A pocos metros del nuevo mercado La Ramada, gremiales instalaron sus puestos de venta en plena área verde. En el antiguo Los Pozos, los comerciantes informales copan las calles aprovechando la escasa presencia de gendarmes

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31 de julio de 2018, 4:30 AM
31 de julio de 2018, 4:30 AM

Los vendedores informales no dan tregua a las autoridades municipales y persisten en ocupar los espacios públicos, poniendo en riesgo el plan de la Alcaldía para ordenar los mercados.

En un recorrido que hizo ayer EL DEBER por los mercados Los Pozos, La Ramada y Abasto, así como por los tres nuevos centros minoristas de abastecimiento que construyó la comuna cruceña, se observó que los vendedores informarles hacen caso omiso a las normas municipales que prohíben el asentamiento en las áreas públicas.

En Los Pozos de la zona céntrica poco a poco los ambulantes han vuelto a vender en las calles y aceras. Por ejemplo: las calles Abaroa, Obispo Aguirre, 6 de Agosto y Campero se encuentran invadidas por los vendedores informales que comercializan verduras, frutas, ropa usada y otros productos, aunque en pequeñas cantidades.

Para agravar la situación y congestionar más la zona, los taxistas y vehículos particulares se estacionan donde se les antoja, sin respetar las señales de tránsito ni las normas. En algunas aceras, el paso para el peatón es cada vez más estrecho.

Durante el recorrido se observó la presencia de algunos guardias municipales controlando la zona; no obstante, el personal municipal ha sido rebasado porque el caos se va adueñando nuevamente de este mercado.

La parte más caótica es la calle Campero, zona de ‘los cachivacheros’. Allí proliferan los comerciantes informales que ofrecen para la venta artefactos electrónicos y celulares de medio uso. En ese lugar, no se ve guardias municipales ni personal de Tráfico y Transporte de la comuna.

En las calles Charcas y Aroma se vio ayer a un grupo de comerciantes vendiendo verduras en las aceras públicas. Incluso algunas amas de casa compraban los productos exhibidos en el suelo.

Adela Bazán, vendedora ambulante, dijo que decidió volver a vender en la calle porque no pudo conseguir un puesto fijo en el mercado Minorista Los Pozos, de la avenida Alemana, porque se negó a pagar las cuotas que le exigían los dirigentes de las asociaciones.

Nuevo Minorista La Ramada

En el mercado Minorista La Ramada, ubicado en la zona de la av. Moscú, un grupo de comerciantes ha decidido improvisar puestos de venta en las áreas verdes de los alrededores del nuevo centro.

Según los vecinos de la zona, los vendedores de ropa nacional se han instalado en ese sector y ninguna autoridad hace algo para sacarlos del lugar.

Desde hace algunas semanas, la acera de la avenida Marcelo Quiroga Santa Cruz, que va hacia la doble vía a La Guardia, está ocupada por un grupo de personas que comercializan ropa. Los vendedores ocupan ambos lados de la acera, acomodan sus mercaderías a la intemperie y en el piso, y dejan un pequeño espacio para que los transeúntes puedan caminar.

Desde la semana pasada, el terreno ha sido demarcado, señal de que los gremiales tienen pensado construir sus casetas en el lugar, indican los vecinos.

EL DEBER intentó saber quiénes son estos comerciantes, a qué asociación pertenecen y si tiene autorización de la Alcaldía para instalarse en el lugar; sin embargo, nadie quiso dar información.

A pocos metros de distancia se encuentra ubicada el área de parqueo cedida por la Alcaldía para que los afiliados de la Federación Gremiales Unidos, que encabeza el dirigente Jaime Flores, vendan sus productos.

Los vendedores de frutas y de comida también deambulan por la zona.

De la presencia de los comerciantes informales no se escuchan quejas por parte de los afiliados a la Federación de Gremiales Unidos, pero sí hay reclamos por la falta de conexiones para energía eléctrica y de sanitarios.

Rogelia Carvallo, comerciante de Gremiales Unidos, comentó que ante la falta de sanitarios se ven obligados a buscar baños en los domicilios particulares aledaños al lugar. Además, ante la falta de energía eléctrica dijo que se ven obligados a cerrar sus puestos a las 17:00, pues temen robos durante la oscuridad.

Antigua La Ramada

Donde se observa mayor presencia de funcionarios del gobierno municipal es en el mercado La Ramada de la zona céntrica, especialmente después de la reapertura de la renovada avenida Grigotá.

Ayer, por ejemplo, se observó a personal de la empresa Vega-Solví limpiando el camellón central de la avenida Grigotá, mientras que el personal de la Unidad de Tráfico y Transporte controlaba que los micreros y taxistas respeten el uso de las paradas establecidas, así como los parqueos de carga y descarga y los parqueos rotativos. Del mismo modo, guardias municipales recorrían la avenida, al igual que las calles aledañas controlando que los vendedores informales se asienten en las aceras.

El control municipal arroja buenos resultados, pues por las calles Chané, Terebinto, Amboró y Tundi no había vendedores asentados en las calles y aceras.

Reclaman más transporte

El mercado Minorista Los Pozos está libre de gremiales informales. No obstante, los comerciantes del lugar expresaron su queja porque la Alcaldía está permitiendo que los vendedores informales se asienten en los espacios públicos del mercado antiguo Los Pozos.

También se quejan porque el transporte interprovincial no ha instalado sus paradas en el nuevo mercado.

En ese mercado no hay muchos guardias municipales, lo que sí se observa es la presencia del personal de Espacios Públicos controlando que no haya mercadería en los pasillos.

Hilarión Jiménez, dirigente de la Asociación 8 de Enero, dijo que la petición que hicieron a las autoridades municipales y a la dirigencia del sector transporte es para que autoricen el paso de más líneas de micros por la zona para que mejoren las ventas.

Mercado Abasto

Ayer, en el mercado Abasto del tercer anillo y avenida Piraí, no hubo atención al público, sino limpieza general.

Para asear sus puestos, los comerciantes sacaron sus mercaderías a la avenida (tercer anillo externo), pero aseguraron que en horas de la tarde del mismo lunes los volverán a meter cuando terminen de arreglar y pintar sus estantes y armarios.