En el oficialismo hay poca autocrítica. Solamente García Linera admite que la militancia del MAS es débil. El 21-F y las primarias fueron los tropiezos.

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3 de febrero de 2019, 12:00 PM
3 de febrero de 2019, 12:00 PM

Todos ven los tropiezos del Movimiento Al Socialismo (MAS), menos el propio oficialismo. Dos fuertes golpes electorales en tres años sufrió el partido de Evo Morales y bajo ese examen se alista para encarar la prueba de fuego: las elecciones generales del 27 de octubre de este año. A la temática plebiscitaria se suman actos políticos que desgastan la imagen del mandatario. La oposición aprovecha estos ‘autogoles’ para sacar rédito. El referendo del 21 de febrero de 2016 fue el inicio de la caída del MAS.

La población le negó a Evo Morales una cuarta repostulación consecutiva, pero aun así el líder oficialista participará de las justas de octubre por el fallo que emitió el Tribunal Constitucional Plurinacional, que dio luz verde a la reelección de todas las autoridades políticas del país. Algunos magistrados que emitieron esa decisión ahora son servidores públicos y uno es diplomático en Europa.

En esa consulta el No resultó mayoritario con el 51,3% de votos válidos, frente al 48,7% de sufragios del Sí. La opción No Iván Paredes Tamayo [email protected] ganó en seis de los nueve departamentos: Chuquisaca, Potosí, Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, y el Sí venció en las regiones de La Paz, Cochabamba y Oruro. Ese mapeo es interesante para trabajar políticamente en las regiones opuestas al MAS.

Aunque en las últimas primarias -desarrolladas el 27 de enero- solamente en Cochabamba el MAS pudo pasar del 50% de votación de militancia. El analista Franz Helguero considera que el MAS no puede “levantarse” del revés que recibió el 21 de febrero de 2016. En su percepción detalla que existe un desgaste político “normal” del presidente Morales, cansancio de la militancia oficialista y también de la población por hechos de corrupción.

“Pero eso no significa que la oposición esté bien parada. Esa votación que ganó el 21-F no es un voto opositor, es un voto que expresa cansancio al proyecto del MAS y ahí se pueden incluir militantes del oficialismo. La oposición hasta ahora no muestra unidad y se embarca a intereses propios y no colectivos, que a la larga les pueden jugar en contra”, remarca Helguero. Los resultados del 21-F fueron un fuerte golpe político para el MAS. Nunca el partido de Evo había perdido en las urnas desde que llegó a Palacio Quemado y esa conclusión provocó que el oficialismo trabaje en estrategias para recuperar el voto. Juan Ramón Quintana retornó al gabinete ministerial, pero antes de partir a La Habana para asumir labores diplomáticas, en mayo de 2017, el ahora ministro de la Presidencia reprochaba a sus bases por los resultados del 21-F y por la inclusión de agentes de la oposición en alcaldías masistas.

La reflexión de Quintana
“Hay compañeros que con gran entusiasmo contratan a la oposición. Permiten que la oposi ción esté en su municipio, como si la oposición tuviera vocación de servicio. Hacen campaña contra nosotros y veo a pillastres de la oposición en nuestros municipios. Cuál es el mérito de contratar a la oposición, qué han hecho para que después de rompernos el lomo tengamos que pagarles.

Eso les cuestiona la base y les hace perder la confianza de la gente (...) Si esos tipos de la oposición que trabajan con nosotros contribuirían, no hubieron perdido con la paliza que nos dieron el 21-F. No se equivoquen, la estamos pelando, pero podemos superar nuestras dificultades. Por eso es importante hacer autocrítica”, decía Quintana, en una charla política en la región beniana. Ese tropiezo no fue subsanado del todo. Es más, públicamente se aceptaba los resultados y no había autocrítica.

El diputado opositor Luis Dorado señala que en el MAS no pudieron reaccionar ante la presión ciudadana que se organizó en plataformas. “Esa es la gran virtud de los colectivos ciudadanos, lograron parar al MAS sin ser de un partido de oposición. Y ahora se ve ese mismo resultado, y creo, peor aún con las elecciones primarias, porque ni la propia militancia del MAS le dio apoyo a Evo Morales”, dice.

El politólogo Rolando Tellería ve como una segunda derrota del MAS los resultados de las elecciones primarias. El experto considera que la militancia masista dio la espalda a Evo Morales, lo que significa -dice- un fracaso político. “La ausencia de la propia militancia del oficialismo y la poca participación de la ciudadanía confirman esta derrota. Más allá de medir fuerzas, lo que se observó más bien, en las mesas y recintos vacíos de votación, es un rechazo generalizado de la ciudadanía a estas insólitas elecciones primarias con binomios únicos”, destaca Tellería.

Camino difícil

El camino para el MAS se hace difícil para llegar a octubre, aunque haya escasa autocrítica en los jefes de esa tienda política. Tellería señala que el rechazo al binomio oficialista en las capitales de departamento crece, a pesar de la campaña diaria que ejerce Evo Morales. El vicepresidente Álvaro García puso calma en el análisis de los resultados. La autoridad admite que en los partidos políticos existe una débil militancia, incluyendo al MAS.

Además, el mandatario aprovecha para cuestionar a la oposición por no tener participación nacional. “Existe una débil militancia partidaria para todos sin excepción, incluido el Movimiento Al Socialismo, que si bien tiene una buena cantidad de votantes y tiene presencia nacional, aún en él también se refleja que hay una militancia continua de mediana envergadura”, reconoce García Linera. Esa no es la idea de Evo Morales. Él se siente ganador y no hace ningún tipo de análisis. Es más, dice que el MAS es el partido más grande de la región. Lanza el dato sin mostrar esta dísticas de otras organizaciones de América Latina. “Esta mañana (miércoles 30 de enero) hemos evaluado que Bolivia tiene ese movimiento político consolidado. Muchas gracias por ese apoyo, más del 45% de participación (...) ¿La derecha con cuánto se queda?, con 6% y 7% en las elecciones primarias y 45% es gran triunfo, es el mazazo a la derecha, esa es la conciencia del pueblo boliviano”, destaca el mandatario. Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el Movimiento Al Socialismo logró movilizar a 451.026 militantes durante las elecciones primarias realizadas el domingo, esto significa que el nivel de participación del oficialismo alcanzó un 45,51%. El ente electoral mostró los resultados con el 100% de las actas computadas a escala nacional. 

El binomio oficialista, Evo Morales y Álvaro García Linera, consiguió un 90,3% de los votos, mientras que un 3,91% sufragó en blanco y el 6,06% anuló su voto, algo que llamó la atención del segundo mandatario. El desglose por departamentos revela que el MAS tiene la siguiente fuerza: Chuquisaca, 44,1%; La Paz, 36,90%; Cochabamba, 61,82%; Oruro, 32,12%; Potosí, 47,90%; Tarija, 35,10%; Santa Cruz, 40,75%; Beni, 52,15%; Pando, 47,42%.

A escala nacional, la participación de la militancia opositora fue la siguiente: Bolivia dice No, 6,42%; Comunidad Ciudadana, 5,63%; Frente Para la Victoria, 6,55%; Movimiento Nacionalista Revolucionario, 8,34%; Movimiento Tercer Sistema, 7,31%; Partido de Acción Nacional Boliviano, 3,77%; Partido Demó- crata Cristiano, 4,55%; Unidad Cívica Solidaridad, 4,98%. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, también muestra satisfacción por los resultados de las elecciones primarias y destaca que los resultados son un espaldarazo para el binomio del partido oficialista. “Son elecciones voluntarias, de participación libre, que en el caso de nuestro país ni siquiera ha significado la paralización de actividades que desarrolla la población, y en este contexto hemos tenido un buen nivel de participación.

Queremos hacer notar que el Movimiento Al Socialismo ha tenido un nivel de participantes de militantes del 48%”, remarca Romero. Carlos Mesa analiza que tanto el 21-F y las primarias son muestras de que el MAS perdió respaldo ciudadano, aunque pone énfasis en el desconocimiento de los resultados del referendo. “Que el presidente Morales haya desconocido la votación popular es un error irremediable que tendrá su propia factura”, resalta.

El panorama que lanza los resultados de las primarias

El Movimiento Al Socialismo (MAS) muestra preocupación por su poca llegada al área urbana del país. Dice que trabajará más en esas regiones, mientras que la oposición no agarra las primarias para hacer análisis.

Muchos ven que las primarias sirvieron para rayar el camino rumbo a las elecciones generales de octubre de esta gestión, aunque existen voces que no ven datos certeros para trabajar en un diseño de campaña. El Movimiento Al Socialismo (MAS) inicia la evaluación y observa su alcance nacional, aunque le preocupa que no haya crecido en el área urbana. La oposición no cree en los datos que lanzó las justas internas.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, evalúa los datos y concluye que el MAS no solo ratificó una “presencia territorial extensa y demostró ser la estructura política más organizada”; sino que “es el partido político con mayor militancia de la región, si se compara el porcentaje con el padrón electoral. Un criterio similar expresó el lunes el ministro de Comunicación, Manuel Canelas.

Sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, admite que los resultados de las internas muestran que el MAS debe trabajar en las capitales de departamento para crecer en votación.

“Estos resultados sirven para profundizar la democracia en el país, pero también sirven para un análisis interno en cada partido, me imagino. Nosotros, como Movimiento Al Socialismo, debemos trabajar más en las áreas urbanas, hablar con la gente y mostrar los logros que se obtuvieron en estos últimos 13 años de Evo Morales”, dice Borda.

En la oposición no hay análisis similar. Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, califica como un “fiasco” las primarias, mientras que Óscar Ortiz, de Bolivia Dice No, afirma que estos resultados deben preocupar al oficialismo y no a la oposición. “Es una derrota para el MAS, es una nueva derrota para el MAS”, dice.

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