La crisis judicial y en salud son los problemas con los que más tropezó el MAS. Se anunciaron reformas y hasta la fecha no existen resultados positivos. El SUS, una promesa de años, avanza con obstáculos

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27 de enero de 2019, 4:00 AM
27 de enero de 2019, 4:00 AM

El Movimiento Al Socialismo (MAS) hizo lo que pudo para cumplir sus propuestas electorales, pero cuatro ejes son los que no se realizaron y que de a poco se transforman en piedras en los zapatos del oficialismo. La crisis de la justicia, el tema de salud, la falta de empleo y los casos de corrupción son temá- ticas que tienen bastantes promesas en cada proceso plebiscitario; sin embargo, hasta ahora no existen soluciones La crisis judicial es un problema que el MAS lo arrastra y que parece no haber solución.

La reforma a este tema no logra aterrizar. Cada vez que se cierra una gestión, la justicia boliviana no recibe halagos; al contrario, es criticada. Hoy, se trabaja en propuestas para mejorar el sistema judicial y, entre ellos, se exige triplicar la cantidad de juzgados, lo que significa más presupuesto e infraestructura.

El ministro de Justicia, Héctor Arce, identifica tres males que perjudican la reforma judicial: el desarrollo normativo con la implementación de los llamados códigos Morales, el talento humano como elemento central para operar la maquinaria judicial y tecnología, infraestructura y modelo de gestión. Un tema central en la crisis judicial es el talento humano, que es el comportamiento profesional del abogado, litigante y jueces. “Los operadores del sistema de justicia son el alma de la maquinaria judicial y son quienes en último término encarnan o no el deber supremo de impartir justicia.

Este pilar implica construir una justicia participativa, consciente y comprometida, donde la sociedad asuma el rol de vigía y guardián de la función judicial”, remarca el ministro Arce. Fue el propio vicepresidente Álvaro García quien admitía a principios de 2018 que el gran fracaso del MAS fue el sistema judicial. Hoy, la situación no cambió. Ni las elecciones judiciales ni las nuevas leyes ni la renovación de instituciones de formación lograron cambiar la imagen del Órgano Judicial, que tiene en la cooptación y la falta de independencia sus dos mayores defectos, según expertos en esta temática.

La justicia, sin cura

La exmagistrada Silvia Salame admite que este problema no se da en la gestión del MAS, pero detalla que entre 1999 y 2005 se avanzó en la institucionalización de la justicia, pero dice que desde 2006 el oficialismo “atacó” a este sistema. “Hicieron creer a la ciudada nía que las elecciones judiciales podrían cambiar esto, pero 13 años después fue todo un fracaso”, remarca Salame. La temática de la salud está en la mesa de debate en la actualidad. Evo Morales designó a Gabriela Montaño como ministra de Salud con la misión de implementar el Sistema Único de Salud (SUS) en medio de protestas de los gremios médicos. “Ojalá que detrás de los reclamos de los médicos no haya un trasfondo político. Este Gobierno avanzó mucho en el tema de salud. En 180 años se crearon 17.000 ítems. Nosotros, en 13 años, creamos más de 18.000 ítems y con el SUS habrá 4.000 (ítems) más. Esto es gracias al crecimiento económico”, remarcó el presidente Morales en un acto el último jueves. El SUS es una promesa electoral del MAS que se arrastra desde hace 13 años.

Lo implementa recién y, según expertos, con condiciones mínimas. El presidente del Colegio Mé- dico de La Paz, Luis Larrea, cuestiona la implementación de este seguro gratuito ante la falta de una ley, coordinación y falta de recursos económicos para que sea consolidado. Además, el dirigente médico reprocha que este programa sea anunciado en plena campaña electoral. “¿Por qué lo quieren implementar recién? Tuvieron 13 años y no lo hicieron. Nosotros no estamos en contra de este seguro, pero existen cosas que no se coordinaron y eso puede llevar a un fracaso. Por ejemplo, vamos a pedir a los parlamentarios que hagan juicio de responsabilidades, porque hoy día no hay ley.

Mientras no haya ley, no pueden entrar en los hospitales, no se puede hacer nada porque todo estaría siendo ilegal”, remarca Larrea. Un último caso que muestra la crisis en la salud pública sucedió en el municipio de Warnes. Un bebé prematuro falleció porque en el centro médico no había una incubadora y el personal decidió colocarlo cerca de una estufa tradicional. El recién nacido murió quemado. En la ciudad de La Paz existe similar crisis. En el hospital de Clínicas, el centro médico pú- blico más conocido de la sede de Gobierno, los pacientes están en camillas en el piso esperando atención. Hay otros que no tienen una camilla y están acostados en el piso a la espera de que un médico pueda curar sus dolencias.

Crisis en salud pública

Hay víctimas del actual sistema de salud que no solo piden mejorarlo, sino quieren que las autoridades se pongan en su lugar. Rosario Calle es una de las representantes de los enfermos con cáncer. Ella exige un mejor equipamiento para este tipo de atención, además, mejores profesionales en hospitales públicos de todo el país. Fernando Romero es el secretario general del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes). Su sector apuesta a médicos especialistas y subespecialistas para atender a toda la población boliviana. “El sistema público de salud requiere 1.000 médicos más para dar una muy buena calidad de atención”, asegura Romero, quien acota que la infraestructura médica es también parte esencial del problema. Evo Morales prometió para esta gestión la construcción de 44 hospitales de primer nivel, 17 de segundo y cuatro de primer nivel. Es el segundo desafío para Gabriela Montaño.

La corrupción es un mal que no solo afecta al gobierno del MAS. Pasó lo mismo hace años, pero en una de las gestiones de Evo Morales se creó el ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción -hoy se convirtió en viceministerio- y pocos resultados obtuvo esta instancia pública. La empresa Ipsos, en una encuesta publicada a finales de 2018, muestra que en Bolivia el principal problema de gestión es la corrupción. Este informe desvela que el 49% de los problemas recae en la corrupción, seguido de los hechos de inseguridad y narcotráfico y de la inestabilidad política que ocupan un 16 y 15% respectivamente.

El senador opositor Yerko Núñez, considera que en los 13 años de gestión de Evo Morales se registraron varios casos de corrupción, entre ellos el Fondo Indígena, China CAMC, barcazas chinas y otros proyectos y acciones en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Mientras, el presidente de Diputados, Víctor Borda, remarca que la corrupción no es un problema específico de la gestión de Morales sino que es un mal que viene de gobiernos anteriores. “La corrupción es un mal endémico en Bolivia, no es de este Gobierno. Es un problema fundamental en el país, afirma. A pesar de que Bolivia mantiene la menor tasa de desempleo de la región -se redujo de 8,1% en 2005 a 4,5% en 2017-, aún existe un trabajo informal. Es por eso, que el Gobierno trabaja en el Plan de Generación de Empleo enfocándose en la juventud.

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