Los afectados denuncian varias causas de la dejadez del casco viejo, entre ellas los impuestos altos. La comuna va por un crédito que le ofreció el BID para comprar y restaurar casonas para centros culturales

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16 de junio de 2018, 14:00 PM
16 de junio de 2018, 14:00 PM

Recorrer por el centro de la ciudad nos da una pauta de que la zona vive su peor momento de abandono, donde se ven lugares que son usados como letrinas que dejan su rastro maloliente a desperdicios humanos; además, aumentan cada día las casonas históricas con letreros en venta  o en alquiler, o bien con los techos de los corredores que se vienen abajo, poniendo en peligro la seguridad de los transeúntes.

Los ciudadanos no se dan cuenta del peligro de abandono que corre esta zona comercial, aunque sí hay otros, como la artista plástica Ejti Stih, que en un comentario publicado por EL DEBER, deja ver su preocupación por que el corazón de la ciudad está herido.

La Asociación Impulsora del Centro Histórico, que agrupa a los propietarios de las casonas que fueron clasificadas como parte del patrimonio, está esperanzada en que la comuna prepare el proyecto de revitalización del casco viejo, para ello se ha comprometido a contratar una consultoría para que determine las causas del abandono y proponga las soluciones.

Desazón
Esther García es propietaria de una boutique en la calle 21 de Mayo, se queja que debido a la falta de atención de las autoridades municipales es que ahora los comercios solo subsisten, pues acusa que la decadencia comenzó cuando se intentó peatonalizar algunas calles, pues los potenciales clientes, que manejan sus propios vehículos, no pudieron ingresar, dirigiéndose a otros sitios de la ciudad para comprar. 

“La gente no se da cuenta de que venir al casco viejo de compras es más seguro porque puede dejar sus vehículos en los estacionamientos y porque los productos que van a adquirir son originales, no copias ni de segunda mano. Los tributos también nos agobian, tanto por patentes que impone la Alcaldía como los de importación de mercadería que nos grava el Gobierno a través del Servicio de Impuestos Nacionales”, acotó la comerciante, que se siente desesperada porque está a punto de cerrar su tienda.

A pocas cuadras, en la calle Velasco, por donde hay muchas salas en alquiler, Rosario Rocha acusa a la prensa de ser una de las causantes de la debacle del centro porque promociona las ferias de invierno. “A ello se suma el contrabando y la importación masiva de ropa usada que nos han matado el negocio”, agregó.

Otras causas que demuestran el abandono del centro son los malos olores por la orina y las heces fecales en los corredores que están abandonados o que están cerca de los boliches nocturnos, como sucede en la vereda de la calle Florida, esquina Libertad.

“Todos los días, en especial los fines de semana, los dueños de quioscos tenemos que lavar la acera porque la orina es insoportable, a veces vemos restos de vómitos; nadie de las tiendas cercanas nos quiere dar agua, tenemos que traerla de lejos. Esos excrementos han provocado la oxidación de las bases metálicas de los quioscos”, indicó Patricia Zegarra, que tiene un local callejero de venta de golosinas.

Apoyo vecinal

Guillermo Moscoso, presidente de la Asociación Impulsora del Centro Histórico, reveló que la Alcaldía prometió licitar una consultoría hasta mediados de este año para de ahí elaborar el Plan de  Desarrollo y Revitalización del Centro Histórico, el cual debe actuar de inmediato en lo referente a la dotación de seguridad e iluminación de vías, así como el reordenamiento de los vendedores ambulantes y la disminución del ingreso de líneas de micros.

“El municipio debe cambiar la norma del Código de Urbanismo y Obras que permita la construcción y arreglos de los edificios en la zona para hacerla más atractiva para vivir y para comerciar. Nos han prometido que van a incluir el presupuesto en el POA 2019”, refirió Moscoso. 

El representante de los vecinos también respalda el pensamiento de Ejti Stih, pues considera que son notorios los cambios en el centro histórico. “Hay menos actividad en nuestra zona, vemos muchos letreros de casas en venta, de locales en alquiler que llevan mucho tiempo vacíos y no vemos señales de cambio positivo, por ello esperamos que la Alcaldía actúe pronto”, dijo.

Promesa

A este rosario de dificultades se añaden las casonas históricas que se vienen abajo poco a poco, cuyos nuevos propietarios las compraron con la esperanza de demolerlas para construir nuevas, pero la norma municipal del Centro Histórico no les permite.  

El secretario de Planificación, Boris Salomón, manifestó que en días pasados recibió la visita de personeros del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) con la intención de invertir en casas antiguas para que sean convertidas en centros culturales y museos, proyecto que será dado a conocer en las próximas semanas.

El Centro histórico

Categoría I, singulares
En esta categoría de inmuebles de preservación, también llamada monumental, hay 17 edificaciones, entre ellas la catedral y los templos La Merced, San Roque y Jesús Nazareno.

Categoría II, estructurales
Son 21 edificios como ser la Casa de Gobierno, la Casa de la Cultura, el antiguo colegio Santa Ana y el antiguo Café Lorca.

Categoría III, tipológicas
Suman 48 inmuebles, muchos de ellos han sido restaurados, como el de la Fraternidad Haraganes, el antiguo Lloyd Aéreo Boliviano, o el templo y convento de San Francisco.

Categoría IIII, Ambientales
Es la más numerosa, llega a  204 inmuebles y se los divide en subcategorías A y B, se caracterizan las casonas con corredores con pilares de madera.