Según el Gobierno en 2017 la captación de recursos foráneos fueron de $us 1.221 millones, en 2018 subió a $us 1.553

El Deber logo
26 de junio de 2019, 4:00 AM
26 de junio de 2019, 4:00 AM

El año pasado, la Inversión Extranjera Directa (IED) bruta creció un 29,4% respecto a 2017, de $us 1.221 millones a $us 1.553 millones. Para mejorar este indicador, el Gobierno se reunirá con el empresariado privado del país para que incrementen sus inversiones.

“El año pasado como Inversión Extranjera Directa bruta en el país hemos sumado $us 1.553 millones, un monto superior al que se registró en 2017, donde tuvimos cerca de $us 1.200 millones de Inversión Extranjera Directa bruta, esa dinámica ha seguido avanzando en el país”, explicó la ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado.

Datos publicados por el Banco Central de Bolivia (BCB) muestran que la inversión extranjera registrada en 2018 se asimila a la generada en 2012, año en el que llegó a los $us 1.505 millones. Mientras en los años donde se tuvo una mayor inversión fue en 2013 y 2014, $us 2.030 millones y $us 2.113 millones, respectivamente.
Sin embargo, para los analistas y las entidades privadas consultadas el monto podría ser mayor si se realizaran ciertas reformas que hagan de Bolivia una plaza tentadora.

La principal traba es de orden estructural y tiene que ver con la actual Ley de Inversiones que a criterio del economista José Alberti es muy limitada, poco clara y no defiende el derecho propietario.
El analista dijo que en esa norma el Estado es el que tiene predominio, planifica la inversión y determina cuáles serán preferenciales y cuáles no. Entonces, remarcó que los capitales transnacionales buscan países con más libertad.

En una entrevista concedida a EL DEBER, la ministra Prado admitió que pese a que en 2014 aprobaron la Ley de Atracción de Inversiones, no han cumplido los objetivos que hubieran deseado. “Creo que, en términos globales, la atracción de las inversiones tiene condiciones macro muy favorables aquí en el país”, señaló la ministra.

Las RIN

Para el analista Mauricio Ríos García, la confianza en las instituciones públicas no puede estar más deteriorada que hoy, y cuando esto sucede uno de los primeros efectos es el incremento de la demanda por activos de refugio como el dólar, a la vez que una caída de la demanda por activos como la moneda nacional.

Ríos remarcó que en este sentido, lo primero a observar es el nivel de reservas que sostiene al BCB, y que Fitch observa aún son suficientes. “A pesar de que no se observa ninguna medida alternativa más que el incremento de la deuda pública externa para sostener el nivel óptimo de reservas, un eventual recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de los EEUU antes de fin de año, podría aliviar el escenario. Todo dependerá de que al momento de pronunciarse las autoridades, emitan el mensaje de confianza correcto sobre el sistema bancario y financiero”, señaló Ríos.