La institución celebra este sábado 69 años de su creación a nivel mundial. En Bolivia está hace 49 años. En Santa Cruz atiende a más de 2 mil niños y niñas

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23 de junio de 2018, 11:41 AM
23 de junio de 2018, 11:41 AM

La historia de Francisco (nombre ficticio) nos permite acercarnos un poco al trabajo de Aldeas Infantiles SOS. El pequeño vivió sus primeros meses en este mundo escondido en una caja de cartón en el penal de Palmasola. Un día, su madre (que vivía con el padre que estaba preso) dijo que iba de compras y nunca volvió, avisó por teléfono que no regresaría y que ya vería su papá qué hacía con el niño.

El bebé fue creciendo y el poco cuidado que tenía lo dejó desnutrido y con una severa infección que casi termina con su vida. La compasión de su tía, hermana del progenitor, permitió que fuera rescatado del penal y que sea llevado a su casa, pero no era suficiente. Marcela (nombre ficticio) no contaba con los recursos suficientes para alimentar a una boca más (tenía otros tres hijos, el mayor recuperándose de un accidente, una adolescente y la menor de la edad de Francisco).

Entonces acudió a Aldeas Infantiles SOS para buscar ayuda, la idea inicial era entregarlo para que se quede a vivir ahí, pero los asesores le explicaron que había una salida que sería mucho más saludable para el pequeño. La organización podía brindarle un servicio de fortalecimiento familiar para que ella asuma el papel de madre del niño, la mejor forma de ayudarlo no era separarlo de su familia.