Rubén Costas afirmó que la industria gozó de una bonanza por 10 años, por ello sugiere negociar una salida ecuánime

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8 de junio de 2019, 4:00 AM
8 de junio de 2019, 4:00 AM

Ante la situación que se agrava entre los productores de soya, debido a los bajos precios y el riesgo que corre el inicio de la campaña de invierno, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, respaldó el pedido del sector productivo para recibir un pago justo por parte de la industria por cada tonelada de grano, ya que considera al sector uno de los principales generadores de divisas y fuentes de empleos para el país.

En declaraciones a EL DEBER Radio, la principal autoridad del departamento indicó que en los últimos 10 años la industria se ha fortalecido y ha ganado mucho con los altos precios de la soya en el mercado internacional, que incluso llegó a trepar a los $us 600 por tonelada; sin embargo, señala que ahora que los precios están muy deprimidos los más perjudicados son los pequeños y medianos productores.

“Me duele el alma ver así a mi sector que alimenta y da seguridad y soberanía alimentaria al país. Cómo no se le va pagar al productor en una época de crisis, por lo menos hacer un gran esfuerzo el sector industrial que ha ganado muchísimo dinero. ¿Será que no se puede hacer un esfuerzo para que puedan lograr, mediante el diálogo, que haya esa ecuanimidad?”, cuestionó la autoridad.

Este sector productivo a través de su casa matriz, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), viene exigiendo el pago de $us 300 por tonelada a la industria y hasta el momento no se ha podido llegar a un acuerdo que satisfaga las exigencias de ambas partes. También rechaza el decreto supremo del Gobierno nacional, que autoriza la exportación del 60% de la producción del grano, al considerar que la emisión de los Certificados de Abastecimiento Interno y Precio Justo, son una traba burocrática innecesaria y que perjudica la exportación.

Sector estratégico

Costas también afirmó que al ser la producción y exportación de soya un sector de mucha importancia en Bolivia, después del gas y la minería, el costo social podría ser muy grande si la situación se mantiene, ya que podría significar la desaparición de miles de fuentes de empleo.

“Con los precios que ahora ofrecen de $us 200, el gran número de productores pequeños y medianos qué van a hacer, van a tener que cerrar su negocio. Eso va a generar mayor pobreza y repercutirá en que los agricultores y campesinos se vengan y aumenten los anillos de pobreza. Es un problema estructural, no coyuntural, porque este Gobierno no cambió la matriz productiva”, manifestó el gobernador.

Por último, comentó que a través del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) y con pocos recursos económicos ha logrado ayudar al sector productivo con transferencia de tecnología y nuevas variedades de arroz y trigo. También resaltó que se ejecutó más de 200 km para trasladar la producción.