La alegría del cruceño le ganó a la cuchuquera y la pringazón de las fachadas del centro de la ciudad. En los hospitales municipales nacieron 107 bebés

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6 de marzo de 2019, 4:00 AM
6 de marzo de 2019, 4:00 AM

Autoridades del gobierno municipal, a través de un balance parcial realizado ayer, destacaron los buenos resultados del plan Carnaval Seguro, Saludable y Alegre, que de forma coordinada pusieron en marcha las diferentes reparticiones municipales. Entre el sábado, día del corso, y las primeras horas del martes hubo 107 nacimientos, 32 casos de emergencias, 6.308 atenciones en los centros hospitalarios y, a diferencia de otros años, hubo menos fachadas pintarrajeadas.

Diego Clavijo, director de Seguridad Ciudadana, informó de que desde el sábado hasta el lunes, se atendieron 32 casos de emergencias, pero en su mayoría fueron casos leves.

Johnny Bowles, gerente de Emacruz, dijo que del sábado al lunes se recogieron 4.400 toneladas de residuos (unas 1.000 toneladas de basura en los mercados). Unas 1.000 personas se encargaron de la limpieza y la desinfección de calles y plazas, para lo cual utilizaron 80 maquinarias y equipos.

Rossy Valencia, directora General de Género y Asuntos Generacionales, expresó que en este feriado se reportaron 15 niños extraviados, y una vez hallados, fueron entregaron a sus familias. “Se emitieron 22 permisos de viajes y continuamos vigilantes”, agregó.

Fernando Sattori, director de Salud, indicó que en los centros hospitalarios municipales se han registrado 6.308 atenciones, 240 casos de intoxicación y 52 de heridas menores; además, el nacimiento de 107 bebés.

Menos pintura

Cada jornada de Carnaval, decenas de familias se apostaban en las aceras de las calles Ballivián, Ñuflo de Chávez, Oruro, Cobija, Tarija, Potosí, Cochabamba, La Paz y Chuquisaca, con turriles de 100 o 200 litros de agua, aprovisionados de botellas y chisguetes, para llenar cientos de vejigas para comercializarlas al precio de Bs 1 por cinco o seis ‘proyectiles’, para los carnavaleros que se daban cita en el casco viejo de la ciudad.

Celestina Verduguez, rodeada de cinco hijos y dos nietos, indicó que desde que la Alcaldía prohibió la venta de pinturas, cambió sus ventas. “Ahora llenamos vejigas con agua limpia, para ganarnos unos pesos”, expresó esta madre que vive en el Plan 3.000.

EL DEBER recorrió ayer las estaciones de los carnavaleros en la tradicional calle Ballivián y sus alrededores. Se observó pocas fachadas manchadas con pinturas.

Por la mañana, con el apoyo de un carro cisterna, personal de Emacruz limpió la plazuela Callejas y recogió los residuos sólidos, mientras los guardias municipales vigilaban el ingreso de los comerciantes al centro citadino. El tráfico para vehículos se cerró a las 12:00 y los policías se movilizaron para brindar seguridad.

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