Este largo periodo de descanso es propicio para descartar cualquier problema de salud, estimular actividades de interacción social al aire libre y seleccionar los contenidos de lo que consumen

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2 de diciembre de 2018, 9:00 AM
2 de diciembre de 2018, 9:00 AM

¡Salieron de vacaciones! El tiempo tan ansiado para descansar de las tareas escolares llegó y antes de hacer grandes planes hay algunos consejos básicos para tomar en cuenta. Las vacaciones finales son una buena oportunidad para tomar el pulso a la salud de los hijos, hacer una buena selección de los contenidos que van a consumir frente a las pantallas (del celular, la televisión o las tabletas) y propiciar actividades con otros niños al aire libre, evitando que se la pasen encerrados con un mando de videojuego.

Aprovechar para ir al médico

“Si en el colegio los chicos manifestaron algún malestar o si se tiene dudas sobre un problema de la vista o de la audición, al igual que de alergias, hiperactividad o de déficit de atención, esta es la oportunidad para hacer esas evaluaciones que toman su tiempo, aproveche de programar las citas al médico y es mejor hacerlo la primera semana de diciembre porque los doctores también suelen tomar su vacación a fin de año”, aconseja la sicopedagoga Nadia Rocabado, porque cuando los chicos están en la época de clases es más complicado interrumpir los horarios y cronogramas de avance.

“Y si programan hacer los chequeos generales en enero, debe tomar en cuenta que puede coincidir con el gasto de la inscripción escolar”, insiste.

Tener actividad

En cuanto a sus actividades durante el tiempo de descanso, si hay el presupuesto y las condiciones para que alguien lleve y traiga a los chicos, es importante inscribirlos a una clase vacacional que no esté relacionada con los contenidos escolares. “Esto es importante para promover las habilidades que poco se desarrollan en el currículo escolar como bailes, arte y tecnología”, destaca Rocabado.

La sicopedagoga repara en que hay mucha gente que vive en condominios y que se están generando cursos vacacionales en el interior de estos. “Esto es bueno y lo ideal es desarrollar algún tipo de talento y que a la vez puedan compartir con otros niños”. También hace notar que ahora el padre de familia tiene que crear las condiciones y darse el tiempo para reunir a los niños, acordar con un grupo de padres porque se está perdiendo la capacidad de poder jugar en grupo. “Ya no es como antes que jugaban calle arriba y calle abajo, ahora se tienen que organizar para que los chicos se encuentren y jueguen libres de las pantallas”.

Seleccionar los contenidos

El sociólogo Alejandro van Mourik repara en que ahora los padres de familia ya no deben preocuparse únicamente de la televisión. “El problema es la cantidad de cosas que se pueden bajar de internet. Cuando era niño mis padres se asustaban de que viera Los Simpson, pero eso ahora no es nada comparado con otras cosas que hay hoy”.

Pero no todo es negativo, hay aspectos positivos como la aparición de caricaturas, series y programas con temáticas avanzadas en cuanto al mensaje que muestran naturalización y aceptación de las diversidades o que tienen personajes que no son tan estereotipados. “Una amiga me hizo ver que el personaje de Lisa Simpson fue la primera imagen en televisión de un modelo de mujer fuerte, femenina y pensante. Nunca lo había visto así y pensé que es cierto. Lisa es una niña y es la persona más inteligente de esa casa. Su personaje es positivo para que otras niñas lo tomen como modelo para reconocer que hay más tipos de niñas de las que normalmente se muestran; en mi época, la chica era siempre a la que había que salvar en cada episodio”.

Por otro lado, los padres de familia deben tener claro que no todo lo que está en dibujos animados es para niños y una misma serie puede tener diferentes lecturas, según el lente con el que se lo mire.

Van Mourik recomienda introducir el gusto y la curiosidad por las ciencias con programas como Cosmos, una serie con animación que, además de explicar algún concepto científico, cuenta la historia de un personaje histórico. Pero más que incentivar que se pongan frente a una pantalla recomienda los juegos de mesa, en los que “sí o sí necesitás estar con alguien, interactuar, mover piezas y pensar. Hay juegos que van más allá de Monopolio, que requieren un nivel de estrategia con mecánicas más sofisticadas que solo tirar dados y avanzar espacios. Eso es una mejor alternativa a la televisión”, concluye.

Por su parte, Rocabado explica que por la cantidad de color y sonido envolvente, la televisión es bastante estimulante para los chicos, al punto que no pueden desapegarse de la pantalla, y “cuando se les apaga la tele, se declaran aburridos y no saben qué hacer con su aburrimiento”.

Más que recomendar un programa para ver en la TV, el celular o la tableta, la sicopedagoga recomienda que los padres se sienten a ver lo que está mirando su hijo para saber cuáles son las actitudes de los personajes y el vocabulario que utilizan. “Es frecuente que en estos programas se hable de superpoderes, de monstruos y cada familia tiene que tomar en cuenta a qué quiere que estén expuestos sus hijos y si no comparten lo que hay en ese programa, es mejor que se tomen el trabajo de descargar videos o comprar DVD con lo que le parece que es mejor que mire y, de paso, medir esas grabaciones por el tiempo que cree adecuado”.