En el hospital desconocen el destino final de los desechos. Por ahora la basura está depositada a orillas del río Yara, que está cerca de la ciudad

El Deber logo
7 de julio de 2019, 4:00 AM
7 de julio de 2019, 4:00 AM

En el hospital de Caranavi desconocen el destino final de los desechos tóxicos que se separa. El centro de salud aparta la basura y deja en manos de la Alcaldía el traslado al vertedero, lo que por ahora está en cuestionamiento.

El municipio espera un terreno para construir un nuevo colector. El jefe de Enfermería del hospital de Caranavi, Edwin Chuyma, explica que en el nosocomio se cumplen las medidas de bioseguridad y una de ellas es la separación de los residuos de acuerdo a la peligrosidad. Los desechos tóxicos son apartados y señalados como peligrosos. En esas sobras se encuentra sangre de todo tipo de pacientes.

“Nosotros desconocemos el paradero final. Acá se cumplen todas las medidas de seguridad y luego de varios procesos rigurosos los desechos son entregados a los camiones que recolectan la basura. De ahí no sabemos dónde va”, recalca Chuyma.

La junta de vecinos de Caranavi llegó a la ciudad de La Paz para pedir a autoridades de los ministerios de Salud, a las de Medio Ambiente y Agua y al Servicio Departamental de Salud (Sedes) que asuman acciones ante la problemática de la basura en ese municipio.

Pero, además, el Comité de Participación y Control Social del municipio exige que su cumplan medidas de seguridad en la temática de la basura. Su presidente, Javier Quispe, relata que existen dos camiones que recolectan la basura, pero uno de ellos dejó de operar debido al fallecimiento del chofer, producto de un embarrancamiento. 

 

Reclamo ciudadano

“La basura se está acumulando al lado del río Yara. Ahí llega todo tipo de basura, pero lo alarmante es que se observan los residuos tóxicos del hospital. Dicen que los afectados se contagiaron por contacto con la sangre, pues ahí hay basura tóxica que puede afectar a la población de Caranavi”, reclama Quispe.

El alcalde de Caranavi, Daniel Paucara, solo atina a decir que está en proceso de adquisición de un terreno para que se convierta en un botadero municipal. pero el burgomaestre lanzó una amenaza a la población: “voy recoger la basura y devolver a los vecinos porque ellos son los que lo producen”.

 

Quispe lamenta esas declaraciones y pide que se priorice la construcción de un vertedero, pero que por el momento se aplique un plan para separar los desechos tóxicos que salen del hospital municipal. “Se puede apartar y llevar a un lugar seguro”, considera el dirigente.