Costas, Quiroga, Mesa, Doria Medina y Cárdenas prometen un proyecto de unidad. Jóvenes autoconvocados se movilizaron, causaron destrozos y hay tres detenidos

El Deber logo
30 de noviembre de 2017, 6:05 AM
30 de noviembre de 2017, 6:05 AM

“Si no pueden unirse, yo puedo pasar talleres de capacitación, seminarios, para que se unan y nos enfrenten”, dijo ayer el presidente Evo Morales en Puerto Suárez, desafiando a la oposición a enfrentarlo en las elecciones generales de 2019. Mientras el mandatario ya se sentía candidato, en la comunidad internacional llegaban las críticas desde Chile y Estados Unidos y, en las calles de todo el país, la juventud autoconvocada protestaba en defensa del voto emitido el 21 de febrero de 2016.

Tras el silencio que reinó el martes en el Gobierno, el presidente fue el encargado de hablar sobre el fallo del Tribunal Constitucional, que dejó sin efecto cuatro artículos de la Constitución que limitaban la reelección a una sola en periodos continuos.

La molestia de los jóvenes en Santa Cruz se hizo notar. Foto: Fuad Landívar

 “Queremos continuar con el proceso, ellos cuestionan; pero algunos son eternos candidatos y eternos perdedores. Viendo las grandes concentraciones, estos eternos perdedores siento que van a seguir perdiendo”, desafió en Puerto Suárez. 

Recibió cuatro respuestas: la crítica del canciller chileno, Heraldo Muñoz, al irrespeto al voto popular; el pedido del Departamento de Estado de EEUU de que no vaya a la elección de un cuarto mandato (ver en la pág. 7), un pronunciamiento del G5 con promesa de unidad y múltiples protestas callejeras que tuvieron su mayor foco en Santa Cruz de la Sierra, donde hubo intento de tomas de la Brigada Parlamentaria y el Tribunal Electoral Departamental.

Los opositores
Al final de la tarde, el grupo de líderes de oposición integrado por los expresidentes Tuto Quiroga y Carlos Mesa; el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y dos jefes de partidos, Samuel Doria Medina (UN) y Rubén Costas (Demócratas) se pronunciaron sobre el fallo del TCP. 
Consideraron que la posibilidad de reelección indefinida “abre las compuertas para que Bolivia vaya en la ruta totalitaria en la que ya está la sufrida República de Venezuela”. Definen a los seis magistrados que firmaron el fallo como “un brazo ejecutor de los designios del Gobierno, que ha asestado un golpe al Estado de Derecho”.  En su último párrafo, el comunicado del grupo de los cinco se compromete a construir “una alternativa de esperanza y unidad para ofrecerle a Bolivia un horizonte democrático y plural, alejado del autoritarismo y de la corrupción”. Además, convocaron a votar nulo en las elecciones judiciales del 3 de diciembre.

Ante este comunicado, la ministra de Comunicación, Gisela López, aseguró que, como Gobierno, llevan 12 años esperando que la oposición plantee un proyecto alternativo al MAS. “Esa es la democracia, que le diga este es el modelo que queremos. En 12 años no le han propuesto absolutamente nada al país en términos económicos, políticos y sociales. No es nomás decir ‘voto nulo’ sin ninguna propuesta”, dijo López.

El momento en que un ladrillo golpea el costado del comandante Suárez. Foto: Fuad Landívar 


Las movilizaciones
Las plataformas ciudadanas que hicieron campaña por el No en el referendo del 21-F se convocaron a movilizarse en todo el país. Hubo protestas en La Paz, Cochabamba y Sucre, pero fue en Santa Cruz de la Sierra donde tuvieron más fuerza. 

“Mi voto se respeta”, “No tenemos miedo, carajo”, “El pueblo de pie, nunca de rodilla”, gritaban mientras se dirigían a la plaza 24 de Septiembre, donde tomaron la Brigada Parlamentaria Cruceña abriendo los portones a patadas. Luego de discursear desde el balcón, pusieron rumbo hacia el Tribunal Electoral Departamental y, pese a la oposición de algunos líderes y activistas, comenzaron a apedrear y lanzar cohetes a las puertas de vidrio hasta romperlas.

Allí quedó claro que la movilización era autoconvocada. “Y Costas dónde está, y Costas dónde está”, gritaban, mientras lo acusaban de cobarde, pero con términos homofóbicos. No bastó con el pronunciamiento del gobernador cruceño que lanzó desde San Ignacio de Velasco, los jóvenes querían a las autoridades junto a ellos en las calles. Tampoco se quedaron conformes con la convocatoria a Asamblea de la Cruceñidad hecha por el Comité pro San Cruz para el 6 de diciembre, querían paro cívico ya. Ante la ‘orfandad’ de líderes políticos, los jóvenes salieron a defender su voto y cuando se volvieron violentos fueron dispersados a punta de gases lacrimógenos. 

Durante el operativo fueron detenidos más de 25 manifestantes, pero la mayoría fueron liberados en pocos minutos. A las 23:00, el comandante de la Policía Rubén Suárez anunció que quedaban solo tres en celdas de la Policía y el presidente de la Brigada Cruceña, el diputado Henry Cabrera, anunció que se querellará contra ellos.