Las prendas más buscadas en este Carnaval son las camisas sublimadas, aunque son más caras. Los chisguetes, tipo mochila, son los preferidos de los niños, por ello vienen con figuras de personajes de la TV. La challa va ganando espacios

El Deber logo
9 de febrero de 2018, 7:00 AM
9 de febrero de 2018, 7:00 AM

Es imposible caminar por la avenida Isabel la Católica, entre Padre Porres y La Guardia, en el mercado La Ramada, y no detenerse a observar o a comprar algo de la amplia oferta de productos coloridos que por Carnaval exponen los comerciantes en los puestos callejeros. 


Donde no se dan hora de vida es en los talleres de costura para entregar las casacas encargadas por las comparsas, hasta con seis meses de anticipación, o para coser las que serán ofrecidas a las personas que carnavalean en pequeños grupos o solas. Para este año hay mucha demanda de camisas sublimadas.


Tampoco queda atrás la oferta de los artículos para la challa, incluso hasta con fetos de llama disecados para completar la mesa, costumbre andina que se ha arraigado en la región debido a la migración desde occidente. 


Negocio familiar
En el mercado San Luis, en el segundo anillo y Roca y Coronado, Juan José Fernández aún tiene muchos encargos de comparsas familiares o infantiles para la confección de casacas, pero del modo tradicional, es decir, con telas combinadas –sea de popelina o de dril–, con grandes bolsillos y con leyendas de serigrafía, y a bajo costo, a Bs 40 para tallas grandes y Bs 30 para niños.


“Me independicé de mis padres hace 15 años, ellos llevan más de 40 en la confección de camisas carnavaleras, siempre nos fue muy bien, por eso hay seis puestos que se dedican a esta actividad en el mercado San Luis”, manifestó Fernández, que tiene listo un lote de prendas para entregar hoy a 10 comparsas.


En la calle Mercado, y las aledañas Cañoto, Isoso, Vallegrande y Colón, hay muchos talleres de costura, aunque la mayoría está optando por coser casacas con la técnica del sublimado, es decir, algo parecido a una máquina que fotocopia imágenes de alta calidad en telas, sea de poliéster o de lino milano. Este tipo de prendas están haciendo furor, aunque están un poco caras, pues valen Bs 120, si son pocas unidades, y puede bajar de Bs 100, si son al por mayor. Pero también ofrece gorras cuyos precios varían entre Bs 30 y 35.


Carmen Chávez está cosiendo camisas sublimadas desde julio del año pasado, pues al menos 100 grupos de Carnaval han mandado confeccionar sus uniformes en su taller. “También cosemos camisas solas para las personas que quieren coleccionar, pues los estampados son muy vistosos, en especial los de cuadros de pintores costumbristas cruceños”, acotó la modista.


Chisguetes y espumas
Cada año hay novedades en cuanto a los chisguetes, para este Carnaval han proliferado los de tipo tanque, es decir, para cargar como mochila en la espalda, con figuras de personajes infantiles de dibujos animados, como Peppa Pig, el Hombre Araña, Batman, e incluso en forma de camisetas de los grandes equipos de fútbol de Europa. Los costos varían entre Bs 5, los más pequeños, y Bs 30 y 40, los de mayor capacidad de agua.


En cuanto a las máscaras hay tipo antifaz y caretas, a Bs 10, y las que vienen con cabellera, las cuales pueden costar Bs 70.


Los globos para agua están a Bs 30 la docena, mientras que las espumas autorizadas por la Alcaldía son cinco marcas: Rey Momo, Fiesta, Rick, Alegría Carnavalera y Soy tu espuma de Carnaval.


La impulsadora de productos de espuma en La Ramada, Flavia Nava, refirió que la docena de espuma Rick está en Bs 92, la de Rey Momo, en Bs 104, y de Alegría Carnavalera en Bs 87. “Cualquier marca, por unidad, vale Bs 10”, acotó.


Challa
Sabina Acarapi llegó el domingo desde La Paz con un surtido de fetos –sullos– de llama, elemento esencial para la k’oa, ritual en honor a la madre tierra o Pachamama, el martes de Carnaval.


“El sullo cuesta entre Bs 50 y 120, depende del tamaño, es para atraer la buena suerte en las cosechas y en la vida personal. También se puede usar la imagen del sapo, al cual se le pone una réplica de billete para atraer dinero”, explicó Acarapi, que tiene bastante clientela en Santa Cruz, incluso vienen de otros municipios, como Felipa Romay, que compraba ayer en La Ramada para llevar al mercado de Satélite Norte, en Warnes.  
Otros elementos que lleva la k’oa son los confetis, dulces, figuras humanas y de animales; además de la quema se rocía con singani y vino.

Van quedando en el pasado, pero también son muy requeridas las casacas antiguas de popelina o de dril
La modernidad llegó al negocio de las casacas, ganan terreno las prendas sublimadas, por ser muy coloridas