Un estudio refleja que otros aspectos mellan el buen vivir de quienes hacen uso del transporte público; choferes ven que mejoras no avanzan por temas económicos

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30 de abril de 2018, 4:00 AM
30 de abril de 2018, 4:00 AM

Tuvieron que llegar organismos internacionales, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), para poner paños fríos en un problema que no es nuevo para Santa Cruz y que el municipio cruceño “viene archivando”, según ciudadanos y dirigentes del transporte público, sector que sigue siendo observado como la asignatura pendiente en ‘la ciudad de los anillos’.

Una investigación académica realizada por la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) refuerza este punto de vista y expone que el transporte público solo es apreciado por su costo accesible y cómo la ciudadanía le baja el pulgar a otros ámbitos como la seguridad, la comodidad, la limpieza o el estado de los vehículos, a diferencia de otros medios como los taxis que reciben una puntuación más uniforme.

El especialista en estadística y líder del estudio, Alberto López, señala que los resultados no solo se basan en tabulaciones y encuestas, sino que se manejaron variables analíticas que surgieron de la experiencia de vecinos de diferentes distritos y que la idea surgió a partir de la experiencia diaria de los ciudadanos para movilizarse en la capital cruceña.

Afecta a la calidad de vida
Desde la perspectiva del activista Federico Morón, la vida diaria de los cruceños se ha ido deteriorando tanto que la rutina de transporte se convirtió en un momento de vivir mal, tenso e inseguro.

“No hacer nada para que esto mejore implica que el ciudadano viva mal”, puntualiza y lamenta la tolerancia y pasividad de la ciudadanía y recuerda como la Alcaldía “guardó en un escritorio” los planes del Sistema Integrado de Transporte (SIT) hace más de una década, lo que deja entrever que esta enfermedad que padece Santa Cruz no es nada nuevo.

El activista también señala que los errores del municipio, además de dejar mal parados a los ciudadanos, convierten en ‘ogros potenciales’ (intratables) a los choferes por la forma en la que trabajan, en malas condiciones, sin descanso y ve como causa la ausencia de políticas públicas. “Otro sería el cantar si esto fuera prioridad”, dice.

La frustración de los choferes

Para el dirigente del Sindicato de Micros Santa Cruz, Aldo Terrazas, los cambios en el sector se dan sin consenso y ve una falta de educación vial, ya que el transportista trabaja según la demanda el pasajero, no ve indisciplina.

“No existen reglas básicas como las paradas. Respecto a las mejoras de nuestra parte necesitamos un mejor rendimiento económico, un micro nuevo cuesta $us 96.000 y las autoridades no nos dan las condiciones, ¿por qué tendríamos que oponernos al desarrollo de nuestro sector?”, subrayó Terrazas.

Asimismo, el dirigente volvió a recordar la necesidad de adecuar el precio del pasaje y que a pesar de las falencias hay 2.500 micros nuevos circulando en las calles.

Otro dirigente, Róger González, lamentó que los planes en agenda no se han analizado a profundidad con técnicos del transporte.

Este medio de comunicación también intentó contactar con autoridades de la Alcaldía, pero no hubo respuesta. Hasta el momento por parte de la institución hay planes, pero no acciones, según se evidencia en la ‘urbe’ oriental.

Detalles del estudio 

Resultados
La distribución poblacional de las variables estudiadas son, en su mayoría, no normales y más bien asimétricas.

Sobre el trato
Para determinar la cifra del trato grosero de los choferes, los consultados expusieron que no fueron tratados bien  en más de 10 ocasiones.

Sin cinturón de seguridad
El estudio sobre transporte vehicular revela que el uso del cinturón de seguridad no es una prioridad entre conductores.