Los investigadores trabajan sobre las hipótesis de posibles riñas familiares y de un probable accidente que segó la vida de 12 personas el sábado 10 y martes 13. Fiscalía amplía las indagaciones hasta Cochabamba

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18 de febrero de 2018, 4:00 AM
18 de febrero de 2018, 4:00 AM

La Policía y la Fiscalía  de Oruro manejan al menos cinco hipótesis de los hechos ocurridos el sábado 10 y martes 13 de febrero durante el Carnaval, donde dos explosiones acabaron con la vida de 12 personas y dejaron a otras 50 heridas.

La primera que se dio a conocer, aunque ahora casi descartada, es que la primera detonación la provocó una garrafa de gas en una calle aledaña a la entrada de Carnaval en la ciudad folclórica de Oruro, en el puesto de venta de comida de Ana Fernández (71).

“El aceite caliente provocó el deterioro de la manguera, que ocasionó la fuga de gas y derivó en la explosión. El radio de acción fue de 50 metros a la redonda, con fallecidos y heridos”, fue lo primero que informó oficialmente el comandante departamental de la Policía de Oruro, Romel César Raña, unas horas después del primer incidente. Sin embargo, hasta ahora, las autoridades no han mostrado ninguna evidencia de la garrafa que supuestamente reventó por efectos del calor.

Lo cierto fue que entre la calle Bakovic y avenida del Ejército, cerca de las 18:30, un estallido hizo volar y despedazar cuerpos humanos, destruyó varias casetas donde vendían comida, bebida y varios accesorios carnavaleros, además de destrozar los vidrios de los edificios aledaños.

Una familia de ocho miembros murió en ese instante y otros fallecieron en los hospitales.

 

Entorno familiar

Los investigadores manejan también la idea de que haya una represalia del entorno familiar de los fallecidos.

La Policía en Oruro citó el jueves, con carácter de testigos, a cuatro personas, dos mujeres y dos varones, familiares de las ocho víctimas mortales del sábado 10. 

Luego de prestar sus testimonios en la Fuerza Especial de Lucha Contra del Crimen (Felcc-Oruro), fueron enviados a la Fiscalía donde se les practicó un examen de guantelete para evidenciar si manipularon artefactos explosivos.

La Policía no suministró información oficial de lo que está ocurriendo con esas investigaciones. Sin embargo, con los testimonios de los citados, la Fiscalía se trasladó el viernes a la ciudad de Cochabamba donde buscan a un presunto fugitivo que conoce las verdaderas causas de los hechos.

Otros familiares de los citados dieron a conocer que estos más bien son víctimas y que estuvieron escondidos los últimos días por temor a correr la misma suerte que la de sus familiares muertos, pues temen de represalias.

Edwin Gutiérrez, otro familiar, hizo notar que el sábado atentaron contra su familia, así como el día martes. “Fue demasiado casual, cuando estuvimos en el lugar de los hechos de la primera explosión (el sábado) y después que sucediera otro estallido de dinamita (el martes) cerca de nosotros".

“Mis sobrinos creen que se trata de una acción contra ellos y desde el martes, con todo el miedo que tienen, resguardaron su integridad en una casa de la familia", reveló Gutiérrez. Se sospecha de una segunda familia que habría formado uno de los fallecidos trataría de vengarse por razones desconocidas, todavía.

La Policía en Oruro está en aprontes y cree que se enfrenta con criminales sin escrúpulos, por lo que una de las instrucciones es caminar completamente armados y observar con detalle cada indicio que permita conocer a los verdaderos culpables.

 

Venta de dinamita

Otra hipótesis de algunos vecinos del lugar es que habría sido un accidente fatal, puesto que por el lugar se expenden explosivos que son usados para la minería.

De tal manera que a alguno de los vendedores pudo habérsele caído algún cachorro de dinamita y fue solo cuestión de tiempo para que, por la cercanía con el fuego, la mecha se encendiera y provocara las muertes, al menos en la primera explosión.

 

Granada de guerra

A unos días de la primera explosión, familiares de los ocho fallecidos dijeron haber identificado a dos personas que habrían activado una granada de guerra.

Entre llantos, dos mujeres denunciaron a algunos medios de comunicación que el estallido ocurrió a pasos del puesto de venta de Ana Fernández.

Los jóvenes identificados habrían sido afectados por la explosión y fueron hospitalizados, uno con heridas graves  en el ojo y  otro la pierna.

 

Relación indirecta

Otra hipótesis de una última sospecha policial es una posible relación indirecta con la primera pareja que fue aprehendida con fines investigativos, en un vehículo verde que transitaba por el lugar de la segunda explosión.

Algunas fuentes informativas mencionaron que la pareja fue la que lanzó una bolsa con explosivos en la calle Caro esquina Bakovic. Los motivos aún se desconocen. Las dos personas explicaron en principio que pasaban por el lugar con sus hijos y fueron víctimas del estallido por lo que decidieron dar aviso a la Policía minutos después.

Pero en el transcurso de las investigaciones, las pesquisas notaron que llevaban “ocho balas ensarradas sin utilidad de una carabina 30 milímetros”, según el fiscal departamental de Oruro, Mario Rocha. Hasta el jueves, la Fiscalía los apartó del  caso de las explosiones, aunque los imputó por portación ilegal de municiones.

 

Tipo de detonaciones

El estallido del martes 13, según el comandante general de la Policía Boliviana, Faustino Mendoza, fue producto del uso de tres kilos de dinamita con anfo. Con ello, la versión de algún tipo de atentado se vuelve más verosímil, en este caso ya es un tema de Estado por parte de la Policía y las autoridades de Gobierno.

También se estima que pudo haberse usado una granada. Luego de varios días de pericias, los especialistas en explosivos han enviado las pruebas recolectadas a los laboratorios del  Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP) de La Paz.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, aclaró hace dos días, que los resultados se conocerán en los próximos diez días.

 

Hechos anteriores

Llamó la atención que en abril de 2016 haya existido una pelea entre vecinos y la Alcaldía de Oruro, cerca del lugar de los estallidos, donde se utilizó dinamita.

Los medios locales informaron en ese entonces, que el proyecto del puente vehicular de la avenida Ejército provocó la pelea. Según el informe de los trabajadores de la empresa El Ceibo, los vecinos se opusieron al inicio de obras, con el decomiso de herramientas y paneles.

“Se utilizaron dinamitas para dispersar a los trabajadores de la empresa constructora”, se lee en la nota periodística de un medio local en esa época.