Las infecciones respiratorias agudas son las que ocupan el primer lugar en atenciones. Le siguen los problemas en la espalda. A los servicios de salud le preocupa el ascenso de males que tienen que ver con los malos hábitos de la gente

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7 de abril de 2019, 3:59 AM
7 de abril de 2019, 3:59 AM

Según el perfil epidemiológico de morbilidad en Bolivia de la gestión 2018, realizado en base a los reportes de los tres niveles de salud (postas, centros y hospitales), las cinco enfermedades que encabezan el listado del Ministerio de Salud son las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores (que se producen en el aparato respiratorio, causadas por microrganismos como virus y bacterias); las dorsopatías (dolores y molestias en columna vertebral y la espalda); las enfermedades infecciosas intestinales (diarreas); las enfermedades del esófago, del estómago y el intestino delgado; y las del sistema urinario.

De lejos, las infecciones respiratorias (IRA) están a la cabeza; el año pasado casi el 20% de la población nacional acudió al servicio de salud público con estas afecciones, 1.519.721 personas, para ser más precisos.

Los entendidos en salud a los que se consultó coincidieron en que en Bolivia estamos en una fase de transición. Estamos pasando de las enfermedades transmisibles e infecciosas a las no transmisibles y crónicas. Es verdad, todavía existen enfermedades transmisibles, no las hemos controlado totalmente y aún son un problema de salud pública; pero estamos con enfermedades crónico-degenerativas y enfermedades mentales que han ido ganando terreno y se están convirtiendo en un problema de salud pública; ese es el caso de la diabetes, la hipertensión y los distintos tipos de cáncer. “Hoy en día son las principales causas de muerte y de discapacidad en Bolivia”, afirmó Roberto Tórrez director de Epidemiología del Sedes.

Para Tórrez las IRA y las diarreicas agudas con seguridad son las dos enfermedades más importantes en el país entre las transmisibles, seguidas del VIH /Sida y la tuberculosis. Y en una subclasificación, las vectoriales, (la mayoría transmisibles), están en vías de control, como es el caso de la malaria, pues en Bolivia está en una fase de pre-eliminación.

Otras enfermedades transmitidas por vectores que destacan vienen a ser chagas y rabia canina. Bolivia es el país con mayor prevalencia de la enfermedad de chagas en el mundo. Según datos de la Coalición Chagas, más de 600.000 personas viven con la infección y se estima que hay una media anual de más de 8.000 nuevas infecciones por picadura de la vinchuca. Aunque el Ministerio de Salud asevera que se ha logrado bajar a 5.000 casos positivos por año.

En cuanto a rabia canina, el entonces ministro de Salud, Rodolfo Rocabado, informó que se registraron 231 casos (2018) y cuatro decesos humanos a causa del mal. Santa Cruz y El Alto son las regiones en las que más ataques de perros se reportaron debido al número de animales abandonados en las calles. Es una reducción considerable si se toma en cuenta que el 2017 se registraron 900 casos de rabia.

Las no transmisibles

El perfil epidemiológico de enfermedades no transmisibles de la gestión 2018 tiene en primer lugar a las enfermedades hipertensivas (la presión dentro de los vasos sanguíneos es muy alta, a medida que el corazón bombea contra esta presión, tiene que trabajar más arduamente). El año pasado se registraron 103.303 casos, le siguen la diabetes mellitus con 58.269 casos, la insuficiencia renal con 14.637 y los tumores malignos con 13.717.

“La población tiene que conocer que hay estas enfermedades. Claro, el año pasado se registraron unos 200.000 casos de enfermedades no transmisibles frente a un millón de casos de enfermedades infecciosas, entonces las no transmisibles casi pasan desapercibidas, pero van a ir creciendo en la medida que no cambiemos nuestro comportamiento. Hay que mejorar la prevención de enfermedades y promover hábitos saludables”, refiere Max Enríquez, director de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud.

Sin mencionar que estas patologías crónicas no son diagnosticadas porque el boliviano se mantiene con su enfermedad y llega a la consulta cuando el dolor ya se convirtió en crónico. “Hay un cambio de comportamiento alimentario y de actividad física no solo en las urbes, también en las poblaciones menores. Lo primero que llega a cualquier comunidad son las gaseosas, no hay agua, pero gaseosa y cerveza no faltan. El de las enfermedades no transmisibles es un problema que va ir creciendo si no hacemos acciones de promoción y prevención”, observa Enríquez.

Según Angélica Fierro, del Programa Departamental de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, en nuestro medio las principales son la obesidad (36% de los cruceños la tienen), sobrepeso (28%), hipertensión (22%) y diabetes (10 a 12%). En el caso de la diabetes solo el 5% sabe que la padece y solo el 3% hace un tratamiento óptimo.

¿Cuándo nos invadieron las enfermedades no transmisibles? Para Fierro llegaron con la adopción de alimentos procesados y con las costumbres alimentarias traídas de afuera. “Más grande el plato, más grande la soda, tres presas por el precio de una... así empezó a aparecer la obesidad”, y reconoce que en Bolivia hay baja cobertura en cuanto a enfermedades no transmisibles. “En medicamentos solo se cubre en el tercer nivel de salud y únicamente si el paciente está internado”.

Las infecciosas

En Bolivia sigue habiendo vigilancia epidemiológica de las enfermedades infecciosas (también son transmisibles), en especial son motivo de seguimiento el dengue, chikunguña, zika, sarampión (por el contexto internacional, hay casos afuera, mas no en el país) e influenza. Después vienen malaria, leishmaniasis, chagas y hantavirus.

Comparando la información procesada del Cenetrop hasta la semana 10 de 2018 y semana 10 de 2019 se ve que tanto zika como chikunguña van en descenso. Zika tuvo 121 casos el año pasado y este solo 7, en el mismo periodo de tiempo (dos primeros meses y medio del año). Chikunguña igual descendió con 21 casos y 9, respectivamente. Pero el dengue, ese sí está en ascenso. El año pasado hubo 180 casos entre enero, febrero y la mitad de marzo y este 2019, 1.164 en el mismo espacio de tiempo.

Y en lo que toca a influenza, el año pasado hubo 4.059 casos sospechosos, de los cuales 1.625 fueron positivos y se lamentaron 26 decesos. Este año ha surgido la cepa H3N2, incluso muchas personas vacunadas igual contrajeron la influenza por el cambio de sepa, “porque estábamos inmunizados contra la sepa B y no contra la H3N2”, cuenta en tono anecdótico Carlos Eduardo Álvarez, director de Cenetrop que cayó enfermo ante esta nueva cepa.

En resumidas cuentas, en Bolivia las 15 enfermedades más comunes son: las IRA; dorsopatías; infecciosas intestinales; del esófago y estómago; del sistema urinario, las hipertensivas, diabetes, insuficiencia renal, tumores malignos (cáncer), tumores benignos, dengue, chikunguña, zika, influenza y chagas.

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