Una ley promulgada el sábado por el presidente Evo Morales permite el extractivismo petrolero en un área protegida de Tarija. Expertos explican el daño que puede causar

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10 de abril de 2018, 13:50 PM
10 de abril de 2018, 13:50 PM

Son más de 246.000 hectáreas las que están dentro del área protegida de Bolivia llamada la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía. Sin embargo, el sábado el presidente Evo Morales promulgó una ley que autoriza los proyectos hidrocarburíferos en dos áreas de la reserva: Astillero y San Telmo.

Expertos consultados por Mongabay Latam explican las cinco claves para entender por qué la Reserva de Tariquía está en peligro:

1. El verdadero tesoro está en su biodiversidad

El área natural protegida forma parte del corredor ecológico binacional Tariquía-Baritú, ubicado entre el sur de Bolivia y el norte de Argentina. Dicha posición geográfica le he permitido convertirse en el hogar de 808 especies de flora y 406 especies de fauna, entre las que figuran el oso de anteojos, el jaguar y el tapir.

Según la organización medioambiental Prometa, Tariquía posee una biodiversidad incalculable. Por eso sostienen los expertos que tiene un valor científico central para la investigación, porque posee un reservorio natural de recursos genéticos aún no estudiados y ofrece las posibilidades para desarrollar programas de manejo silvestre.

El gato montés es una de las especies de fauna registradas en la reserva de Tariquía. Foto del Servicio Nacional de Áreas Protegidas vía Mongabay

2. Un proyecto que nació con un decreto propio

Todo empezó en mayo de 2015, cuando el presidente Evo Morales, promulgó el Decreto Supremo 2366 que permite el desarrollo de actividades hidrocarburíferas dentro de áreas naturales protegidas. En el primer artículo de esa norma se señala que se aprueba el aprovechamiento de estos recursos por su “carácter constitucional, estratégico y de interés público para el desarrollo del país; vinculado a la reducción de la extrema pobreza en comunidades que habitan las áreas protegidas y la gestión integral de los sistemas de vida”.

La Reserva Nacional de Tariquía. Foto del Servicio Nacional de Áreas Protegidas vía Mongabay

3. No respeta el medio ambiente ni la consulta previa

Mientras la Constitución Política del Estado protege el medio ambiente (en el Artículo 385 establece la protección y conservación de las áreas protegidas), el gobierno ha diseñado normas de menor rango jurídico que autorizan contratos dentro de las áreas protegidas y "no solo en Tariquía, sino también en otras”, señaló Andrés Aguirre, presidente del Comité Impulsor de Reforestación y Defensa del Medioambiente (Cirdema).

Otra de las observaciones está relacionada con la vulneración del derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas. 

Imagen de la reserva natural ubicada en el departamento de Tarija. Foto del Servicio Nacional de Áreas Protegidas vía Mongabay

4.Una amenaza para las fuentes de agua y los bosques

Para los expertos y las comunidades indígenas las exploraciones generan un impacto en las fuentes de agua. En el 2003 se realizaron exploraciones hidrocarburíferas y, según Francisco Romero, habitante de Mocoví, comunidad del cantón de Tariquía:  “Ahora vemos que las fuentes de agua se han reducido en gran cantidad y creemos que es por eso que las vertientes se han perdido”.

La Responsable de Áreas Protegidas de la organización medioambiental Prometa, Claudia Oller, sostiene que la confinación de acuíferos suele ser una de las consecuencias de los impactos sísmicos. “Con la exploración se utiliza dinamita y se causan explosiones, y esto provoca que se cierren u obstruyan vertientes de las aguas subterráneas”, explicó.

Pero no es el único impacto ambiental previsto por los especialistas. La deforestación es uno de los principales peligros, porque para hacer espacio a los pozos y trochas es necesario talar bosque.

"Se abre un camino de unos seis metros de ancho y varios kilómetros de largo hasta llegar al punto donde se va a perforar, y en ese lugar se hace la planchada. Se deben deforestar unas seis hectáreas mínimo para instalar el campamento" indicó el geólogo Daniel Centeno, director de Hidrocarburos del Comité Cívico de Tarija.

El presidente Evo Morales en la promulgación de la ley que permite el ingreso de petroleras a Tariquía (Foto: ABI) 

Además, como señalan otros especialistas, hay que sumar el impacto ambiental que significa el abrir nuevos caminos.  Las trochas permitirán el ingreso de personas que conformarán nuevos asentamientos humanos y se facilitará el desarrollo de actividades ilegales dentro de la reserva.

“Alguien va a construir una casita, luego un aserradero, luego va a llegar más gente y con el tiempo aparecerán pueblos y ya no habrá reserva, porque esa área ya no va a estar reservada para la naturaleza”, sostuvo el biólogo Gonzalo Torrez.

Vista satelital de la Reserva Natural de Tariquía 

5. El proyecto ha dividido a las comunidades locales

Un grupo de comuneros ha visitado la zona de la serranía del Aguaragüe, vecina con Tariquía, donde también existe explotación minera y han observado la contaminación de las fuentes de agua, así como los pasivos ambientales. “No queremos eso para Tariquía y no vamos a permitir que entren las petroleras”, dice Lourdes Zutara, habitante de Tariquía. Son 10 comunidades que conforman el distrito 8 de la Reserva de Flora y Fauna de Tariquía.

Sin embargo, la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija, liderada por Santos Valdez, y el alcalde de Padcaya, capital de la provincia Arce, no están de acuerdo con esa posición ni con la marcha que se dio a fines de abril del año pasado contra el ingreso de proyectos extractivos en Tariquía.

La división entre las comunidades es cada vez más profunda sobre el futuro de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía.

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