En el norte de Chile se hacen acciones legales, pero el negocio se vuelve ilícito tras pasar la frontera. El génesis del contrabando es Iquique

El Deber logo
16 de septiembre de 2018, 4:00 AM
16 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Dinamitan una vía y se abre otra de inmediato. En la frontera con la República de Chile existen al menos 116 rutas ilegales por donde pasa el contrabando de mercadería desde el vecino país. En las zonas central y norte se instalaron los controles del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, pero en el sur todavía el trabajo es mínimo. Son ahora los efectivos militares los que destruyen a dinamitazos y cavando zanjas los 116 caminos ilegales por donde ingresa el contrabando, dice Gonzalo Rodríguez, viceministro de Lucha contra el Contrabando.

La autoridad detalla que las vías de ingreso del contrabando nacen en la frontera y al interior del país; sin embargo, estas rutas pueden multiplicarse con la intención de llegar a varios puntos del país, como Santa Cruz.

“En algunos lugares primero vamos a hacer explosionar, tenemos expertos e ingenieros que manejan la dinamita, vamos a hacer reventar y vamos a destruir los caminos. En otros lugares donde (el terreno) es más plano vamos a utilizar tractores para hacer zanjas para que ya no puedan ingresar a nuestro territorio”, destaca el viceministro Rodríguez.

El funcionario añade que se reubicarán 19 puestos militares en zonas estratégicas más cercanas a la frontera, donde se construirán módulos metálicos modernos para que los efectivos del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando tengan todas las condiciones necesarias. Sin embargo, la presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya, explica que los contrabandistas tienen diversas formas de operar para abrir nuevas rutas. Uno de los elementos es que cuentan con herramientas para cometer el ilícito. “Se han generado clanes que pelean por territorio. Tenemos casos específicos, por lo que hay que tener cuidado (...) Lo que preocupa más es el uso de armas de fuego por parte de los contrabandistas. Tenemos muchachos que están en condiciones y salen con el Ejército, también con la Policía, pero só- lo incorporando elementos de carrera”, remarca Ardaya.

El génesis del delito

Todo empieza en Iquique, en el norte de Chile. En la zona franca de la ciudad los contrabandistas hacen su negocio, que para empezar es formal. Adquieren todo tipo de mercadería lícitamente y la instalan, por lo general, en camiones con acoples. Hay sindicatos de transporte que hacen el trabajo, pero cruzando la frontera todo se torna ilegal. Son los denominados “chuteros” quienes hacen lo ilícito. Eluden la Aduana y optan por vías ilegales. Hay otros motorizados que tienen los papeles al día para introducir mercadería. La mercancía más solicitada son vehículos usados, ropa, electrodomésticos y autopartes. Los Carabineros de Chile identificaron al menos 31 pasos ilegales solamente en la frontera norte de ambos países.

Las vías usadas son por las localidades Pisiga y Charaña. Cariquima es un pueblo chileno muy cerca de la frontera con Bolivia. Este poblado es donde supuestamente la carga legal debería llegar, según los papeles que presentan los choferes en la ciudad de Iquique. Pero no es así. La mercadería pasa por medio de los sembradíos de quinua antes de traspasar la frontera. Ahí es donde se hace el trasbordo de la mercancía que muy pronto pasa a Bolivia. “A nosotros nos pagan por el transporte. Llevamos la carga de forma legal, somos transportistas y no chuteros. Dejamos la carga en el lado chileno y entran los camiones bolivianos para hacer el trasbordo. De lo que pase luego nosotros ya no tenemos ninguna responsabilidad”, explica Mario Agüero, parte del sindicato de transportistas de la ciudad de Iquique.

El delito se inicia en Chile con acciones legales. Lo lícito se transforma en Bolivia y se convierte en ilegal, aunque desde un comienzo se sabe que el contrabando tiene como meta cualquier ciudad boliviana. Los pasos ilegales pueden ser bloqueados, pero los contrabandistas se dan modos para habilitar otros. Ahora, por ejemplo, Charaña ya no es atractivo para el negocio ilícito y los traficantes optan por alargar su recorrido por Perú.

Aduana ahora realiza una labor técnica

La entidad dejó todo el equipo logístico al Gobierno, entre ellos 53 vagonetas equipadas

El trabajo de la Aduana Nacional cambió de forma brusca. La presidenta de la entidad, Marlene Ardaya, explica que esta instancia se replegó de los operativos contra el contrabando y por eso dejó al Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando todos los equipos logísticos, incluidas 53 vagonetas equipadas para esta tarea. “La tarea de la Aduana Nacional ahora es más técnica y coadyuva con el nuevo viceministerio en temas de inteligencia, tomando en cuenta que tiene información que puede permitir operativos más exitosos (...) Nosotros vamos a estar en los distintos puntos, no se olvide que hay que verificar la documentación, si existe falsificación de la misma, la Aduana Nacional va a seguir controlando como está controlando”, destaca Ardaya. Ahora son los militares y policías quienes resguardan la frontera para evitar los delitos transnacionales.

Tags