Ella es una ferviente activista y agroecologista, que se dedica a promover la vida saludable y el consumo de productos orgánicos, y él un exmilitar, que vino a trabajar, pero se quedó para siempre en Santa Cruz y ahora solo quiere cantarle a la tierra que lo cobija desde hace 43 año

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16 de septiembre de 2018, 4:00 AM
16 de septiembre de 2018, 4:00 AM

“La salud está en los productos naturales”

Sonia Cabrera de Divola es activista de la plataforma Agroecológica del Trópico, Subtrópico y Chaco, porque comprendió que lo natural es la mejor opción para vivir bien

Sonia nació en Comarapa, es hija de agricultores y está casada con el australiano Alan Divola. Es especialista en repostería y panadería, pero no la que hace la mayoría de la gente, ella elabora tortas y empanadas con productos agroecológicos.

La vida le brindó la oportunidad de recorrer el mundo y así descubrió que la tendencia hacia lo natural se ha puesto de moda para preservar la naturaleza y comprendió que los productos orgánicos son la mejor opción para una vida saludable.

Esa corriente mundial la llevó a promover la plataforma Agroecológica del Trópico, Subtrópico y Chaco Boliviano, un colectivo conformado por diversos actores. Los más relevantes son los productores agroecológicos, los consumidores y los transformadores de productos.

“Mediante las acciones que promovemos se pretende que miles de productores que ya están produciendo alimentos sanos, puedan acceder a mercados donde sus productos sean valorados por consumidores informados y conscientes.

El objetivo de la plataforma es visibilizar y posicionar la agroecología como única opción viable de producción y de consumo sustentable. Tenemos una feria quincenal en el parque Los Mangales de la avenida Beni y otra itinerante que recorre parques y barrios de la ciudad”, afirma convencida de este nuevo reto en su vida.

En su quinta, ubicada en Porongo, sabe que cultivar la tierra no tiene por qué ser sinónimo de agredirla, porque es posible controlar las plagas sin agrotóxicos y que se puede mejorar el suelo al cultivarlo, en vez de degradarlo.

“El taquirari es mi fuerte como compositor”

Carlos Saavedra Cuenca es un paceño que ama Santa Cruz. No se cansa de repetir que se ha ‘encariñao’ con esta tierra camba desde que llegó. Aquí se enamoró y echó raíces

Cantautor y compositor natural de La Paz; sin embargo, el amor que encontró en Santa Cruz al llegar en 1975 no lo dejó regresar nunca más a su tierra y aprendió a querer el verde, la llanura, las costumbres y la música oriental.

Militar de profesión y técnico de aviación, egresado del Politécnico Militar de Aeronáutica, fue destinado a Santa Cruz hace 43 años, se casó con una cruceña y formó una familia. Echó raíces y cuando pasó a la reserva decidió rendir tributo a la tierra que lo cobijó haciendo música. “Compongo chobenas, carnavalitos y taquiraris, ese es mi fuerte”, afirma el militar jubilado, que hoy viste de camba en sus presentaciones en canales de TV.

El sombrero de saó lo acompaña casi siempre, porque dice que es el mayor símbolo del cruceño y lleva este accesorio a cada departamento donde ha hecho escuchar sus composiciones desde el 2000. Son 18 años los que anda demostrando que el espíritu del cruceño lo lleva sellado en el alma y lo exterioriza en cada tema como Cruceñita, Sabor oriental, Te sigo queriendo, Benianita, Hermosa trinitaria y otros de los cuales es autor de la letra y de la música.

“Soy muy complacido de rendir un homenaje a Santa Cruz, más aún en el mes de su aniversario y me comprometo a seguir componiendo. He compuesto para todos los departamentos, pero mi corazón está ‘encariñao’ con esta tierra, qué le voy a hacer”, remarca.

Aprovechó este espacio para denunciar: “El tema Cunumicita, de Gilberto Rojas, lo cantan en Perú, como si fuera de ellos y mi tema Sabor oriental es interpretado en Colombia, en ritmo de cumbia, a pesar de tener los derechos de autor, no puedo hacer nada”, concluyó el compositor.

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