Las calles de la antigua La Ramada de a poco van quedando libres de comerciantes

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12 de mayo de 2018, 5:00 AM
12 de mayo de 2018, 5:00 AM

Los comerciantes de la Federación Gremiales Unidos, que en principio se resistían a salir de la antigua La Ramada, ahora buscan armar sus puestos de venta en el terreno de 10.000 m² que les cedió el gobierno municipal en la zona de la avenida Moscú, pero observan el tamaño del área pues creen que no cabrán 2.800 puestos de venta.

El dirigente de la Confederación de Gremiales de Bolivia, Juan Carlos García, indicó que el sector de comerciantes que lidera Jaime Flores buscará iniciar sus ventas este fin de semana en el nuevo terreno (sobre la calle Topáter), situado al frente del mercado minorista La Ramada, pues han desocupado los espacios públicos de la antigua La Ramada.

Ayer se observó a varios comerciantes trasladando sus mercaderías y puestos de venta hasta dicho terreno y aguardaban la orden de sus dirigentes para acomodarse en el lugar asignado.

Algunos contrataron camionetas y vagonetas para trasladarse y otros lo hicieron en sus propios vehículos. “Nosotros vivimos del día, no tenemos grandes capitales como para dejar de trabajar un día”, dijo molesta una comerciante de zapatos que antes vendía en la calle Muchirí.

La mujer dijo que hace una semana ha suspendido sus ventas debido al traslado al nuevo terreno.

En el terreno ya se observa la delimitación de los puestos que hizo personal de la Alcaldía.

En la antigua Ramada

Mientras tanto, las calles y aceras de la antigua La Ramada ya están libres de vendedores, pero están llenas de basura, como cables, ladrillos, calaminas, fierros y tubos de metal. Además, existen ladrillos (adobito) en plena vía pública, donde los vendedores  habían instalado sus puestos. 

“Tenemos plazo hasta las cinco de la tarde (por ayer) para sacar nuestras cosas y luego esperar a que nos digan dónde vamos a vender”, dijo Wilson Martínez, de la asociación 25 de Febrero, mientras desarmaba su caseta que tenía en plena vía pública.
Ayer por la mañana, las calles Chiriguano y Muchirí esquina Tundi estaban vacías de comerciantes, salvo algunos vendedores ambulantes que aprovechaban que no había personal de la Alcaldía para vender sus productos.

La calle Chané, que hasta el jueves estaba cerrada con llantas de vehículos, ayer estaba despejada. Solo quedaban pedazos de calaminas y de fierros. 

En la calle Amboró aún quedaban puestos instalados en los espacios públicos, pero los propietarios se apresuraban para trasladar su mercadería. Los comerciantes están acatando la disposición de sus dirigentes, 
de trasladarse, aunque no todos están contentos por abandonar el sitio donde han vendido por varios años. 

Mientras tanto, vendedores del exmercado Los Pozos reclaman puestos a la Alcaldía, pues indican que en el nuevo mercado minorista Los  Pozos, de la avenida Alemania, no lograron conseguir espacios para instalarse.

En el nuevo mercado

Aumentan las ventas
Las vendedoras de pan, api, empanadas y de comida que están asentadas en los alrededores del pabellón grande del mercado minorista La Ramada, afirman que ya están mejorando sus ventas. “Ya vienen más clientes a comprar”, dijo Flora Quispe que vende papas y huevos cocidos a un costado de ese centro de ventas.

Sigue la vigilia
Los vendedores de celulares, frutas y ropa que antes estaban asentados en la acera de la avenida Grigotá, siguen en vigilia en el parqueo interno del nuevo centro comercial a la espera de que las autoridades de la Alcaldía les asignen un lugar para vender. En esos predios instalaron sus carpas, camping y hule para resguardarse del sol y la lluvia mientras hacen vigilia.