.

14 de mayo de 2023, 4:00 AM
14 de mayo de 2023, 4:00 AM

No es posible conocer la población exacta de gays y lesbianas porque al ser la “orientación sexual” una “prerrogativa” (así se convirtió) personal, no hay registros “oficiales” sobre el tema. Algunas estimaciones sugieren que podría estar alrededor del 5 al 10% de la población mundial. ¿En nuestro país? ¡Nadie sabe!

Sin embargo, y para comenzar, quiero dejar muy bien establecido que personalmente hablando, no tengo nada contra esa parte de la comunidad LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y transgénero), es más, tengo algunos amigos así declarados, de ambos lados, y respeto su condición.

Un aspecto a tomar en cuenta sobre el tema, es que los LGBT son sumamente activos y en eso se parecen mucho a los multipluris que además los aceptan sin reticencias. Y lo son tanto, que lograron “tomar”, por ejemplo, Hollywood (prácticamente no hay película, serie de TV o documental que no incluya un par de gays y/o lesbianas, probablemente introduciendo en el público la idea de que tales “actitudes” son “normales” ). O actores y cantantes que últimamente no tienen reparo en admitir su “orientación sexual” como Ricky Martin, o entre las más famosas del cine como Jody Foster y muchos, muchos más. Pero “tomaron” también el ámbito político como Gustavo Melella, el gobernador de la Tierra del Fuego en la Argentina o María Fernanda Villone concejal  de Loncopué (Neuquén), también en Argentina que admite públicamente su lesbianismo. Entre los países latinoamericanos el que tiene una lista más amplia de políticos LGBT es Colombia,19 en total; Chile con 7; Brasil con 4, Bolivia 1 y así podríamos seguir enumerándolos. Los países europeos, ni qué decir, igual que los asiáticos y Australia (Wikipedia).

Y hay algunos países que permiten a parejas del mismo sexo la adopción de niños como España, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Noruega, Suecia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Malta, Portugal, Irlanda, Luxemburgo, Islandia, Sud África, Nueva Zelanda y entre los latinoamericanos Argentina, Colombia, México y Uruguay (ChatGPT). Como pueden ver, no es poco lo que los LGBT han logrado. 

Es cierto, por otra parte, que no les fue fácil conseguir esos logros. Solo en América Latina y el Caribe, 1.300 miembros de ese colectivo fueron asesinados entre el 2014 y el 2019, y todavía hay regiones del mundo donde su “integración” se hace difícil y hasta peligrosa. Pero estas vicisitudes fueron muy bien aprovechas políticamente por los LGBT: les sirvieron para victimizarse y avanzar en su propósito de reconocimiento.

Más allá de lo nombrado, que no deja de asombrar, la comunidad LGBT (que ahora tiene más letras), ahora se ha lanzado al ámbito educativo; pero es ahí donde ha encontrado resistencia y un núcleo de oposición que cada vez va en aumento. De hecho, de acuerdo al Centro para la Familia y los Derechos Humanos, 22 países en la última reunión de Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas llevada cabo el mes de abril del presente año, se opusieron a la resolución presentada por la administración Biden (de los EUA), dirigida a imponer la “Educación Sexual Integral” Pro LGBT a los niños. Un punto de disgusto mayor fue el incluido en borrador a último momento.  El borrador incluía un nuevo párrafo que abogaba por proporcionar acceso a los niños para el aborto, la anticoncepción y otros servicios de salud reproductiva sin el consentimiento de los padres”.

En nuestro país, probablemente mucho de lo que los profesores bolivianos cuestionan del nuevo curriculum educativo, tiene que ver con el tema. En todo caso, lo que los padres de familia argumentan, es que, al no estar en contra de “los LGBT”, una vez conseguido el respeto de la comunidad en general para quienes quieren considerarse de un sexo al que biológicamente no pertenecen, comiencen ellos (los LGBT) a respetar a la sociedad en su conjunto, pero sobre todo a la niñez y no intenten adoctrinar sus mentes que no están todavía suficientemente formadas, como para imbuir, directa o indirectamente, doctrinas, ideas o formas de conducta que solo deberían someterse a consideración, cuando el niño alcance su mayoría de edad y sea capaz de decidir por sí mismo, sin influencia alguna, su destino como ser humano. Así que, señores LGBT, ¡dejen en paz a nuestros niños!    

Tags