El vocero de Rubén Costas anuncia la promulgacón del Estatuto Autonómico de Santa Cruz para el 30 de enero. Admite que la región tiene una ‘autonomía posible’, no la ideal

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28 de enero de 2018, 9:00 AM
28 de enero de 2018, 9:00 AM

Para Vladimir Peña, secretario de Gobierno, vocero del gobernador cruceño, la puesta en vigencia del texto cruceño marca un hito relevante en el camino a la lucha por el poder nacional que encara un partido nacido en Santa Cruz. Así lo planteó en un diálogo con EL DEBER.


 
 El martes se pondrá en vigencia el estatuto. ¿Qué cambios traerá eso para Santa Cruz?
Primero tenemos que resaltar lo que significa el Estatuto Autonómico de Santa Cruz y promulgarlo el día martes en un concepto político, de la historia, del contenido y también de lo que se avizora hacia futuro. Déjeme resaltar esta intensa y dilatada lucha que ha habido de la autonomía, entre autonomistas y centralistas, hacer una retrospectiva. Y si nos vamos a 10 años atrás, el 30 de enero de 2008, cuando el prefecto en ese entonces Rubén Costas convocaba al referéndum del 4 de mayo, se abría una especie de incertidumbre sobre si el proceso autonómico, al final, iba a terminar derrotando al centralismo o si el centralismo iba a derrotar al movimiento autonomista. Creo que esto marca por los que significa el contenido del estatuto de Santa Cruz, pero también porque el movimiento autonomista cruceño fue el que abrió la senda. Esto marca cosas importantes a resaltar.


 ¿Qué cosas, por ejemplo?
Es el primer estatuto aprobado y adecuado por autonomistas. A diferencia de Pando y de Beni, que también han adecuado sus estatutos, pero que lo han hecho los centralistas, los masistas. Este sigue siendo un estatuto con esencia de la gesta autonómica  de Santa Cruz. El segundo dato importante: fue consensuado por un acuerdo entre autonomistas, los representantes demócratas en este caso, y los indígenas. El MAS, que es la tercera fuerza en la Asamblea Departamental, prefirió quedarse a un lado y no ser parte. Pero el tercer elemento de relevancia política es que el estatuto de Santa Cruz marca algo que se vivió en las calles; que el proceso autonómico era irreversible, que probablemente el Gobierno pudo hacer que no avance en algún momento, pero al final la historia nos va a juzgar a todos. Justo hoy, cuando se va a promulgar los estatutos, todo coincide con la reactivación de los juicios al gobernador Rubén Costas. Ahora lo enjuician por implementar el estatuto en función al mandato del referéndum del 4 de mayo y eso demuestra que el movimiento autonomista cruceño estuvo del lado correcto de la historia. Quienes no supieron leer adecuadamente los cambios que se estaban dando en el país fueron los que estaban en el Gobierno. No hablo solo del MAS. Esto empieza con Gonzalo Sánchez de Lozada, sigue con el Gobierno del presidente Mesa y después termina con el Gobierno del MAS…


 Pero la lucha política se intensifica con Evo, ¿recuerda? 
Sí, sí. Porque va creciendo, pero no creo que haya sido por Mesa o por Evo, porque el movimiento ya venía. Creo que también hubo más oportunidades porque un gobierno fue débil y el gran error del MAS fue no leer bien este cambio. 


 Pero la Constitución pone un marco que limita a la autonomía que se votó el 4 de mayo de 2008. De hecho, esa es la crítica que le hace Juan Carlos Urenda a este estatuto y al gobernador: este no es el mismo texto que se votó.


Sí, y está bien que haya voces distintas. Urenda también se oponía a los prefectos electos, él era de la idea de que debería haber primero gobiernos departamentales, es decir, primero las normas y después los hechos políticos. Y algunas veces los hechos políticos son más importantes porque son los que conducen las transformaciones. Valoro mucho la ruta que Juan Carlos diseñó para el referéndum, al César lo que es del César, pero creo que se equivoca con una posición maximalista: yo no sé si él habla como jurista o como político, pero cuando fue candidato a gobernador, igual que Germán Antelo, la propuesta que llevó a los ciudadanos fue decir hay que adecuar la Constitución al estatuto. Puede sonar romántico, pero, claro, está alejado de la realidad ahora. Entonces, nosotros planteamos: tenemos que avanzar. No es la autonomía que quisiéramos, pero es la posible. Fíjese usted la virtud de esto, al final de este proceso autonómico nace un proyecto político nacional, nace Demócratas. Porque encerrándonos solo en Santa Cruz no vamos a cambiar la Constitución ni la Ley Marco de Autonomías para avanzar; necesitamos tener un proyecto nacional. Creo que también ese es otro valor añadido; desde el movimiento autonomista cruceño se gestó un proyecto político nacional y hoy es el segundo más importante del país, el que más crece y el que tiene perspectivas para gobernar.