El estadio Tahuichi Aguilera recibió a unos 35.000 feligreses que escucharon el mensaje de la Iglesia católica. Unos 200 sacerdotes también participaron de la celebración que fue encabezada por el monseñor Sergio Gualberti

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21 de junio de 2019, 4:00 AM
21 de junio de 2019, 4:00 AM

Una verdadera fiesta fue la que se vivió ayer en la tarde en el estadio Ramón Tahuichi Aguilera, hasta donde llegaron unos 35.000 feligreses de las diferentes parroquias de Santa Cruz para presenciar la misa de Corpus Christi.

Al ritmo de la música ofrecida por el Orquesta Sinfónica Hombres Nuevos y el Coro Arquidiocesano, el público llegó desde temprano hasta el campo deportivo para copar todas las locaciones del mismo.

A las 16:30 arrancó la celebración, que fue encabezada por el monseñor Sergio Gualberti, acompañado de toda la curia religiosa.

Homilía

Al encuentro con Jesucristo: pan de reconciliación y paz, fue el lema de la celebración para este año y que ocupó gran parte de la prédica de Gualberti.

“El pan, ‘fruto de la tierra y del trabajo del hombre que recibimos de tu generosidad’, dice el sacerdote en el ofertorio de la misa. El pan es un don de la tierra, un don de Dios, pero también fruto de nuestro trabajo. El pan, ganado con el sudor de cada día y fruto del trabajo honesto y bendecido por Dios, el pan partido y compartido en familia, en comunidad y en solidaridad, el pan del amor que crea unidad y comunión. No el alimento fruto de la corrupción, del robo, de la explotación de los pobres, de la injusticia y de la ganancia fraudulenta que crea división, rencor, odio y confrontación”, manifestó.

El clérigo también se refirió a la violencia: “Jesucristo, Pan de la reconciliación nos convoca a pasar de esta lógica perversa de la violencia a la amabilidad, del enfrentamiento al entendimiento, de la desconfianza al diálogo franco y sincero, de la mentira a la verdad, de la división a la reconciliación, todo en el máximo respeto de la dignidad de la persona”.

También, en su sermón reflexionó sobre la violencia en el día a día: “La lógica del más fuerte y el recurso a la fuerza y a la violencia se han impuesto como medios comunes para solucionar los problemas y para expresar sus derechos, verdaderos o supuestos. Error muy grave: la violencia destruye lo que pretende defender, acarrea muerte y ahonda problemas, divisiones, rencores y odios entre personas, grupos y regiones”.

En el mensaje de la Iglesia católica hacia sus feligreses también se destacó la reconciliación con el medio ambiente: “...También en nuestro país es urgente la reconciliación con ‘nuestra hermana madre tierra’ como afirmamos los obispos en la carta pastoral ‘Tierra madre fecunda para todos’. Una tierra gravemente herida por su explotación irracional, el uso indiscriminado de los pesticidas, la deforestación, la industria extractiva, la contaminación ambiental, el manejo irracional del agua y la acumulación de la basura”.

Posterior al sermón, se realizó la consagración de más de 20.000 hostias que fueron entregadas por 330 ministros extraordinarios de la eucaristía (entre sacerdotes y laicos), que las entregaron a la comunidad católica asistente.

Al finalizar la misa, la curia religiosa, acompañada por los asistentes a la ceremonia, se dirigieron hasta la catedral en una procesión junto con el Santísimo.

En San Ignacio de Velasco

Con una masiva presencia de fieles la fiesta de Corpus Christi también se celebró en San Ignacio de Velasco con una misa en la catedral donde, en primera fila, estuvieron las autoridades y el cabildo indígena.

La ceremonia fue celebrada por el párroco Óscar Banegas, quien resaltó la última cena del Señor que instituyó la eucaristía, compartiendo el vino y el pan.

Posteriormente se realizó la tradicional procesión por la plaza principal del pueblo. En cada una de las cuatro esquinas se montaron altares para el Santísimo.

La procesión fue animada por el coro y la orquesta municipal, además de los músicos del cabildo.

El director de la Casa Municipal de Cultura y Turismo, Luis Vaca Pinto, lamentó que la Policía Boliviana de Frontera no colaboró para cerrar el tráfico en las esquinas de las calles que convergen a la plaza principal. “Hablé con el comandante y no mandó efectivos a dar seguridad en esta fiesta religiosa, ese trabajo fue hecho por funcionarios municipales”, informó Vaca Pinto.