El Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza se instaló en Trinidadcito. Escucharon las denuncias de 28 líderes indígenas, quienes relataron la represión que sufrieron y la violación de sus territorios. Mañana buscarán ingresar al Polígono 7

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18 de agosto de 2018, 4:00 AM
18 de agosto de 2018, 4:00 AM

Cuando Carlos Cayuba escuchó que su reclamo iba a llegar a oídos del papa Francisco no pudo evitar que se le caigan las lágrimas. Los pobladores del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) que se oponen a la carretera por medio de la reserva natural formalizaron ayer sus denuncias ante tres miembros del Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza que llegaron a la comunidad de Trinidadcito. Los delegados se comprometieron a entregar su informe de viaje a Bolivia al líder religioso y a otras personalidades comprometidas con la lucha de los derechos del medioambiente.

Eran las 18:22 y el sol se resistía a ocultar sus brillos. De fondo se escucha la versión Coraje del cantautor Luis Rico. Los indígenas se emocionaron y se abrazaron. Recuerdan la desgracia de 2011, cuando fueron reprimidos por la Policía cerca de Chaparina (San Borja), mientras intentaban llegar a pie a La Paz desde Trinidad. Los tres miembros del tribunal se emocionaron y escucharon la letra de la canción. Solo dos de ellos la comprenden: Shannon Biggs, de EEUU, necesita ayuda de una traductora que le informa sobre lo que ocurre en el emotivo cierre de una jornada de audiencia.

Desde las 8:11, los tres miembros del tribunal, Alberto Acosta y Enrique Viale, además de Biggs, escucharon la posición de 28 líderes indígenas del Tipnis en la comunidad de Trinidadcito. Todos se centraron en la defensa del Tipnis y dividieron sus exposiciones en cuatro ejes: el Tipnis “como naturaleza”, “como pueblo”, la presentación del conflicto e impactos de la carretera. Los más veteranos, algunos exdirigentes, expusieron la problemática por la defensa de este territorio, entre ellos Marcial Fabricano, Fernando Vargas, Benigno Moza, Ovidio Teco y Matilde Noza.

Todos coincidieron en señalar la dificultad que atraviesa la dirigencia indígena en estos momentos, que es la división. Por eso exhortaron a los miembros del tribunal a que estos reclamos no queden en papeles y sean ellos el eco de sus reclamos en todo el mundo. Es por eso que surge el compromiso de la comisión de entregar su informe a diferentes personalidades, entre ellas al papa Francisco. Llevar el mensaje desde el Tipnis hasta el Vaticano.

Viale y Acosta harán las gestiones luego de que el informe sea entregado en la sesión del tribunal que se desarrollará en Quito (Ecuador), a finales de septiembre de este año. “Yo me comprometo a que este informe llegue a diferentes personalidades, lo haremos, hermanos, entre algunos entregaremos este informe al papa Francisco”, se comprometió Viale.

Acosta explicó que este tribunal no tiene ninguna decisión vinculante y que se guían en la ética para que los Estados cumplan con sus compromisos que firmaron. Remarcó que esta entidad se creó por mandato de la Conferencia Mundial para la Defensa de la Madre Tierra, que se celebró en 2010 en Tiquipaya, Cochabamba, y que fue alentada por el presidente de Bolivia, Evo Morales.

“Es curioso, porque es el mismo estimado presidente Evo Morales quien alentó y organizó la Conferencia Mundial de Tiquipaya. Es esa conferencia que pide la creación del Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza”, detalló Acosta, quien fue ministro de Energía y Minas y presidente de la Asamblea Constituyente en Ecuador.

El ahora activista mostró su posición en defensa del Tipnis y no dudó en repetirlo. “Hemos escuchado a personas que luchan y no bajan su guardia, que es valiosa. Yo también lucho para que se respeten los derechos de la naturaleza”, destacó Acosta, quien recordó que en el año 2011 y en el 2017 le entregó dos cartas al presidente Evo Morales pidiéndole que reflexione sobre la construcción de la carretera, que uniría Villa Tunari, en Cochabamba, con San Ignacio de Moxos, en el departamento de Beni.

Las comunidades que se oponen a la construcción de la carretera por el medio del Tipnis presentaron una serie de denuncias a los miembros del tribunal que llegó a Bolivia y que los visitó para escuchar la voz de los que viven dentro de la reserva natural. La queja más repetitiva fue la insistencia del Gobierno en construir la vía. Este proyecto tiene tres tramos. El primero, de Villa Tunari a Isinuta, que ya ha sido concluido, mientras que el tercero está en proceso de construcción. El segundo tramo también avanza con la construcción de puentes y mejoramiento del camino.

Fernando Vargas, quien fue el líder de la Octava Marcha Indígena de 2011, se dedicó a exponer todo el marco normativo del conflicto que surgió a raíz del proyecto carretero. El activista demostró a los miembros del tribunal que la consulta que se realizó en el Tipnis fue a destiempo y condicionada. Además, recalcó que el Gobierno incumplió leyes y disposiciones legales para construir al menos ahora dos tramos del proyecto carretero.

“Acá hubo violaciones a los derechos de la Madre Tierra y fue este Gobierno quien los cometió, este Gobierno que hace creer en el mundo que es el principal defensor de la Pachamama, de la naturaleza. Eso no es así, nos patearon (en Chaparina) y luego se metieron a nuestra casa grande”, remarcó Vargas.

Mientras que Benigno Moza exigió que el tribunal no deje “en papeles” las denuncias que expusieron durante todo el día de ayer. Pidió que sus reclamos lleguen a “todo el mundo” y que se conozca a fondo la problemática del Tipnis.

“Muchos saben que este Gobierno viola los derechos humanos y los derechos de la naturaleza, pero son sus ministros y hasta el propio presidente (Morales) que van a todos los escenarios del mundo con nuestra plata a mostrar otras cosas. ¿Por qué hablan de la defensa de la naturaleza cuando acá construyen una carretera que maltrata nuestro hábitat?”, cuestionó ayer el dirigente.

Los miembros del tribunal seguirán recogiendo versiones de esta problemática y mañana tienen una dura misión: ingresar al Polígono 7, zona dominada por cocaleros y productores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) que se instalaron en esa área que pertenece al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.

Muchos llegaron hasta el lugar a caballo y otros lo hicieron a pie

La división en el Tipnis se ahonda y llega hasta las familias

En una familia indígena que vive en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) pueden encontrarse las dos posiciones que ahora son parte de la batalla por su casa grande. Unos apoyan la construcción de la carretera por medio de la reserva natural y otros se oponen. Eso replica en las comunidades y acusan al Gobierno de ejecutar planes para que esta ruptura siga su curso.

Benigno Moza relató que el dilema pasa en su familia. Tiene dos familiares que viven junto a él en la comunidad Nueva Galilea y que están del lado del Gobierno para que se construya la carretera, a pesar de que la vía no pasa por esa zona. “Mis cuñados están de acuerdo con construir la carretera, ellos reciben poco dinero y beneficios del Gobierno para ejecutar su plan. Eso pasa en varias comunidades”, relató. El Tipnis tiene oficialmente 64 comunidades, aunque según Fernando Vargas, líder de la Octava Marcha Indígena, dos poblados más se sumaron en el mapa de la reserva natural. Ayer llegaron a Trinidadcito corregidores de 14 comunidades y son ellos quienes están en desacuerdo con el proyecto vial.

Luciano Gutiérrez es corregidor de la comunidad de Santa María. Ayer expuso su preocupación por la división que hay en el Tipnis y culpó al Gobierno de ejecutar ese plan.