Cárdenas eligió como compañero de fórmula a Humberto Peinado para lograr el apoyo de conservadores; hasta ahora no lo consigue. Tiene un 2% en intención de voto

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28 de junio de 2019, 4:00 AM
28 de junio de 2019, 4:00 AM

La religión y la política parece que andan por caminos separados. Lo advirtió Jesús hace más de 2.000 años cuando fue tentado por los fariseos y él les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. El mensaje de separar lo terrenal de lo divino fue enviado también por representantes de algunas iglesias protestantes a Humberto Peinado, el joven pastor evangélico que fue invitado a postularse a la Vicepresidencia de Bolivia por UCS con la intención de captar el voto conservador y convertirse en el candidato ‘outsider’ de Bolivia, que hasta ahora no se consigue según las encuestas.

El antecedente más cercano es el de Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, quien se presentó a la Presidencia del vecino país con el modesto Partido Progresista (PP) y obtuvo un triunfo rutilante arropado por los conservadores. Para Víctor Hugo Cárdenas, candidato a la Presidencia por UCS, esta experiencia se puede replicar. “El hecho de tener como acompañante a un pastor evangélico sumará votos y fortalecerá la candidatura, ya que el 80% de la población boliviana es creyente”, afirmó.

Peinado indicó que recibió la invitación de ingresar a la política porque compartían criterios sobre la defensa a la vida, la familia natural y el rescate de los valores. Dijo que aceptó la candidatura después de haber sido postulado por un grupo de pastores miembros de su iglesia que comprometieron su voto.

En contrapartida, el vicepresidente de la Alianza Evangélica Latina, Agustín Aguilera, afirmó que por principios y normas internas la Iglesia evangélica no apoya ninguna candidatura o partido político, por lo tanto, cada ciudadano está en la libertad de escoger al candidato que vea conveniente.

En la misma línea, Alberto Sánchez, presidente de la Asociación de Iglesias Evangélicas de Chuquisaca, manifestó que no existe compromiso con ningún candidato u organización política que participarán en las elecciones generales del 20 de octubre. “La función de la iglesia es predicar el evangelio, por eso es imposible apoyar una candidatura, a un partido o al Gobierno. La política no es tarea de la iglesia”, sentenció.

No obstante, Peinado aclaró que aunque la Iglesia evangélica institucionalmente no puede asumir una postura política, sus líderes y miembros pueden apoyar a cualquier candidato en ejercicio de su ciudadanía, de sus derechos civiles y políticos. Además, aseguró que los líderes de la Iglesia en todo Bolivia apoyan su candidatura.

“Estoy visitando constantemente las iglesias realizando reuniones con los miembros para realizar oraciones por el país; soy pastor evangélico y en la iglesia congregamos a más de dos millones de personas solo en Santa Cruz”, afirmó Peinado, aunque según el censo del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el departamento hay tres millones de habitantes y la mayoría profesa el catolicismo.

Contrariamente a las expectativas de Cárdenas y Peinado, en las últimas encuestas publicadas en medios -el periódico Pagina Siete y la red de televisión RTP- en abril la intención de voto del binomio oscilaba entre el 1% y 2%.

En criterio de la socióloga Gloria Ruiz, el resurgimiento de grupos conservadores y fundamentalistas pretende frenar los avances legislativos relacionados con los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales.

“Toda manifestación política es la descripción de la descomposición de algo; en este caso, de los partidos de derecha que no lograron rearticularse luego del quiebre neoliberal y, en respuesta, emergen candidaturas antiderechos, como la de Cárdenas, que expresó que las niñas víctimas de violación deben ser madres porque están preparadas para ello”, dijo Ruiz.