También apuran la construcción de las dos lagunas de lixiviados y la fosa para residuos hospitalarios. Normandía será cerrado el 1 de julio, pero lo seguirán monitoreando por los biogases que emana

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27 de mayo de 2019, 9:00 AM
27 de mayo de 2019, 9:00 AM

Se acerca la fecha inminente del cierre del antiguo vertedero de Normandía, el cual se tiene previsto que sea el 30 de junio, el mismo que ha quedado rodeado de una veintena de barrios que pertenecen a los distritos 8 (Plan Tres Mil) y 14 (Paurito). Es por ello que, en el nuevo relleno sanitario, que se construye cerca de la comunidad San Miguel de los Junos, situado a 17 kilómetros al sureste de la urbe, los obreros trabajan contra el reloj para terminar de colocar las geomembranas, tipo HDPE, de 1,5 milímetros de grosor, en la primera fosa destinada para los desperdicios comunes, así como en las dos lagunas para lixiviados y en la poza para los residuos patológicos u hospitalarios.

Javier Nogales, ingeniero residente de la asociación accidental DRJ-SMA, manifestó que, si bien los días de lluvia perjudican en las tareas -porque se pierden hasta cinco jornadas hasta que seque el terreno-, la primera celda, de 485 metros de largo por 75 de ancho y seis metros de alto, lleva el 88% de avance, solo resta colocar la geomembrana en 150 metros, la misma que puede ser concluida en la primera semana de junio.

Íver Burgos, responsable de la construcción de la fosa de residuos comunes, contó que la geomembrana se coloca encima de una capa de arcilla, de 60 centímetros de grosor, que forma otra capa impermeabilizante para proteger las aguas subterráneas, garantizando por 300 años la no penetración de los lixiviados.

Igualmente, para garantizar el correcto funcionamiento de la fosa, Vega-Solví debe colocar el sistema de drenaje de lixiviados en forma de espina de pez, de 200 metros, la misma que irá encima de la geomembrana, para de ahí colocar otra capa de 50 cm de material limo arenoso. “Cuando se complete esta estructura se podrá vaciar los residuos sólidos en la primera de las 21 celdas que serán construidas en el nuevo relleno sanitario”, anotó Nogales.

En total hay 19.500 metros cúbicos de la primera celda que está con la geomembrana, la misma que cuando esté concluida tendrá capacidad para enterrar basura con una altura de 35 metros.

En lo que llaman el segundo frente, el de la construcción de las dos lagunas para lixiviados, este lleva el 80% de avance, con una poza terminada, la cual tiene 50 x 85 m, y la otra tiene por concluir la colocación de la geomembrana.

“Ambas lagunas tendrán una capacidad de almacenamiento de lixiviados de 36.000 metros cúbicos. Luego procederemos a realizar la prueba de calidad para detectar que el impermeabilizado esté correctamente colocado, es decir, para que no vaya filtrar al nivel freático”, dijo Marcelo Paz, de la empresa Geoprex SRL, que coloca la geomembrana.

Para evitar inundaciones por causa de las lluvias, el gerente de Emacruz, Johnny Bowles, adelantó que se colocarán lonas especiales como cobertores de las lagunas de lixiviados.

El tercer frente es el de la excavación de la fosa de residuos hospitalarios, la misma que tendrá dimensiones de 50 x 50 m, con una profundidad de dos metros, la cual lleva el 60% de avance de obra.

“Esta fosa será especial, debido a los residuos altamente contaminantes, por ello llevará una geomembrana de 2 milímetros, para evitar cortes o rasgaduras que permitan el vaciado del lixiviado. Vamos construyendo la cuarta capa, con una altura de seis metros”, refirió Nogales.

Acceso

Lo que no va a acompañar la entrega de la primera fase del nuevo relleno es la vía de acceso pavimentada, de 16,9 kilómetros, con un costo aproximado de Bs 80 millones, cuya ejecución arrancó hace dos semanas. El secretario de Obras Públicas, Freddy Arauco, indicó que esta avenida tendrá tres tramos, siendo el más complicado el primero, de casi cuatro kilómetros, entre la urbanización El Gallito y Paurito, pues se debe edificar un canal de drenaje. El segundo trecho, tendrá 6,5 km y el tercero con similar distancia.

“Las tres empresas que se adjudicaron la obra tienen cuatro meses para entregar el pavimento terminado, es decir, hasta mediados de septiembre. Mientras tanto deberán habilitar desvíos para el paso de los camiones compactadores que deberán operar hasta el nuevo relleno a partir del 1 de julio”, expresó Arauco.

Reciclaje

Johnny Bowles, indicó que la vida útil del nuevo relleno sanitario es de 30 años, pero si se hace un adecuado tratamiento y reciclado de desechos, se puede ampliar hasta 50 y 60 años. Incluso, de llegar a acuerdos con los municipios de la futura región metropolitana, podrán usar este vertedero.

“Estamos preparando una licitación para que se adjudiquen el reciclado de basura, con nueva tecnología, lo cual ayudará a que tenga más vida el nuevo relleno sanitario”, acotó Bowles.