Al menos 60 familias del barrio 24 de Junio fueron afectadas por el rebalse de la quebrada Chaúpa. Autoridades evalúan

16 de enero de 2018, 4:00 AM
16 de enero de 2018, 4:00 AM

“Ya no queremos vituallas ni colchoncitos viejos, necesitamos soluciones inmediatas, queremos que esta quebrada desemboque en el río Piraí como era antes y ya no nos afecte”, este es el pedido de Gary Justiniano (33), uno de los pobladores del barrio 24 de Junio y afectado por la inundación que se registró el domingo en Porongo.

Él, junto con otros vecinos de la zona, se reunieron improvisadamente e irrumpieron el trabajo que realizaba una maquinaria de la Alcaldía en la alcantarilla donde fluyen las aguas de la quebrada Chaúpa, para pedir  al alcalde, Julio César Carrillo, y a la Gobernación  la construcción de un puente y de defensivos en las zonas aledañas.

“Pedimos que el alcalde venga y responda, que la Gobernación y el Gobierno nos construyan un puente, de lo contrario bloquearemos el ingreso al puente del Urubó”, advirtió Justiniano. 

Remberto Morón, vecino de la zona, indicó que el problema lo ocasiona el puente construido por la Gobernación, porque ante una intensa lluvia, como la que suscitó el domingo y a principios de año, impide que la palizada y el agua sigan su curso y más bien se rebalse e inunde el lugar.
No obstante, funcionarios de la Gobernación explicaron que el problema de la inundación responde a los constantes desmontes en la zona, que han desviado el curso de las aguas de tres arroyos, conduciéndolos hasta la quebrada Chaúpa y no así hasta el río Piraí, donde antes desembocaban.

La vecina Claudia Rojas, con  voz temblorosa, contó que el domingo las aguas que entraron a su casa por poco arrastraron a su bebé, de 11 meses, mientras ella trataba de recuperar sus pocos bienes. El pequeño fue salvado por uno de sus hermanos.

La Gobernación explica
El director de Gestión de Riesgo de la Gobernación, Juan Carlos Ibáñez, dijo que se están coordinando acciones con la Alcaldía de Porongo para paliar las afectaciones causadas por las lluvias. “El riesgo persiste, mientras no tengamos un trabajo mucho más grande y profundo para encauzar esos tres arroyos, de la quebrada al río Piraí, vamos a tener el mismo problema”, expresó el directivo.