Tajibos floreciendo en junio o toborochis en abril son una muestra de cambios en el ecosistema urbano. El colegio de ingenieros forestales, Colectivo Árbol y Revolución Jigote, formaron un equipo multidisciplinario. Te mostramos dos puntos de vista 

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6 de julio de 2018, 13:00 PM
6 de julio de 2018, 13:00 PM

Las hojas de los tajibos y toborochis llenaron de colores las calles y avenidas de la ciudad. Esta floración irregular que se dio entre abril y junio, en lugar de mayo o septiembre, despierta el interés de investigadores y activistas que se plantean convertir a Santa Cruz en un laboratorio urbano. 

En abril, un equipo de investigadores explicó que el florecimiento prematuro de especies de toborochi se debía a cambios en el microclima urbano. Los investigadores también afirmaron que estos árboles, cuyo periodo de floración era de una vez por año, ahora registraban casos de floración entre dos y cuatro. 

Tal explicación fue cuestionada por el forestal Juan Carlos Montero. Asevera que "es imposible que estos árboles tengan una 'tetrafloración anual' y que sí solo se observaron algunos pocos individuos con este fenómeno no se debe generalizar o echar la culpa al cambio climático".

"No existe un estudio bajo rigor científico que hubiera analizado el efecto de microclimas o cambio climático sobre la dinámica de floración de los toborochis y Mapajos en Santa Cruz. Es obvio que el crecimiento poblacional acompañado por la era del cemento y los condominios está creando un microclima que puede afectar los patrones de floración, no solo de toborochis y Mapajos, y su floración; sino también a la densidad de polinizadores, producción, crecimiento, plagas, enfermedades, etc.", afirmó. 

 

Para saber más: 

 

 

Dos puntos de vista 

Consultado al respecto, el investigador botánico y ecólogo Iván Linneo Foronda, uno de los investigadores de este estudio, reivindicó sus resultados y señaló que se explican por "una característica evolutiva" que presentan los seres vivos desde hace millones de años. 

En referencia a los cuatro momentos de floración señaló: "La apreciación de este fenómeno data del 2.000, en la zona del campo universitario de la 'Gabriel', y en la avenida Irala. Desde entonces noté que la Ceiba chodatii (toborochi de flor amarillo), tenía diferentes momentos de floración, que no necesariamente implica a todos los árboles, ni tampoco en cantidades similares a mayo, ni una floración larga".

El botánico refirió también que se registraron casos en que el toborochi rosado presenta dos momentos de floración, ya que por más de una semana permanecieron sin flores y luego volvieron a florecer. "Es como se lo esperaba, ya que no hay frutos que indiquen una polinización exitosa", dijo.

El botánico añadió que la floración y fructificación múltiple también se evidencia en la manga o mango, otra especie con "floración inconstante", un fenómeno que asegura no es propio de Santa Cruz, sino que también sucede en México, por lo que se requieren más estudios para entender lo que los árboles están percibiendo.


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Los tajibos

La floración de los tajibos en junio también sorprende a los investigadores, que lo atribuyen a estrategias de supervivencia según su entorno, ya que al florecer y esparcir sus hojas el árbol busca prolongar su especie.  

El biólogo Huáscar Bustillos sostiene que esta afirmación en base a estudios realizados en Hanoi, Berlín, Ciudad del Cabo, París, entre otras, mostraron que los árboles urbanos crecen más rápido que sus similares en las áreas rurales.  

Para Montero, esto es relativamente nuevo, ya que antes se vio florecer tajibos rosados en junio, como tajibos blancos en diciembre, siendo que este florece en septiembre, pero señala que no se debe solamente a causa del microclima. 

 

 

Para saber más:

 

 

Equipos de investigación 

Para Montero, hay diferentes grupos de activistas preocupados por la deforestación, ornamento y vegetación; aunque también reconoce que existe "una gran división" entre ellos, en la lucha por visibilizar su aporte.

Ante esta situación, impulsa la creación de un equipo consultivo multidisciplinario, descentralizado de estructuras o dogmas (colegio de biólogos, forestales, académicos o activistas), a fin de formar un solo bloque que analice, discuta, decida, promulgue y difunda soluciones con sustento técnico a los problemas ambientales.

Destacó que hasta el momento se articularon con el Colegio de Ingenieros Forestales, Colectivo Árbol, la Revolución Jigote, el Instituto Boliviano de Investigación Forestal, entre otros, con el objetivo de conformar un equipo consultivo multidisciplinario pro naturaleza de Santa Cruz.