Una niña de la aldea testificó que era abusada desde sus 11 años, ahora ella tiene 13. La Fiscalía libró una orden de apremio, respaldada en varios estudios sicológicos elaborados por la Gobernación y la Defensoría

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12 de septiembre de 2018, 4:00 AM
12 de septiembre de 2018, 4:00 AM

El testimonio de una niña que reveló haber sido violada desde sus 11 años, ahora tiene 13, es la prueba que tienen las autoridades de la Unidad de Víctimas Especiales (UVE) de la Fiscalía para haber librado una orden de aprehensión contra el abogado Claudio Américo Caiguara Romero, que por seis años formó parte del Comité de Fiscalización del directorio de la Aldea de Niños Padre Alfredo.

El 14 de agosto, los fiscales Yovana Castro, Rubén Ordóñez y Camilo Velásquez, de la corporativa de delitos sexuales de la UVE, emitieron una orden de aprehensión contra Caiguara, la misma que está vigente y ya provocó allanamientos a diferentes inmuebles, donde la Policía creía que estaba el acusado, pero aún no se logró su detención.

Mientras tanto, las instituciones que respaldaron la sindicación con estudios sicológicos, exámenes forenses de programas de asistencia social y familia a cargo de profesionales de la Gobernación, de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y de juristas de la Aldea de Niños Padre Alfredo, ven lentitud en las investigaciones, más aún considerando que la víctima es una menor indefensa.

Para el abogado del directorio de la Aldea de Niños Padre Alfredo, Wálter Suárez, es aberrante saber que Caiguara, que supuestamente era el protector y defensor de los derechos de los niños, resultó siendo el abusador.

Los juristas Luis Arredondo y Fátima Fuentes, que defienden a Caiguara, indican que su cliente es víctima de una mentira, una tramoya y revelan que está enfermo. De acuerdo con los abogados, el buscado está a buen recaudo, aclaran que no se presenta al caso por falta de garantías y acusan que hubo vulneración al debido proceso; además afirman que él tiene temor de que lo maten.

El testimonio de la niña

Todo comenzó después del 4 de mayo de este año, cuando el sindicado fue retirado de la administración del hogar al final de una asamblea del directorio.

Sin embargo, más de un mes después, el 25 de junio, dos menores de 13 y 16 años, fueron sacadas del colegio de la Aldea Padre Alfredo, presumiblemente por Caiguara, para denunciar en la Brigada Parlamentaria supuestos maltratos de funcionarios y miembros del directorio.

Ante esta declaración, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia intervienen e inician las pesquisas del caso y trasladan a las denunciantes a otro hogar.

Al siguiente mes, a principios de julio, la adolescente de 16 años huye del centro al que había sido llevada, desaparición que la División de Trata y Tráfico de Personas mantiene activa.

En el hogar quedó la menor de 13 años, que decide contar la verdad de lo que vivía a una sicóloga, previo pedido de garantías para sus hermanas aldeanas, ya que la adolescente aseguró que Caiguara las tenía amenazadas.

EL DEBER conoció estos detalles en los expedientes del caso, donde la primera revelación de la víctima a los investigadores es que ella fue víctima de violación de Caiguara desde sus 11 años.

“Yo me escapé del hogar hace un mes y medio porque quería hacer una demanda con mi amiga. Queríamos hablar sobre el maltrato físico que sufrimos los chicos. Nos obligó Caiguara a salirnos del hogar, que está al mando del funcionario Arlex R. Ahora estoy contando toda la verdad porque me siento amenazada. El Dr. Caiguara es mi padrino, él abusó de mí cuando yo tenía 11 años. Nos sacó a mí, a mi amiga y a mi hermana, de 14 y 16 años, para llevarnos al cine y a almorzar. Era cumpleaños de mi hermana. Fuimos al cine y me dijo que lo acompañe a comprar pipocas, soda y helados. Luego me dijo que fuéramos a su casa, que está muy cerca del cine. Cuando llegamos, me dijo que suba callada a su cuarto y vea lo que tenía para mí. En su cama había un sostén y un calzón, y me dijo que me los ponga. Me agarró las manos, me botó a su cama, me tapó la boca, aseguró la puerta con llave, cerró las ventanas y se encimó en mí”, cuenta la menor de 13 años en su testimonio y además reveló que “fueron muchas las veces que Caiguara abusó de mí, me llamaba hasta su oficina, yo tenía que ir porque la tía de mi casa me obligaba. La última vez que abusó de mí fue hace dos meses, en junio. Siento odio por el Dr. Caiguara, es difícil, porque yo le conté a la sicóloga de la Gobernación”. El sindicado está prófugo.

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