El fácil ingreso al submundo de la explotación sexual en Perú

La Rinconada, un lugar catalogado como el peor para vivir, es donde la mayoría de mujeres bolivianas son llevadas para ser prostituidas. En esa zona, a 5.100 m.s.n.m. La fiebre del oro mueve demasiado dinero.

Es una de las rutas más utilizadas para la trata y tráfico de personas. Llegar a Puno desde Bolivia es muy fácil. Se pasa por Desaguadero, un lugar donde el control migratorio es un saludo a la bandera. De ahí es más fácil llegar a Puno, ciudad peruana con la que Bolivia comparte el lago Titicaca. De ese punto es también simple llegar a La Rinconada, lugar que ahora es peligroso debido a la minería ilegal.

Es difícil llegar a una cifra de bolivianas que son explotadas en La Rinconada, un poblado a 5.100 metros sobre el nivel del mar y catalogado el peor lugar para vivir. La presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Puno, Guadalupe Manzaneda, explica que los casos de trata de personas disminuyeron en esa región. Dice que La Rinconada se convirtió en el centro de la prostitución de la región, esto por la fiebre del oro.

“Hay temas de trata de personas que llegan de Bolivia. Juliaca y La Rinconada son los centros de operación y es donde se llevan a las jovencitas con fines de explotación sexual. Es una pena porque a veces no se puede sentar una denuncia porque las jóvenes dicen que fueron a esos lugares por voluntad propia”, destaca Manzaneda.

La Fiscalía de Puno tiene estadísticas de este delito en esa zona hasta el 12 de junio de 2018. Según esos datos, en la pasada gestión ingresaron 285 denuncias de trata de personas. De esa cifra, 159 llegaron a juicio y 118 terminaron su proceso.

En Bolivia elaboran un cuadro de estadísticas y por ahora las autoridades no quieren hablar de datos, según el viceministro de Justicia, Javier Moncada.

En Chile, los propios bolivianos acondicionan los lenocinios.

Perú es un caso particular. Las redes son de ambos países y tienen coordinación.