Entre los convocados a testificar hay agentes que estaban ese día de descanso, de viaje, de cumpleaños e incluso hay una mujer que está embarazada; indicaron que no hicieron uso de sus armas 

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6 de noviembre de 2017, 6:25 AM
6 de noviembre de 2017, 6:25 AM
A una semana de cumplirse cuatro meses del atraco frustrado a la importadora Eurochronos, hecho ocurrido el 13 de julio, EL DEBER tuvo acceso a las 33 declaraciones que hasta el momento han realizado los policías, de diferentes grados, que fueron convocados por el Ministerio Público para que den una versión sobre lo que sucedió aquella mañana en el corazón de la capital cruceña.


Los testimonios fueron recibidos entre el 8 de agosto y el 30 de octubre por los fiscales que conforman la comisión investigadora del caso, José Parra, Yolanda Aguilera, Jorge Fernández y Richard Camacho, este último, autoridad recientemente integrada al grupo.


Luego de revisar las declaraciones, que en su mayoría no son más extensas que tres carillas llenas e impresas en papel tamaño oficio, la primera coincidencia que se puede observar en los testimonios de los agentes que indicaron haber participado de la reacción, ejecutada la mañana de ese 13 de julio para enfrentar a cuatro delincuentes fuertemente armados, es que todo se hizo en el marco del Plan Z y que nadie dirigió la acción, que terminó con la muerte de los asaltantes Antonio Adao Da Silva, Ronny Suárez y Camilo Maldonado, además de la gerenta de la firma, Ana Lorena Tórrez, y del teniente de Policía Carlos Gutiérrez Valenzuela. 

Durante el interrogatorio, los agentes respondieron a los investigadores con frases como “operativo nunca hubo, lo que hubo fue una reacción a un pedido de apoyo porque se estaba suscitando un robo agravado y no comandaba nadie, todos llegaban directo a cubrirse” y “quiero hacer notar de que en este caso no había ningún operativo policial, ya que todas las unidades que estuvieron en el lugar reaccionaron al pedido de apoyo... no se podría llegar a establecer quién estaba a cargo de dicha intervención, toda vez que cuando iba llegando el personal de las diferentes unidades, cada quien buscaba la manera de protegerse y no había una cabeza que maneje la intervención”.


A decir de los testimonios policiales, la dirección de las acciones durante la balacera no tuvo la conducción de algún jefe policial identificado que se encargue de la situación de crisis que se vivió y que provocó diversas reacciones sobre el accionar de los uniformados.


“No había operativo porque no había una orden de operaciones, no había nadie al mando”, se puede leer en las respuestas de los agentes cuando los fiscales preguntaban al interrogado si tenía conocimiento de quién o quiénes dirigían el operativo policial en la joyería Eurochronos.  


Algunos también refieren que estaban iniciando un patrullaje preventivo como parte del control de la apertura de las entidades financieras cuando fueron informados sobre la solicitud de apoyo por un atraco en la joyería de la avenida Irala.


No reconocen a nadie


Otra de las coincidencias que se observan en la lectura de las declaraciones es que la mayoría de los agentes que dieron su testimonio son miembros antiguos de la Felcc (más de un 80% de los 33 convocados), asignados a diversos departamentos operativos de esta unidad policial.  Solo declaró un jefe de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) y un jefe de la comisaría de la Villa Primero de Mayo.


A todos estos indagados, los fiscales también les mostraron, en una parte de la toma de su versión, algunas fotografías y videos sobre lo que sucedió aquella mañana del atraco. 


Los interrogadores les pedían identificar a algunos de los participantes de la acción contra los asaltantes, pero los policías indicaron que el material audiovisual no era lo suficientemente claro para dar otras identidades, que no fuera la de ellos, en aquellas imágenes donde se veían y reconocían en medio del resto de personas.


Los documentos de estas declaraciones tienen entre cuatro y seis preguntas en las que los investigadores utilizaron imágenes estáticas y en movimiento para intentar saber quiénes ingresaron y salieron del edificio que está al lado de Eurochronos, quiénes se ven entrando a la tienda al final del operativo y qué agentes vestidos de civil son los que llegaron al lugar de la balacera casi inmediatamente de iniciado el asalto.

Las respuestas más comunes de los declarantes son las siguientes: “No los puedo identificar porque las imágenes son borrosas”, “no se puede distinguir”, “no reconozco a nadie de las fotografías”, “he visto los videos, no los identifico” y “no logro identificar”.


Las pesquisas del Ministerio Público intentan saber, de boca de los policías que llegaron al lugar del asalto, quiénes son las personas que se ven en los videos que circularon por las redes sociales, parapetados en la parte superior de la construcción que está al lado de Eurochronos y que se presume desde allí hicieron uso de sus armas de fuego para acabar con la vida de los atracadores.


Dicen que no usaron armas 


Otros de los detalles que resalta de la lectura de los testimonios es que más de la mitad de los agentes que admitieron haber llegado al lugar de los hechos, en diferentes momentos y circunstancias, es que también afirman no haber hecho uso de sus armas de fuego.  


La mayoría indicó haber asistido al lugar del enfrentamiento contra los asaltantes, que disparaban munición de guerra, pero que se encargaron de acordonar la zona, rescatar a los heridos y de evitar que la gente se vea expuesta a los disparos.


Sin embargo, en la fachada de Eurochronos aún se pueden observar los impactos de bala en las puertas, los muros y los anaqueles de la importadora de objetos lujosos, que ahora ya no atiende en el lugar. 


El caso Erick Peña


La comisión de fiscales también intentó saber la identidad de la persona que le disparó al gerente administrativo de Eurochronos, Erick Peña, que se salvó de morir en la intervención policial y que ahora vive con una bala cerca de su corazón.


Los investigadores judiciales preguntaron a los declarantes si podían identificar a la persona que se acerca a uno de los heridos (Erick Peña) y hace uso de su arma de fuego; para conseguir su colaboración, les exhibieron el video de las cámaras de seguridad de la firma donde quedó registrado el momento en que ese hecho sucedió, a las 9:55 del 13 de julio. En todos los casos se tuvo como respuesta un “no reconozco”. 


Raúl López, abogado de Peña, indicó que aún no se puede conocer el nombre del policía que le disparó a su defendido cuando estaba tendido en el parqueo de la firma, ya herido por el disparo de uno de los asaltantes y con otros impactos que recibió estando escondido detrás de una maceta de concreto por más de 15 minutos. 


“Vemos mucha obstaculización”, afirmó el jurista y contó que Peña sigue siendo atendido por un sicólogo y que está pensando viajar a Alemania para que vean cómo tratar o extraer la bala que tiene en el cuerpo.

El abogado contó que recientemente Peña recibió una notificación de la Fiscalía, que lo declara testigo protegido del caso, situación por la que debe gozar de resguardo policial permanente y que lo habilita a contar con un vehículo de la Fiscalía para que se traslade.


Por su parte, Jorge Santistevan, abogado de Roxana Torrico, mamá de Ana Lorena Tórrez, dijo que la investigación avanza de forma lenta y considera que hay una clara obstaculización por parte de algunos jefes policiales, porque no están aportando con la información que conocen.


Santistevan cuestiona que no se hubiera enviado una lista con todos los agentes que fueron partícipes de la operación y añade que la Fiscalía está trabajando “a ciegas”.


De acuerdo con el material al que tuvo acceso EL DEBER, de los 33 testimonios realizados, 13 son agentes que indican que el día de los hechos estaban haciendo uso de sus vacaciones, estaban de descanso, habían viajado para trabajar en otros casos, estaban con permiso, de cumpleaños e incluso una policía mujer que hace servicio de oficina y está embarazada.


La Policía y el Ministerio de Gobierno, ente estatal que controla su accionar, han afirmado reiteradamente que el operativo de Eurochronos fue contundente, limpio y que se tuvo que lamentar daños colaterales inevitables en estos casos.