Además del efecto precio, los soyeros han sufrido perjuicios económicos atribuidos a la sequía que mermó 500.000 toneladas de ‘grano de oro’ en el ciclo de cosecha de verano que, en valor, representan $us 125 millones. Gobierno pide consenso en precio

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15 de mayo de 2019, 4:00 AM
15 de mayo de 2019, 4:00 AM

La turbulencia de bajos precios de los commodities en el mercado mundial y precios bajos que ofertan las industrias aceiteras en el país pasan factura a los productores primarios del complejo productivo oleaginoso. Así, según el presidente en ejercicio de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, el sector estima una pérdida de al menos $us 160 millones por los bajos precios que ofertan por los complejos que transforman su producción.

El directivo de Anapo detalló que los industriales en la actualidad están ofertando a los soyeros $us 211 por la tonelada del grano.El precio está influenciado por los valores que rigen en la Bolsa de Chicago donde la tonelada se cotiza hoy en $us 290,65.

Actualmente, el valor del grano de soya y sus subproductos como la torta y el aceite ha disminuido en el mercado internacional, debido a factores como la gran oferta y poca demanda, y la guerra comercial que existe entre EEUU y China.

“La problemática sectorial se habría evitado si hubiese existido un precio de cierre por parte de las agroindustrias en el inicio de la cosecha y no como ocurre en los últimos cuatro años, en el que el productor viene entregando su producción a monto abierto. Como institución estamos en desacuerdo con las bajas sumas que algunas empresas están ofertando a los agricultores aprovechando que el grano ya se encuentra acopiado en sus silos”, explicó Flores.

Además de las pérdidas por los bajos precios, los productores han sufrido otros perjuicios económicos estimados en $us 125 millones, debido a que no han podido cosechar unas 500.000 toneladas de soya por las condiciones climáticas adversas (especialmente sequía) registradas en la campaña de verano 2018/2019.

Desde la perspectiva de Flores, un precio aceptable que compensaría los costos de producción debe rondar los $us 280 por tonelada de grano.

Pedido urgente

“Consideramos que esta situación es una consecuencia de la política errada que aún mantiene el Gobierno nacional para el productor, como es la prohibición de las exportaciones de granos de soya, la cual genera distorsiones en el mercado y en la fijación de un precio ‘injusto’ para los productores soyeros”, sostuvo Flores.

Frente a esa situación, Anapo pide la liberación plena de las exportaciones del grano de soya, el acceso urgente de nuevos eventos de biotecnología para los cultivos de soya, maíz y algodón, facilitar la reprogramación de deudas (por insumos y maquinarias) en el sistema financiero, para aliviar a los productores.

Asimismo, solicitan al presidente Evo Morales una reunión urgente para explicar sus demandas y encontrar soluciones estructurales en pro del sector.

Posición industrial

La semana pasada, Guillermo Ribera, presidente de la Cámara nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), explicó que Bolivia es un país pequeño en términos de producción que depende de los precios internacionales del mercado. “Internamente el precio lo establece la industria con el productor en función a la variación del mercado global”, manifestó Ribera.

La industria tiene una capacidad de producción de 4,5 millones de toneladas. En 2018 procesó 2,6 millones toneladas

“Se está trabajando en 55% de capacidad, se debe mejorar a nivel de toda la cadena para competir con los grandes productores, ya que la industria oleaginosa es de volumen”, sentenció Ribera.

Mirada oficial

Respecto a la problemática que afronta el sector soyero asociada a la baja del precio en el contexto global, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Nélida Sifuentes, señaló que la semana pasada el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, y el viceministro de Comercio Interno, Fernando Peñarrieta, se reunieron con los actores de la cadena productiva para buscar una salida al problema, pero que lamentablemente el precio internacional del ‘grano de oro’ se desploma día tras día.

“Exportar soya en estos momentos no creo que sea interesante para los soyeros, pero como Estado no podemos tomar una decisión porque el precio lo define el mercado mundial. Ojalá las industrias y los productores pueden fijar un precio favorable para ambos”, señaló Sifuentes, al asegurar que el Gobierno prestará apoyo pleno y acelerará las gestiones, en cuanto a trámites, para aquellas empresas que quieran exportar.