Las últimas lluvias que azotaron la zona destruyeron cuatro casas y otras seis están en riesgo. El COED ha desplegado motobombas para el desagüe de las casas. Defensa Civil llevó ayuda a otros municipios

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30 de marzo de 2019, 4:00 AM
30 de marzo de 2019, 4:00 AM

Los pobladores de la comunidad La Cuta, ubicada en el municipio de Cabezas, están padeciendo los efectos de las torrenciales lluvias que cayeron los últimos días en la zona, dejando a cuatro familias sin viviendas y a otras seis en riesgo de perderlas, además de sembradíos bajo el agua.

La Gobernación de Santa Cruz, a través del Centro de Operaciones de Emergencias (COED), está evaluando los daños y ayudando con el desagüe de las casas, mientras que autoridades locales llevaron medicamentos y alimentos para las familias afectadas.

El concejal Franz Banegas fue una de las primeras autoridades de dicho municipio en trasladarse a la zona para canalizar ayuda y mostrar los daños, además de las condiciones en que se encuentran las familias, cuyas casas de adobe se desplomaron debido a la humedad.

Banegas informó de que los últimos dos días llevaron medicamentos donados por la Cruz Roja, además de vituallas y ropa.

Por su parte, la secretaria municipal de Cabezas, Beatriz Jordán, manifestó que la Alcaldía está dando la asistencia necesaria a los afectados, con la entrega de alimentos.

No obstante, el concejal Banegas indicó que urge declarar emergencia por inundaciones en dicho municipio y, para ello, el Concejo requiere de un informe técnico que debe hacer llegar el alcalde Rodolfo Vallejos, pero que no lo ha hecho porque se encuentra de viaje en el exterior.

Al respecto, la secretaria municipal indicó que no se ha desatendido a los afectados, ya que el alcalde, antes de viajar, instruyó darles la asistencia necesaria.

Por su parte, el director del COED, Enrique Bruno, informó de que una comisión del grupo de rescate de la Gobernación se ha trasladado a La Cuta para hacer una evaluación de los daños. Además, llevaron equipos de motobombas para desaguar las viviendas.

Otras que también han recibido ayuda humanitaria son las familias damnificadas de los municipios de Cuevo, Lagunillas, Villa Montes y Charagua, que han sido golpeados por lluvias locales y por el desborde de quebradas y del río Parapetí.

El jueves, desde la ciudad capital, partieron varios camiones cargados de alimentos y herramientas, que hace llegar el Gobierno nacional, a través del Viceministerio de Defensa Civil.

“Son 18 toneladas de ayuda humanitaria para 500 familias damnificadas de dichos municipios”, informó el funcionario Luis Fernando Johansen.

Familias afectadas

De acuerdo con el reporte del Viceministerio de Defensa Civil, hasta el jueves pasado se registraban 69.821 familias afectadas por los desastres naturales en 93 municipios de todo el país.

“A escala nacional tenemos 47.082 familias afectadas y al menos 22.739 damnificadas por los desastres naturales”, precisó el viceministro de Defensa Civil, Javier Ayllón.

Dijo que por las riadas, inundaciones y deslizamientos, se destruyeron 182 viviendas y 19.258 hectáreas de cultivos.

Ayllón agregó que se reportaron 33 fallecidos, 26 desaparecidos, 24 municipios declarados en situación de emergencia y 69 en situación de desastre.

La autoridad nacional explicó, además, que movilizaron 421 toneladas de ayuda humanitaria para atender a más de 12.327 familias en los departamentos de La Paz, Potosí, Cochabamba, Tarija, Beni, Santa Cruz, Oruro, Chuquisaca y Pando.

Precisó que una de las regiones más golpeadas por las lluvias y el desborde del Parapetí es Charagua, sobre todo los pueblos originarios de Isoso (Alto y Bajo), donde se registraron 213 viviendas afectadas, de las cuales 35 fueron destruidas por la riada.

Chuquisaca

Entretanto, el gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, informó de que en el municipio de Monteagudo, de la provincia Hernando Siles, se perdió el 80% de la producción de ají, maíz y maní, a consecuencia de las lluvias que se registran en la región del Chaco chuquisaqueño.

“Está golpeando a la producción de ají, maíz y maní. El sector agrícola puede perder el 80% de la producción”, informó.

Asimismo, dijo que unos 600 kilómetros de caminos están afectados, pues el 90% de los tramos son de ripio y tierra, por lo tanto, son vulnerables al agua.

La autoridad departamental indicó que está lloviendo bastante, como no ha ocurrido en los últimos diez años.

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