Más de una treintena de personas han pasado las noches cobijados del frío en el espacio temporal en la exterminal

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27 de mayo de 2019, 4:00 AM
27 de mayo de 2019, 4:00 AM

Cuando el sol se oculta y el frío penetra hasta los huesos, hombres y mujeres en situación de calle comienzan a ingresar el portón principal de la exterminal que, desde el viernes pasado, funciona como albergue a cargo del municipio cruceño.

Es sábado en la noche y mientras la gente camina apresurada a tomar el transporte que los llevará a sus hogares, una treintena de personas que pernoctarán en el espacio se aprestan a conciliar el sueño luego de compartir la cena que fue precedida por una pequeña oración de agradecimiento.

Ubicada a un costado del espacio y separada de los varones, Juana B. (54) es la única mujer que ha llegado hasta allí arrastrando las marcas del sufrimiento en el cuerpo que deja el vivir en las calles. Cuenta que llegó desde La Paz, que no tiene familia en Santa Cruz y es una de las usuarias más antiguas del albergue temporal. “Hace cinco años que vengo aquí. Antes trabajaba cama adentro, no tenía este problema”, relató Juana que asegura tener hijos, pero que cuando se divorció prefirió darlos a “personas que no los hagan sufrir”.

Eliazar E. (47) destaca en el grupo por su gran porte. Es riberalteño a y dice que llegó a la ciudad de los anillos en busca de trabajo para poder ayudar con los gastos que implica tener un hijo recién nacido. “Si alguien me puede ayudar a encontrar trabajo de carpintero y barnizador de muebles será de gran ayuda. El teléfono de mi esposa es 784-39764”, indicó.

Otro “nuevo” en el albergue es Vidal H. (29). Tendido sobre el colchón nuevo y cobijado con la colcha que el municipio les entrega a cada uno, el joven cuenta que, si bien tiene familia en Santa Cruz, por ‘problemas’ no vive con ellos. En su caso, él busca trabajo como vidriero, pues es el oficio que le ha permitido comer todos los días desde que se separó de los suyos.

El más adulto y conocido del grupo es Javier A. (61), quien se considera el dirigente del grupo desde 2018. “Existen unas 5.000 personas en situación de calle solo hasta el tercer anillo”, informó el cochabambino, que vive en Santa Cruz hace más de 40 años.

Ayuda integral

“A parte del cobijo que se les brinda, se da un servicio social. Vemos si tienen familia y, en caso de enfermedades, los derivamos al personal de salud que está toda la noche allí. También se les ofrece un servicio de atención sicológica”, comentó Minerva Guerrero, jefe de la Defensoría, al resaltar que muchas de las personas en situación de calles tienen alguna adicción al alcohol o a las drogas.

El jefe de Seguridad Ciudadana, Diego Clavijo, señaló que para el ingreso está prohibido las bebidas alcohólicas, drogas y armas.

“Ellos ya conocen cómo es aquí. Aprenden a tener orden, saben los horarios de comida y apagado de luces. También les damos shampoo y jabón para su aseo personal, ya que tenemos duchas en el lugar”, contó.