El rol del sector público, sumado al esfuerzo privado, debe llevar a elaborar una estrategia que permita superar etapas y que los anuncios pasen a ser gestiones puntuales

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4 de junio de 2018, 7:24 AM
4 de junio de 2018, 7:24 AM

El anhelado proyecto de exportación de carne vacuna boliviana al mercado asiático, que se viene anunciando como posibilidad que se podría materializar en el transcurso de este año, debe pasar necesariamente del discurso al trabajo de campo. Esto en lo que corresponde a la comprobación de la certificación sanitaria por parte de los futuros clientes en cuanto a condiciones de faenado y transporte, y a la firma de los convenios para garantizar el tiempo y la cantidad de la compraventa.

Este detalle de orientación fue expresado por el representante de la Asociación Rural de Paraguay (ARP), Mario Pereira, quien estuvo en Santa Cruz en el 21 Simposio Latinoamericano de Productividad en Ganado de Corte, que anualmente promueve la Asociación de Criadores de Cebú.

Con el bagaje de experiencia sobre exportación de carne bovina que viene realizando Paraguay a mercados del Viejo Mundo, Pereira dijo que para el comercio exterior de este producto “lo que hace falta es el sector público. El productor quiere exportar, pero tiene que haber el rol del Estado, que tiene mejor imagen y mayor confianza que una entidad privada en este modelo de negocio”.

Explicó que el éxito paraguayo en el sector de carne es el resultado de una efectiva alianza público-privada que empezó en 2005 entre empresarios, Gobierno, la ARP, frigoríficos exportadores, universidades y científicos que se unieron para mejorar la calidad del producto, superar las barreras sanitarias que limitaban la exportación, y un marketing gubernamental para posicionar a Paraguay en los mercados internacionales.

Esa alianza que sugiere Pereira, como ejemplo a seguir, necesitó en Paraguay un mecanismo específico de coordinación. Partió de la creación de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex) en el Ministerio de Industria y Comercio, que a su vez puso en marcha una Mesa Sectorial de Carne y Cuero, donde participan todos los sectores y la preside un representante del sector privado.

Pero hace falta el respaldo financiero. En el caso del vecino país, el BID apoyó en 2007 el trabajo del comercio exterior de carne con $us 20 millones, que administra Rediex. En diciembre de 2016 concedió $us 10 millones para el desarrollo de empresas exportadoras.

Básicamente, sugiere Pereira, hay que trabajar en el mejoramiento de la sanidad pecuaria para alcanzar mayor calidad y productividad. El sector ganadero tiene que manejarse con certificaciones y trazabilidad para garantizar a los compradores que la carne bovina que exporta es 100% orgánica.

“Pero sobre todo, hay que contar con buena infraestructura. Esto comprende el mejoramiento de las instalaciones y equipamiento de los frigoríficos, además de desarrollar técnicas para faenar y procesar la carne, corte, incluyendo aspectos de almacenamiento y congelamiento”, puntualizó.