Una nave con base en Santa Ana aterrizó en una reserva para cargar 300 kg de droga y acabó quemada por la Policía peruana

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12 de julio de 2018, 4:00 AM
12 de julio de 2018, 4:00 AM

Al menos dos capos del narcotráfico peruano que operan en la zona conocida como el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) se ocultan en el departamento de Beni, donde viven con identidades falsas y dirigen desde allí el negocio de la droga utilizando para el tráfico ilegal avionetas con matrícula boliviana, como la que fue interceptada el 29 de junio por la Dirección Antidrogas (Dirandro) del Perú.

Los ‘peces gordos’ refugiados en Bolivia fueron identificados como Luis Alejandro Lagos Lizárraga y Eduardo Pascacio Candelario, cabecillas principales conocidos en el Vraem, afirmó Óscar Serván, jefe de Inteligencia de Dirandro, al programa Punto Final del canal Latina de Perú, que divulgó imágenes de la operación policial en el parque del Manu, una maravilla natural, donde se interceptó la nave Cessna CP 1855 matricula boliviana cuando se aprestaba a cargar 300 kilos de cocaína.

Un video filmado por agentes de Inteligencia registró el momento en que de pronto, a lo lejos, se oye el ruido de un motor y dos sujetos aparecen en la orilla de un río y corren al mismo tiempo en dirección contraria haciendo las veces de operadores de vuelo para hacerse visibles desde el aire.

Mira el video:
 

Enseguida, aparece la avioneta de color blanco con azul y un experto piloto aterriza diestramente en un espacio reducido y en cuestión de segundos hace girar la nave y queda lista para alzar vuelo en la improvisada pista. 

En minutos, el piloto entrega una bolsa con dinero ($us 400.000) a uno de los narcos y al rato aparece una chalana a motor de la que desfilan 10 cargadores llevando sacos blancos con 30 kilos de cocaína cada uno. En ese instante trepidan las balas, señal que los policías entran en acción y reducen a varias personas. Sin embargo, el piloto logra escapar.

Del Beni informaron que la nave CP 1855 tenía su base hace poco más de dos meses en San Borja y, al parecer, al cambiar de dueño, la registraron en Santa Ana, donde se conoce al dueño, que la perdió pues fue dinamitada.

Felipe Cáceres, viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, dio por descontada la investigación de oficio sobre la presencia en Beni de esos capos del narcotráfico peruano.