Su familia y Asafavittp reclaman mayor celeridad en las investigaciones. No saben de su paradero desde el 6 de octubre, cuando fue a la casa de su pareja

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28 de enero de 2018, 9:00 AM
28 de enero de 2018, 9:00 AM

El 6 de octubre de 2017, Gloria Reynaga (31) fue a almorzar a casa de la familia de su novio, John S. M. (32), en el barrio Roca y Coronado, zona sur de la ciudad. Desde ese día, no aparece. Su tía Pacesa Reynaga comentó que el novio indicó que, después de almorzar, Gloria se fue a la terminal Bimodal con destino a Trinidad, adonde viajaba llevando mercadería.


Sin embargo, Gloria no llegó a Trinidad, no hay registro de que hubiera salido de la terminal y es más, su novio, con la excusa de que iba a ir a buscarla, tampoco aparece desde el 23 de octubre. “Después de 10 años de noviazgo iban a casarse, pero ella había terminado la relación porque él le pegó y la había amenazado”, señala Pacesa. 


Muchas hipótesis pueden surgir, pero, según la tía, luego de tres meses obtuvo el extracto telefónico en el que se muestra que el teléfono de Gloria estuvo en la zona Roca y Coronado, varios días después de la desaparición de la joven. 


Este hecho es investigado por Trata y Tráfico de Personas a la cabeza del fiscal Marcos Arce, quien señala que inicialmente el teléfono de la desaparecida quedó inactivo. Sin embargo, una indagación de la Fiscalía detectó que el teléfono de ella y de su pareja están activos. En el flujo de llamadas se pudo detectar que hasta un determinado tiempo después de la desaparición hubo comunicación entre el número de Gloria y de John S.M.; luego una pausa y después se volvieron a activar, pero para comunicarse solamente por vía internet y no así con llamadas.


“Esa situación nos hizo replantear los métodos de investigación, pero logramos encontrar otras evidencias. Fue difícil, pero se llegó a establecer que la comunicación de los teléfonos de la desaparecida con su pareja otra vez se activó, pero vía internet”, dijo Arce. 


Para la Fiscalía, este hecho abre la esperanza de que la mujer esté viva, pero no se descarta que el o los aparatos telefónicos estén en poder de terceras personas. Eso también lo sabe doña Pacesa, quien peregrina solicitando una prueba de ADN al cuerpo de una joven encontrada muerta en un barrio alejado de Santa Cruz, cuya data de muerte coincide con la fecha de desaparición de Gloria.


María Rita Hurtado, presidenta de Asafavittp señaló que las pesquisas deben tener más celeridad. Recordó que en el caso de su hija en 2015 se hizo solicitud de imágenes de cámaras de seguridad a una universidad, muchos meses después de ocurrido el hecho, y que las filmaciones ya habían sido eliminadas.