Las organizaciones políticas no quieren hablar de montos, pero destacan que los aportes de sus militantes serán la base económica para llevar adelante un proyecto proselitista con miras a 2019

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10 de diciembre de 2018, 5:00 AM
10 de diciembre de 2018, 5:00 AM

Bolivia nunca vivió una intensa y cansadora campaña electoral como la que está viviendo ahora. Además de ser desigual -como en los tres pasados procesos eleccionarios-, las estrategias plebiscitarias muestran dos aspectos esenciales para lograr resultados: manejo óptimo de redes sociales y contacto directo con la población. Las organizaciones políticas no quieren hablar de presupuestos económicos, pero anticipan que serán austeros.

Evo Morales llegó hace 11 días al Tribunal Supremo Electoral (TSE) sonriente y se sintió abrazado por el calor de su militancia. Tenía su “campañera” (chamarra azul) y daba inicio, luego de entregar su candidatura a la secretaría de cámara del ente electoral, a la campaña electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS) con un mensaje a todos los opositores: “Será una paliza a la derecha”, auguraba el mandatario, que estuvo acompañado de Álvaro García Linera, su “yunta” y candidato a vicepresidente.

Más tarde llegaba Carlos Mesa con Gustavo Pedraza. Ambos candidatos de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) también inscribieron sus postulaciones y la respuesta a Evo no fue la prioridad. Lanzaron su campaña con base en el contacto ciudadano.

Así llegaron los demás candidatos presidenciales al ente electoral, como Víctor Hugo Cárdenas, de Unidad Cívica Solidaridad (UCS); Óscar Ortiz, de Bolivia Dice No; Jaime Paz Zamora, del Partido Demócrata Cristiano (PDC); Félix Patzi, del Movimiento Tercer Sistema (MTS); Virginio Lema, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR); Ruth Nina, del Partido de Acción Nacional Boliviano (Panbol); e Israel Rodríguez, del Frente Para la Victoria (FPV). Este último postulante fue inhabilitado por el TSE.

Ese 28 de noviembre se iniciaron los discursos para atraer votantes. Y ese día comenzaba la campaña electoral más larga de su historia: 11 meses plebiscitarios hasta llegar a los comicios generales de octubre de 2018.

Larga campaña

Ricardo Paz Ballivián es experto en marketing electoral. Ahora trabaja en el equipo de Carlos Mesa. El experto explica que en teoría afrontar una larga campaña electoral puede traer mejores resultados porque se hace una mejor investigación, un mejor análisis y no existe mucha presión.

“Eso es en teoría. Sostener una campaña larga en Bolivia es difícil, pero para el Gobierno será fácil. El problema será para las candidaturas opositoras, hay que ser muy creativos. Y una campaña electoral implica recursos económicos. Nosotros haremos una campaña muy austera, con recursos económicos mínimos”, detalla Paz Ballivián.

El asesor de Mesa evita hablar del dinero presupuestado para la campaña y argumenta que es pronto para hablar de montos.

Cárdenas, de UCS, también evita hablar de cifras, pero descarta una campaña ostentosa. La idea, dice, es llegar a la población bajo un lema: el respeto al voto del 21-F. El candidato presidencial señala que serán costos bajos los que se utilicen para llegar a la población. La prioridad es llegar a todo el país, y La Paz y Santa Cruz serán los cuarteles de dirección.

“Llegaremos a todo el país, eso es seguro. Utilizaremos una campaña electoral muy austera para llegar a toda la población. Veremos las redes sociales, el contacto directo con la gente y muchas otras opciones más. La cosa es mostrar que existe una dupla ilegal, que es del Movimiento Al Socialismo (MAS) y que violó el Estado de derecho en este país”, remarca Cárdenas.

La alianza Bolivia Dice No, que impulsa a Óscar Ortiz y a Edwin Rodríguez, se enfoca en consolidar la dupla y, por ahora, en la inhabilitación de Evo Morales y Álvaro García, binomio del MAS.

“No tenemos un presupuesto para la campaña electoral, eso es difícil de calcular por ahora. Pero la idea es llegar a toda la gente y buscar respaldos en todo el país. Vamos a llegar a todo el país, eso es seguro”, destaca Rodríguez, candidato a la Vicepresidencia de Bolivia Dice No.

Las demás organizaciones de oposición manejan también un silencio en el presupuesto de sus campañas. Paz Zamora, presidenciable del PDC, no quiere hablar de dinero y dice que ahora la democracia en el país está “herida de muerte” por la decisión del TSE de habilitar a Evo y Álvaro para ir a las primarias, el 27 de enero de 2019.

“No es momento de hablar de dinero, de lo que se gastará en campaña, por favor. El país sufrió un golpe a la democracia y queremos hablar de dinero de campañas. Se debe visibilizar que hay una dupla ilegal, una dupla trucha, pero aún así seguiremos y llegaremos a todo el país”, remarca Paz Zamora.

El expresidente no habla de cifras, pero dice que tiene base en todo el país y que su estrategia se enfocará en el contacto con la gente. “Le aseguro que llegaremos a todo el país. Tenemos gente capaz y con valores que llevarán esta campaña adelante”, destaca Paz Zamora.

Gestión y campaña

El oficialismo tiene el privilegio -como en elecciones anteriores- de contar con su candidato haciendo gestión pública. Evo Morales utiliza recursos y bienes del Estado para hacer su trabajo, pero aprovecha para el proselitismo. Segundina Flores, responsable de la economía del MAS, destaca que el partido oficialista se debe a aportes propios y que los trabajos en regiones se gestiona con las departamentales.

“Nosotros no planificamos todavía cuánto gastaremos, es muy pronto, compañero. Pero le digo que los militantes aportan y eso va a un fondo común para desarrollar la campaña. No sé cuánto hay (de dinero) ahora, pero esos aportes son nuestra base para nuestra campaña electoral”, remarca Flores.

Jorge Silva es un antiguo militante del MAS. Fue diputado y ahora es concejal en La Paz. Hace la vocería de campaña y destaca que el oficialismo no acudirá a la ofensa y a la guerra sucia. Aún así, destaca que los aportes de los militantes sostendrán toda la estrategia electoral del MAS.

“Hoy el MAS está diseñando su campaña que va a estar en el marco de la modernidad, para tener una campaña sana y limpia dirigida a los habitantes del país que apoyan continuar con este proceso de cambio”, dice Silva.

El concejal masista descarta la “vieja estrategia” de pintar paredes y colocar panfletos. “Vamos a dejar detrás la campaña tradicional de las pinturas, de los afiches. Parecía que antes ganaba quien ensuciaba más la ciudad. Ahora se deben mostrar otros recursos que no necesariamente tengan mucho gasto económico, como antes”, recalca el oficialista.

En la lucha electoral se instala una nueva herramienta de pelea. Son las redes sociales. Todos los binomios utilizarán la estrategia, pero son pocos quienes destinan recursos para que las nuevas tecnologías sean un éxito.

El analista Marcelo Silva considera que la aprobación de la Ley de Organizaciones Políticas dio inicio a la campaña electoral sin conocer a los candidatos. El experto cuestiona que antes de que se conozca a los binomios se haya arrancado una carrera electoral.

“Es que estamos en campaña todo el tiempo. Se pueden ver dos factores. Por un lado, la oposición cuestiona todo lo que hace el MAS y lo que hace el presidente Evo Morales, pero por otro lado, el MAS abusa todo lo que es gestión para lograr réditos políticos. Eso se lo ve hace tiempo, desde el momento que Evo Morales decidió repostularse la primera vez”, resalta Silva.

El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Jacinto Herrera, adelanta que el MAS y las organizaciones sociales que son parte del “proceso de cambio” se preparan para iniciar en enero de 2019 la campaña en favor del binomio oficialista.

“Nosotros, la campaña electoral vamos a iniciar desde enero de 2019. En lo que resta de este año tenemos que prepararnos para llegar bien a enero de 2019 y arrancar la campaña electoral. Nuestra idea, y es por sectores, es agarrar espacios y ahí hacer campaña. Tenemos aportes económicos y con eso vamos a solventar nuestra campaña”, dice Herrera.

El dirigente añade que al interior del MAS analizan cómo potencializar la campaña a favor de Evo Morales, aunque dice desconocer del monto en total que empleará el oficialismo para levantar la imagen de su dupla.

“Es que cada organización hace su aporte. Nosotros, como campesinos, hacemos un aporte voluntario. Y así hay muchos militantes que realizan su aporte para que el binomio Evo-Álvaro siga adelante. Un ejemplo, las bartolinas también aportan a la campaña. Así se generan nuestros recursos”, detalla Herrera.

Y en esa línea Flores añade que en el Pacto de Unidad, sectores sociales afines al oficialismo, se trabaja en estrategias para impulsar la dupla electoral. Insiste que los montos aún no son evidentes. “Cada organización aporta lo suyo. No hay obligaciones, pero en cada organización hay militantes que quieren que este proceso de cambio siga adelante”, remarca.

Los otros partidos de oposición tienen un panorama más difícil. El vocero de Panbol, Franz Tórrez, admite que la lucha electoral será desigual y que las organizaciones pequeñas sufrirán por los montos pequeños con los que administrarán sus campañas.

“Es claro que ingresamos a un campo totalmente desigual. El MAS tiene todo el aparato para seguir en el poder, tiene medios de comunicación y dinero público. Otros partidos de oposición son financiados por gente de afuera y tienen recursos de empresarios. Pero nosotros partimos con poco, por eso será difícil y desigual esta campaña”, relata Tórrez.

Por ahora, la pausa electoral se centra en el debate de la inhabilitación de los oficialistas Evo Morales y Álvaro García. Pero aún así, la campaña proselitista sigue cada día y se desplaza, sobre todo, en las redes sociales.

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