La mujer, que aparece ‘limpia’ de antecedentes policiales y judiciales, fue detenida el viernes en inmediaciones del cambódromo, en una notaría, donde estaba realizando la venta ficticia de una camioneta

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26 de marzo de 2018, 10:51 AM
26 de marzo de 2018, 10:51 AM

Se desveló una pieza más del rompecabezas que se comenzó a armar alrededor de Víctor Hubo Escobar Orellana, ‘Oti’, otrora mandamás del régimen abierto en el penal de Palmasola, con la detención de la concubina del reo que fue trasladado a la cárcel de Chonchocoro, en La Paz, luego de la toma policial del reclusorio, la madrugada del miércoles 14 de marzo.  

La detención de la mujer, que aparece ‘limpia’ en la búsqueda de antecedentes policiales y judiciales, se produjo el viernes en inmediaciones del cambódromo, en una Notaría de Fe Pública, donde estaba realizando la venta ficticia de una camioneta Mitsubishi, color blanco, modelo Tritón, en favor de otra mujer.

Sin embargo, el negocio no incluía dinero, ya que en realidad Lilian Aderly I. P., la identidad de la concubina de Oti, estaba realizando estos trámites para no tener el vehículo a su nombre, ya que, de acuerdo con las investigaciones policiales que se han realizado, es fruto de una extorsión que ejecutó el exregente del penal en contra de otro recluso, preso por delitos de narcotráfico.

“Además del vehículo que estaba por transferir a nombre de otra persona, la mujer está a cargo de otros dos motorizados, que también fueron extorsionados a ese recluso”, explicó una fuente policial a EL DEBER y agregó que, como lo habían explicado varios otros reclusos luego de que Oti fue llevado a otro penal, la pareja que era víctima de estas extorsiones en una oportunidad fue abusada sexualmente por orden del exlíder de la cárcel.

Las investigaciones que se realizan en torno a lo que hacía Oti en este caso específico también señalan que en otras oportunidades al hombre le sacó alrededor de $us 60.000, dinero que era cobrado por otra persona en oficinas de transacciones financieras legales.

Es aquí donde aparece la concubina de Oti, la joven de 25 años, natural de Camiri, que en las primeras indagaciones policiales reveló que recogía al día entre Bs 7.000 y 8.000 de los giros que hacían en favor de su pareja víctimas que eran presionadas dentro del penal o los familiares, que estando en libertad tenían que conseguir los montos que pedía el recluso para evitar que sus seres queridos continúen siendo abusados. 

Al mes la mujer ingresaba a Palmasola entre Bs 20.000 y 30.000, dinero que el recluso manejaba desde la cárcel.

Si no tenían dinero en efectivo, Oti aceptaba vehículos e inmuebles a cambio de dejar en paz a estas personas. Se sabe que con estos mismos métodos el recluso consiguió lotes de terreno y varios vehículos.

Los investigadores que indagan estos aspectos, creen que hay al menos unas 25 víctimas del reo, a las que incluso, luego de quitarles sus inmuebles, les alquilaba piezas en otras viviendas que también habían sido producto de las extorsiones del hombre, que era apoyado por los drogodependientes.

Con dinero y un arma
La concubina de Oti, al momento de su detención, llevaba en su cartera Bs 100.000 y un arma de fuego, un revólver calibre 32.

Se sabe que ella, hasta antes del traslado de su pareja a Chonchocoro, andaba por la ciudad acompañada por dos guardaespaldas, jóvenes que ya habían estado detenidos en Palmasola y que cuidaban a la mujer en las transacciones ilícitas que ejecutaba. Sin embargo, luego de la toma policial del centro y ante el inminente traslado del recluso, ellos se habrían alejado y ahora son buscados por la Policía.

Vieja relación y la quinta
La concubina del exlíder del penal mantenía una relación de al menos siete años con el condenado por el asesinato de dos policías y algunos de sus testimonios dan cuenta de que en la ‘casa blanca’ del interno había un cuarto con armas de fuego y la droga que él administraba y hacía ingresar al penal. 

Los agentes que ejecutaron la detención también hicieron conocer que en la zona de Jorochito, cerca del complejo turístico Lemon City, Oti, el reo que estaba sentenciado a 30 años de prisión, tiene una propiedad donde tres albañiles trabajaban en su casa quinta.

Se pensó que allí se encontraría a los reos que se fugaron del penal a principio de este mes; sin embargo, en el sitio no había nadie. Otra de las hipótesis que hizo movilizar a la Policía es que se podían hallar armas que Oti negoció con otros detenidos, pero no había nada.

El fiscal departamental, Freddy Larrea, confirmó la detención de la mujer y dijo que esta operación se logró gracias a un seguimiento policial. También dijo que hay dos prófugos.

 

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