La expulsión de gases y lixiviados seguirá entre 15 y 20 años. Luego será un parque urbano cerrado

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30 de junio de 2019, 5:00 AM
30 de junio de 2019, 5:00 AM

El plan de cierre y abandono del vertedero de Normandía se activa el 1 de julio, es decir, el operador Vega-Solví, por disposición de una auditoría medioambiental de la Gobernación, no puede enterrar más residuos sólidos y comenzará la tarea del manejo cuidadoso de los pasivos ambientales, por un lapso de entre 15 y 20 años.

Sin embargo, pese a que sus fosas serán selladas, seguirán generando lixiviados y biogases, los cuales deberán ser monitoreados por el operador de la basura y por Emacruz, además de la vigilancia de la Secretaría de Medioambiente de la Gobernación.

La tarea que se desarrollará en los siguientes días será el sellado de las celdas con una capa final de arcilla, seguida de otra de tierra negra; además de la construcción de taludes y de un canal de drenaje.

Una capa de arcilla encima de la geomembrana del nuevo vertedero | Foto: Jorge Gutiérrez

“Una vez presentados los descargos a la autoridad ambiental, de la estabilización del relleno sanitario, el predio podrá tener uso solo como área de equipamiento. Es decir, Normandía debe convertirse en un parque urbano protegido de 57 hectáreas, el más grande de Bolivia, con infraestructura temática referida al medioambiente y otras atracciones para el uso y goce de los vecinos”, explicó Johnny Bowles, responsable de Emacruz.

También se deberá colocar plantas para crear un cordón ecológico y quedarán prohibidos los asentamientos humanos por el peligro que representa para la salud los gases y líquidos que emanarán del terreno.

Lo que la Gobernación acepta es que podrán seguir funcionando las plantas de reciclado de llantas y de plásticos, pues son considerados pasivos ambientales que dejará el cierre de este vertedero.Asimismo, la Alcaldía contratará un operador especialista en cierre de vertederos.