Aunque el dictamen resulte favorable a Bolivia, la negociación depende de Chile. Por ahora no existe  un clima para iniciar un diálogo, a pesar de que en Santiago surgen voces a favor de La Paz

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25 de marzo de 2018, 8:00 AM
25 de marzo de 2018, 8:00 AM

Más allá del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se debe calcular el ánimo que tiene Chile para solucionar el centenario conflicto marítimo. Está en manos de La Moneda el final de este problema, que por el momento no tiene un buen ambiente para un escenario posdemanda. La Paz enumeró –durante sus alegatos orales ante el tribunal– las veces que Chile se comprometió para que Bolivia retorne a un acceso soberano al mar.   

El equipo boliviano tuvo seis horas para rebatir la postura chilena. Lo hizo explicando los compromisos que Chile ofreció para solucionar el conflicto. Fueron enumeradas 12 acciones – aunque El libro del mar aglutina 20 compromisos de Chile– que tuvieron firmas de autoridades, de las cuales cinco sobresalieron en los alegatos bolivianos: el Acta Protocolizada del 10 de enero de 1920, la propuesta Kellogg de 1926, el acuerdo emergente del intercambio de notas de 1950, el memorándum del embajador Manuel Trucco de 1961 y los compromisos emergentes de la negociación de Charaña, entre 1975 y 1978. 

 El agente boliviano, Eduardo Rodríguez Veltzé, inició la explicación nacional. Fue directo y corto en su intervención. “Bolivia no le pide a esta Corte que determine las modalidades específicas del acceso soberano al mar, simplemente le pide a esta Corte que Chile regrese a la mesa de negociación de buena fe y de manera acorde con sus compromisos reiterados en varias ocasiones a Bolivia para poner fin a la falta de acceso al mar”, pidió el también exmandatario del país. 

Depende de Chile

Andrés Guzmán Escobari es economista y experto en temas internacionales y diplomáticos. El analista coincide con la masa que calificó de “excelente” la disertación jurídica de los seis abogados internacionales. Pero más allá de esa explicación, Guzmán concluye que el éxito de todo este trabajo está en manos de Chile.   

“Todo depende de la buena fe con la que Chile actúe y, en la misma medida, también dependerá de la habilidad de que Bolivia negocie. Bolivia tiene que proponer algo interesante y Chile tiene que actuar con predisposición para revisar esa propuesta. Pero no vemos una buena voluntad chilena ni una disposición boliviana de querer negociar con esos ataques”, remarca Guzmán Escobari. 

El experto ve que “no existe un ambiente de negociación, no se creó ni se trabajó”. Guzmán, aun así, dice que la demanda no se extingue y que
el escenario posdemanda puede ser instalado en otros gobiernos que no sean de Sebastián Piñera y Evo Morales. 

“Hemos esperado 139 años y podemos esperar 20 o 30 años más, pero la idea es recuperar el mar con soberanía”, enfatiza. 

En esa línea está el analista de temas internacionales Álvaro del Pozo, quien destaca que más allá del fallo de la CIJ está la predisposición de Chile para iniciar una negociación. “La pelota está y estará en la cancha de Chile, eso será ahora y después del fallo de la Corte”, remarca. 

En el lado chileno existe un análisis similar, pero siempre intentando rebatir la obligación de negociar un acceso soberano. Paz Zárate es experta chilena en Derecho Internacional Público. Ella subraya que “la Corte no puede predeterminar el resultado de esa negociación. Eso fue lo que se dijo en la etapa anterior. Así que si Bolivia llega a tener un éxito en esta demanda, será solo para establecer que existe una obligación que se ha incumplido”. 

El pasado lunes se inició la fase oral de la demanda marítima que Bolivia instaló en 2013 ante la CIJ. La Paz reclama que Santiago cumpla sus compromisos respecto al mar a lo largo de la historia. 

La defensa de Bolivia puso en énfasis tres puntos de pedido a la Corte: que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a este país una salida plenamente soberana al océano Pacífico; que Santiago ha incumplido dicha obligación y que Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente soberana al océano Pacífico.   

Hay optimismo

El ministro de Justicia, Héctor Arce, sostiene que en los dos días de los alegatos bolivianos “las líneas de defensa de Chile han sido devastadas”. La autoridad destaca el rol del equipo de los abogados, quienes explicaron los compromisos de Chile a Bolivia. 

Entre los compromisos también se incluyeron –a cargo de la abogada Amy Sander– las resoluciones de la Organización de Estados
Americanos (OEA) en las que Chile firma por una solución al conflicto con una salida soberana al mar para Bolivia. “Estas resoluciones no son recomendaciones, sino son compromisos de cumplimiento”, detalla Guzmán.

Las cinco propuestas de acceso al mar

Acta protocolizada del  10 de enero de 1920
En 1920, el diplomático chileno acreditado en La Paz, Emilio Bello, suscribió un acta con el canciller boliviano Carlos Gutiérrez. Se estableció que existía por parte de Chile el mayor deseo de procurar un acuerdo con Bolivia que le permitiera obtener una salida propia al océano Pacífico, independientemente del Tratado de 1904.

La propuesta del secretario Kellogg de 1926
En 1926, el secretario de Estado de Estados Unidos, Frank Kellogg, propuso a los gobiernos de Perú y Chile que renunciaran a sus derechos sobre Arica y Tacna y se los cedieran a perpetuidad a Bolivia como una compensación adecuada a ser negociada. Santiago aceptó, pero Lima no estuvo de acuerdo. 

El acuerdo del intercambio de notas de 1950
Con motivo de la transmisión de mando presidencial en Chile, el nuevo mandatario, Gabriel González Videla, manifestó al canciller boliviano Aniceto Solares y al embajador Alberto Ostria su aceptación para iniciar negociaciones con miras a otorgar una salida al mar con soberanía para Bolivia. Se suscribieron varias notas. 

El memorándum del embajador Manuel Trucco
Chile, mediante su embajador, Manuel Trucco, presentó un memorándum el 10 de julio de 1961 en el que ratificó su obligación de negociar el acceso soberano al mar a favor de Bolivia en los términos del acuerdo de junio de 1950. En 1962, Chile desvió las aguas del río Lauca, lo que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas. 

Los compromisos de la negociación de Charaña
Chile propuso a Bolivia el 19 de diciembre de 1975 la cesión de una costa marítima soberana, ubicada al norte de Arica hasta la Línea de la Concordia, unida al territorio boliviano por una franja territorial, igualmente soberana. Chile introdujo el canje territorial y Perú se opuso a entregar territorios que antes le pertenecían.  

Elementos clave

55 ocasiones.  El economista Andrés Guzmán Escobari, en su libro Un mar de promesas incumplidas, enumeró las 55 veces en las que Chile manifestó su interés de arreglar el conflicto marítimo. Además, existen 20 compromisos firmados por Santiago. 

Evo va otra vez.  El presidente Evo Morales volverá a La Haya, Holanda, para encabezar el equipo boliviano. Mañana, los abogados internacionales mostrarán la réplica boliviana a los alegatos que expuso el equipo chileno. Santiago entregará su dúplica el miércoles. 

Fecha del fallo.  La CIJ se tomará su tiempo para dictar el fallo de la demanda marítima. Según los expertos bolivianos, el dictamen puede llegar hasta fin de año. En Chile ya hablan de posibles soluciones y Evo Morales agradeció ese respaldo. Bolivia inicia en reserva el trabajo de una comisión que trabajará luego de conocer el fallo de la Corte.