Perú se transformó en la capital del oro ilícito. El metal de ese país entra a Bolivia para luego enviarlo a Estados Unidos y Suiza. El mineral boliviano también se va al lado peruano 

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19 de noviembre de 2017, 4:00 AM
19 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Perú lidera la explotación ilegal del oro. La selva peruana atrae a ciudadanos extranjeros que operan en los ríos de esa región. Bolivia es el caso menor, aunque el nivel de ilícitos va en subida. Brasil, Colombia y Ecuador también están en la ruta ilegal del oro.    

El mineral que se explota en Bolivia, generalmente en municipios tropicales de La Paz, va directo al Perú en su mayoría. Riberalta, en Beni, es un caso también de estudio. El Programa de Ciudadanía y Asuntos Socioambientales, con sede en Perú, realizó una investigación en la que sugiere acciones conjuntas entre Bolivia, Perú y Brasil para terminar con la explotación clandestina de oro.

El documento explica que el oro boliviano explotado ilegalmente pasa al lado peruano y también a suelo brasileño. En estos países se compra el metal precioso a un precio más alto que en Bolivia y es en Perú y Brasil donde se lo revende para que el metal sea procesado. 

En Perú se hacen joyas y desde ahí son exportadas a Europa y Estados Unidos, donde se las vende a precios muy altos. 
Lenin Valencia, investigador de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), explica que también el oro peruano ilegal ingresa a Bolivia para luego ser exportado a Estados Unidos. Este fenómeno se produce debido a los controles que se instalaron en el país vecino. Ahora, el metal ingresa a nuestro país vía Desaguadero y Perlas de Oro, poblados ubicados en la frontera. 

“El oro de Madre de Dios y Puno estaría saliendo en mayor medida hacia Bolivia y Chile, desde donde es exportado a Estados Unidos y Suiza”, destaca Valencia. 

El ministro de Minería, César Navarro, anuncia la implementación de un sistema de control de la explotación y comercialización de oro que involucra  la instalación de balanzas en los aeropuertos de El Alto y Viru Viru, así como la operación de cuatro puntos de control de salida a puertos.

“No es lo mismo controlar la exportación de tres toneladas de complejo que vienen en volquetas, a controlar dos kilos de oro que sacan personas en una mochila, incluso hay rescatistas de oro que entran con su mochila con $us 100.000 para comprar oro de manera directa, entonces es todo un sistema de control que estamos planteando tanto en la explotación, comercialización interna en el municipio y El Alto”, remarca el ministro Navarro. 

El oro que se explota ilegalmente en Colombia y Ecuador también ingresa a Perú en su mayoría, pero también a Brasil, de donde sale rumbo a Estados Unidos. Bolivia, al igual que el narcotráfico, se convirtió en un paso obligado del oro ilegal. 

Bolivia y Perú mantienen reuniones de coordinación para evitar el traspaso de oro ilegal hacia y desde ambos países. El río Suches, que nace al lado peruano y que traspasa a Bolivia, es uno de los lugares donde más oro se explota de forma ilícita. También se lo hace en el río Madre de
Dios y en las localidades peruanas de la Rinconada y Puno. En estos dos últimos lugares también existe trata y tráfico de personas. Se oficializó que mujeres jóvenes bolivianas son explotadas sexualmente en estos distritos mineros. 

Bolivia trabaja en reforzar las fronteras para la lucha antidroga y contrabando, pero ahora se suma este dilema: el oro ilegal. Navarro señala que el control al metal será similar a los que se hace a los delitos transnacionales.