Son ambientes con mayor exposición al sol con una pequeña cascada y asientos para la meditación. Se anuncia la apertura de un parque de esculturas. El biocentro es considerado una “isla” ecológica frente al avance de urbanizaciones y de la polución

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14 de noviembre de 2017, 4:00 AM
14 de noviembre de 2017, 4:00 AM

El biocentro Güembé se ha constituido en una especie de isla ecológica rodeada por las grandes edificaciones de las urbanizaciones en el Urubó. De esta manera, cada cierto tiempo aparecen nuevas especies de animales en busca de refugio frente al inminente avance del desarrollo y la civilización. 

Una de las bajas más evidentes y que más preocupa a los expertos del centro es la de la población de mariposas que prácticamente es inexistente fuera de sus microclimas, pero que sin embargo son importantes para la floración de las especies vegetales de toda la región.
“Con menos mariposas disminuye la capacidad de reproducción de las plantas y se pone en riesgo todo el ciclo productivo, que incluye a la agricultura a gran escala, como del maíz o de la soya, asegura la bióloga del centro, Paola Montenegro.

Hoy martes 14 de noviembre, a las 9:00, en el Biocentro Güembé se realizará un acto de relanzamiento que tiene por objetivo reposicionar la imagen de este refugio de animales que en los últimos años se ha destacado más como complejo turístico. 

Para esto se presentarán dos nuevos microclimas que se construyeron por la necesidad de brindarles espacios a especies de mariposas afines a la exposición prolongada al sol y de La Jungla para  los monos del tipo ateles (sin pulgar), más conocidos como monos araña.

Nuevas especies
La bióloga Paola Montenegro indicó que la ampliación del mariposario significó una inversión de $us 20.000 y se realizó por la necesidad de dar un microclima a especies afines al sol, como la mariposa Morpho azul, considerada de climas tropicales y la mariposa Monarca (Danaus plexippus), capaz de vivir hasta dos meses, una de las especies más longevas, siendo que la media es de dos a cuatro semanas.  

Explicó que el cuidado de las mariposas es complejo, ya que implica la producción de plantines específicos para su alimentación (plantas nutricias y plantas nectaríferas)  y su cría desde el huevo, pasando por larvas y las condiciones de humedad y calor necesarias para que se convierten en crisálidas.

El segundo microclima es La Jungla, que tiene en total 640 metros cuadrados y una altura de 20 metros, con una pasarela interna (puente elevado) para el recorrido de los turistas. Hay tres hembras y un macho. 
Entre los nuevos elementos mencionó las especies vegetales (helechos, patujús, camarones), una pequeña cascada de agua  y un ambiente para la meditación y el descanso.     

Para el próximo mes anunció la inauguración de un parque de esculturas con un sendero de paseo y fuentes de agua, donde se  exhibirá esculturas elaboradas en piedras creadas por una artista reconocida. 

Una isla en la ciudad

El gerente general del centro, Carlos Reznicek, explicó que desde sus inicios el centro tuvo como objetivo demostrar que es posible vivir respetando el medioambiente, a la vez que se puede hacer de lo natural un atractivo turístico.

“Ayudamos a preservar mariposas que se están muriendo por tanta fumigación. Nadie quiere bichitos alrededor de sus casas. Sin embargo, nosotros estamos rodeados de árboles, piscinas y lagunas y no sufrimos por los mosquitos. Eso es porque hay equilibrio”, aseveró. 
Güembé se fundó el 15 de septiembre de 2004, como un espacio turístico y de preservación de mariposas. Cuenta con más de 55 especies, entre mariposas, aves, monos, capiguaras, antas, tortugas y hormigas. 

“Cada vez somos más importantes. Cada día aparecen pájaros nuevos y manadas de monos que no tienen a dónde más ir. Somos una isla en medio de la ciudad”, expresó.

Como reflexión final señaló que la mariposa ofrece una gran lección de vida, cuando es una larva es una devoradora insaciable, pero cuando crece se alimenta solo de líquidos y ayuda a la expansión de la vegetación.