaína y consumidor de esta droga.

“Las incautaciones de drogas ilícitas crecieron exponencialmente a partir del 2005, dando una salto considerable entre el 2005 y el 2008”, dice el estudio
Los mercados de drogas ilegales en Bolivia
(Ed. Celin, La Paz, 2009).

El estudio se refiere como “drogas ilícitas” a la marihuana y la cocaína. Pero va más allá al especificar las incautaciones por tipo de droga, basado en la información proporcionada por la Felcn de entonces, de la siguiente manera: En 1998 se incautaron 2 kg con 439 gramos, es decir casi 2 kilitos y medio de clorhidrato de cocaína. Ahora parece poquísimo ¿no?; bueno, pero también se decomisó 8 kilos con 906 gramos de base de cocaína (ojo, no era pasta base, que químicamente hablando es otra cosa); y el 2008 ya se incautaron 21 kilos y 640 gramos de clorhidrato además de 112 kilos con 588 gramos de base de cocaína.

O sea entre ambos, clorhidrato y base de cocaína, sumaba 11 kg con 345 gramos de droga incautada en 1998 que subieron a 134 kg con 228 gramos en 2008. Para entonces ya crecía la fabricación de cocaína a pasos acelerados, como se puede ver.

¿Saben cuánto se incautó al 30 de diciembre de 2022? Agárrense: ¡20,2 toneladas de cocaína y 190,5 toneladas de marihuana! (www.swissinfo.ch) No es difícil advertir que la “industria de la droga” ¡creció a pasos agigantados! ¿O creció igualmente la eficiencia de la Felcn? Y habría que felicitarles porque lo hicieron sin “ayuda” de la DEA; pero bueno, para complementar, según el mismo informe brindado por el actual ministro Del Castillo, se destruyeron 55 laboratorios “de purificación” y 615 “fábricas” de droga.

El mencionado reporte tiene más información sobre pistas clandestinas (67) y personas apresadas durante el año 2022 (3.394), así como helicópteros decomisados (4).

Sintetizando: si en 1998, la Felcn incautó 11 kilitos de cocaína y en 2022, 20,2 toneladas, es como para preguntarse qué pasa en Bolivia. Además, si el país es utilizado solo como “tránsito” de droga, ¿qué son esos 55 laboratorios “de purificación” y esas 615 “fábricas de droga”? ¿No era Bolivia solo “país de tránsito”? O que nos expliquen los lectores (o el que pueda) qué “purificaban” esos laboratorios de “purificación” y qué “droga fabricaban” esas 615 “fábricas de droga”.

Si Bolivia, entre la década de los setenta y el año 2006 fue país de producción de la materia prima para la fabricación de droga y fue fabricante de cocaína, además de consumidor (1,6% de consumidores de cocaína hasta el 2010 según el Celin), aquí además hay dos verdades implícitas que aparecieron después del 2006: el país es también “refinador” de droga principalmente peruana (hecho admitido por el Gobierno según la prensa nacional), y gran traficante de drogas al ser “país de tránsito”, porque si se incautan toneladas de droga anualmente, uno se pregunta cuántas toneladas pasaron por el país sin ser detectadas.

Y es que además de no ser ningún mérito ser “solo país de tránsito de droga por su situación geográfica”. El asunto es muchísimo más grave de lo que se dice en los comunicados oficiales que además de minimizar el problema, ocultan (o intentan, sin conseguirlo, formular otra “posverdad”) que nuestro país produce excedentes de materia prima (coca) y por lo tanto fabrica droga y también tiene consumidores y obviamente se puede suponer que se lava dinero proveniente del narcotráfico ¿y los decomisos de sustancias químicas utilizadas para la fabricación de cocaína? No. El país es productor de la materia prima para hacer cocaína, trafica insumos químicos para fabricar cocaína, fabrica cocaína, refina base de cocaína, acopia cocaína, exporta cocaína, consume cocaína y probablemente lava dinero producto de su venta.

Pena. Es que hay demasiadas evidencias como para formular una “posverdad” (léase mentira) coherente que contradiga los hechos. Lo admitan o no, la verdad está ahí, incólume, inalterable, inmensa como el universo, tal como ese símbolo superlativo en que se convirtió la SEÑORA Amparo Carvajal, perenne y eterna, inmensa defensora de los Derechos Humanos de todos los bolivianos.